La ETA de siempre

Gabriel Ginés protegía la vida de un concejal socialista en Euskadi, una tierra en donde no todos podemos hacer política en igualdad de condiciones. Gracias a los escoltas que cuidan de nosotros acompañándonos diariamente, los no nacionalistas podemos defender la libertad, la pluralidad y la convivencia en Euskadi. Tres objetivos, libertad, pluralidad y convivencia, que ETA detesta con todas sus fuerzas.

Quiero, en nombre de miles y miles de ciudadanos, mostrar nuestro respaldo absoluto y nuestro agradecimiento a los escoltas privados y a todos los cuerpos policiales, Ertzaintza, Policía Nacional y Guardia Civil, por su labor encomiable y su profesionalidad, tantas veces decisiva para neutralizar las acciones criminales de ETA y perseguir a los terroristas.

Es cierto que se avecinan tiempos 'oscuros' y un 'ciclo violento', como con total desfachatez amenazan en público los portavoces de Batasuna, y es cierto que ETA va a tratar de marcarnos profundamente con lo único que sabe hacer, que es sembrar muerte y dolor. Pero no es cosa nueva, por desgracia. ETA no ha renunciado jamás a imponer por la fuerza su proyecto totalitario de autodeterminación y territorialidad. La realidad es que, ni ahora ni durante los quince meses del denominado 'alto el fuego permanente', ETA ha cambiado un ápice y sigue siendo lo que era: un entramado terrorista y mafioso que utiliza el asesinato, la extorsión y la amenaza para sus fines.

Pese a que el Gobierno de Zapatero nos contó que la condición para abordar la negociación con los terroristas era la ausencia total de violencia, lo cierto es que durante el 'alto el fuego' ETA realizó más de 500 acciones de terrorismo callejero, mantuvo la amenaza y la presión a los cargos públicos, prosiguió con la extorsión a los empresarios y burló la ilegalización de Batasuna. Además, como se prueba ahora, los comandos de pistoleros aprovecharon este tiempo para rearmarse y reorganizarse. Conclusión: tregua trampa, otra vez, y una falsa verificación del 'alto el fuego' por parte de Zapatero.

El Gobierno español ha perdido mucho tiempo. Es hora de exigir una rectificación sincera, profunda y radical al presidente Zapatero y al PSOE, responsables de haber truncado el camino de la derrota de ETA, que estaba tan avanzado en 2004, y de haberlo cambiado por el de la negociación inútil y la legitimación de ETA-Batasuna con las conversaciones, la inhibición ante el PCTV y ANV, y el aval a la mesa de partidos extraparlamentaria.

Zapatero y el PSOE están compartiendo estrategia con Ibarretxe y el PNV. Un Ibarretxe que se ha situado rápidamente en la primera fila de la ofensiva nacionalista con un proyecto radicalizado y ultranacionalista. Un Ibarretxe que se aprovecha de ETA para avanzar en su senda soberanista y que prefiere construir país de la mano de Batasuna y a espaldas de la mayoría de la sociedad vasca, que lo que quiere es vivir en libertad sin imposición ni miedo. Un Ibarretxe que el mismo día del atentado a Gabriel Ginés sigue apostando por continuar su camino hacia la independencia. Un Ibarretxe que antepone su 'hoja de ruta' contraria a la ley, cuyo objetivo es compartido por ETA, al bienestar y el futuro de nuestra sociedad.

En el proceso auspiciado irresponsablemente por Zapatero los únicos que han ganado han sido ETA-Batasuna mientras que el retroceso para los demócratas es evidente. Desde el Partido Popular exigimos la recuperación de la política que de verdad ha sido eficaz para debilitar a ETA y su entorno, una acción global, judicial, política, policial, contra todo el entramado terrorista.

Exigimos una declaración solemne del presidente del Gobierno que diga con meridiana claridad que rompe cualquier expectativa de diálogo con ETA-Batasuna. Exigimos que se inicien los trámites para ilegalizar a ANV y PCTV, sucursales probadas de Batasuna que no condenan los atentados. Y exigimos, para que Zapatero sea creíble, la revocación de la moción a favor del diálogo aprobada en 2005 en el Congreso. Es tiempo ahora de que los ciudadanos verifiquemos la voluntad de este Gobierno y de este presidente de derrotar al terrorismo.

Pero mucho nos tememos que ésto no se va a producir porque contamos con un presidente del Gobierno que no ha renunciado al diálogo con ETA y que, si gana las elecciones, retomará un 'proceso' que se encuentra aparcado por las partes a la espera de retomarlo a la mínima oportunidad. Lo sabe ETA y lo sabe un Zapatero que no corta de raíz este nefasto proceso. La verdad es que sólo el Partido Popular y Mariano Rajoy son hoy garantía para la derrota definitiva de ETA. Los hechos así lo prueban.

María San Gil