La expansión internacional de las empresas españolas

Las empresas españolas se han embarcado en una nueva fase de expansión internacional, confirmando así la recuperación de la economía y la renovación de la confianza empresarial. En los últimos cinco meses se han anunciado operaciones por más de 19.000 millones de euros. Repsol ha adquirido el 100% de la canadiense Talisman Energy, BBVA ha aumentado del 25% al 40% su participación en el banco turco Garanti, y en el mes de marzo Banco de Sabadell absorbía las 631 sucursales del británico TSB, y Corporación Logística de Hidrocarburos (CHL) compraba una red de oleoducto de 2.000 kilómetros y 16 instalaciones de almacenamiento en Reino Unido, por mencionar solo algunas de las grandes inversiones recientes.

Las empresas han pospuesto en general la inversión en el extranjero desde que la economía cayó drásticamente en 2008, y en algunos casos, como el de Telefónica, han vendido activos internacionales para reducir la carga de deuda, entre otros factores. Además de la mejora del clima en España, a la expansión de las empresas en el extranjero han contribuido los tipos de interés en mínimos históricos, lo cual abarata los préstamos bancarios, la abundancia de liquidez en los mercados y la subida de los mercados bursátiles, que premian a aquellas empresas que financian sus compras con un aumento de capital.

El total de inversiones españolas en el extranjero se situaba a finales de 2013 en 643.200 millones de dólares estadounidenses (el 47,3% del PIB) y es probable que sea superior cuando la Unctad anuncie las cifras de 2014. En porcentaje de PIB, la inversión total de España en el exterior es mucho más elevada que la de Italia (29%) e igual que la de Alemania.

La adquisición por parte de CLH de la mayor red de distribución de hidrocarburos en Reino Unido es una operación especialmente audaz y su primera penetración en un país europeo fuera de España.

La compra por parte de Repsol de la canadiense Talisman Energy, la mayor transacción internacional efectuada por una empresa española en los últimos cinco años, sitúa a la empresa entre las quince mayores petroleras y gasistas privadas del mundo. Aumenta su presencia en países políticamente estables y refuerza su posición en la actividad de exploración y producción, que se ha convertido en su motor de crecimiento. Este contrato se firmó tras la compensación de 5.000 millones de dólares que Repsol recibió el año pasado por la nacionalización en 2012 de YPF, su filial argentina.

Telefónica, tras finalizar el pasado marzo la venta a Hutchison Whampoa de su red de telefonía móvil O2 en Reino Unido, recibía por coincidencia casi el mismo día la autorización del regulador de la competencia brasileño para la compra (anunciada el pasado septiembre) de GVT a Vivendi. Esta adquisición convierte a Telefónica en la empresa de telecomunicaciones dominante en el gigantesco Brasil.

Santander, el banco de mayor capitalización bursátil de la eurozona, y BBVA fueron de los primeros en marcar una senda en la primera oleada de expansión empresarial española en el extranjero, hace unos veinte años. Esta vez se está expandiendo al extranjero una entidad mucho más pequeña –el Banco de Sabadell– tras alcanzar masa crítica para hacerlo con la compra de un aluvión de bancos españoles en dificultades. El Sabadell podría buscar nuevos acuerdos para mejorar la competitividad de TSB frente a las «cuatro grandes» entidades crediticias británicas, HSBC, Barclays, Lloyds y Royal Bank of Scotland. El Santander es el quinto actor en Reino Unido.

La internacionalización de empresas (mediante inversión directa y/o exportaciones) desempeña un papel cada vez más importante en la España corporativa, y ha permitido a las compañías pequeñas, en especial, sobrevivir a la recesión que ha sufrido el país. Las grandes empresas que el año pasado componían el Ibex-35, el índice de referencia de la bolsa madrileña, generaron el 64% de sus ingresos totales en el extranjero, un ligero incremento con respecto a 2013. Aunque los ingresos totales generados en el extranjero en 2014, 412.240 millones de dólares, fueron un 3,2% más bajos, principalmente debido a las excepcionales caídas de Repsol y Telefónica, 14 de las 35 empresas ganaron más en el extranjero el año pasado que en 2013.

Fijémonos en empresas menos conocidas, como Grifols o Viscofan. ¿Quién habría pensado hace veinte años que una farmacéutica española (Grifols) obtendría el 93% de sus ingresos en el extranjero? ¿O que Viscofan se convertiría en líder mundial de envolturas artificiales para productos cárnicos con distribución en más de cien países de todo el mundo y generaría el 76% de sus ingresos en el extranjero?

Por otro lado, Inditex, la mayor empresa mundial del sector de la moda, cuya tienda insignia es Zara, marcha viento en popa. En 2014 inauguró 343 tiendas en 54 mercados (44 de ellas en China y 69 en Rusia), elevando el total a 6.683 tiendas en todo el mundo, el triple que hace una década.

William Chislett, investigador asociado del Real Instituto Elcano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *