La grandeza del dolor

Zoé Valdés es escritora cubana exiliada en París (EL MUNDO, 30/04/04)

El dolor perdurará, jamás olvidaremos la masacre del 11 de Marzo en Madrid. Sin embargo, propongo que tengamos memoria -si bien no es lo más importante, pues lo realmente grave es la terrible realidad engendrada por la violencia; las víctimas, las que perdieron sus vidas o las que quedaron mutiladas; los familiares destrozados y el apoyo que debemos darles- para reclamar justicia. Exigir el castigo para los culpables, para aquellos que los apoyan y para los que les dan cobijo; los sátrapas que los esconden, como es el caso de Hugo Chávez y de Fidel Castro, entre otros.

Digo esto porque me asqueó el mensaje de condolencia de Castro dirigido a los españoles. Si yo estuviera al frente de un periódico, desde luego que me costaría mucho publicarlo. Ya que el dictador no ha tenido la decencia, al menos, de guardar silencio, sencillamente creo que el compromiso con las víctimas exige que salgan a la luz de una vez, y por todas, los vínculos de Castro y de Chávez con el terrorismo internacional.

La democracia es benévola, sensata, y todos unidos debemos afrontar la pena, pero esto no quita que piense que a veces se nos va la mano en desear que la memoria se convierta en baluarte equilibrado.Quizás ha sido mal orientado ese equilibrio, donde la balanza siempre cae para el lado contrario al de los ofendidos, como por ejemplo cuando pedimos que los sospechosos de terrorismo apresados en Guantánamo sean tratados con pinzas, olvidando así a las tres mil y pico víctimas del 11-S. Lo mismo sucede cuando obviamos a los 75 opositores cubanos que, del otro lado del cerco, se hallan presos del castrismo, en condiciones infrahumanas, muriendo algunos de cáncer y de otras enfermedades que nunca sabremos si han sido inoculadas por los verdugos, y otros, literalmente, de hambre y torturas y de un tiro en la nuca. En lugar de pedir por ellos, por los verdaderos luchadores por la paz, pedimos por aquellos cuyo único proyecto es la muerte, acabar con la vida, importándoles un pepino la paz.

La democracia es tan tremendamente abierta que el 10 de marzo los telespectadores residentes en Francia fuimos testigos de uno de los fallos más grandes que puedan cometer los medios de comunicación bajo la consideración amplísima de la democracia.Con ocasión de la publicación del libro Casarse con Carlos. Un amor bajo alta tensión (Editorial Archipel, Francia) Isabelle Coutant-Peyre, abogada desde los inicios de su proceso de uno de los más sanguinarios terroristas, el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, más conocido por Carlos el Chacal, y también su esposa desde hace relativamente poco, el programa Secrets d'actualité de una cadena francesa emitió una larga entrevista con el acusado.Lo nunca visto. Confieso que sentí repulsión física, ganas de vomitar ante el odio y el afán de asesinar que guarda ese tipejo.

A la demanda del periodista, realizada por teléfono, «Usted jamás ha pedido perdón por las víctimas inocentes del terrorismo», el reo respondió sin ningún tipo de titubeos ni escrúpulos: «No hay víctimas inocentes». Y continuó, tan fresco como una lechuga: «Yo he calculado que hemos matado en nuestras operaciones a más de 1.500 personas; menos de 2.000, en todo caso. Ya me han preguntado eso, pero ni siquiera el 10% de esas personas eran inocentes...Cuando usted ha asesinado a pobres gentes inocentes, que no hicieron nada a nadie, y que se hacen matar por circunstancias que los sobrepasan, no podemos felicitarnos, pero, ¿por qué condenar?».

Luego continuó con su defensa del terrorismo, sin que el abogado de las víctimas, presente en la emisión, lo interrumpiera. Cuando le preguntaron por su vínculo con Al Qaeda, contestó que Osama bin Laden y él comparten el mismo enemigo, y además, curiosamente, citó a Fidel Castro, de modo que, para él, su resistencia carcelaria está inspirada por el Comandante y su lucha continuará, según sus propias palabras, desde detrás de las rejas. Después de insultar al capitalismo, anunció que está pidiendo 10 millones de euros por sus memorias porque debe dejar una herencia a sus hijos.¡Vaya, qué pobre revolucionario! Desde luego que tener que reproducir sus palabras me pone las manos a temblar de ira.

¿Cómo es posible que la televisión se atreva a sacar una entrevista de esa magnitud? Para los jóvenes que no tienen muy claro quién es Fidel Castro, porque sencillamente sus padres y la sociedad tampoco se interesan en aclarárselo, un terrorista que venera a un sátrapa, aunque todavía revolucionario para algunos, no puede ser tan malo. El ministro de Justicia francés, Dominique Perben, se ha declarado «particularmente impactado por las opiniones de esta entrevista», y pidió al director de la administración penitenciaria abrir una investigación a fin de determinar en qué condiciones había sido realizada. «No se puede tolerar que una persona condenada por actos de semejante gravedad utilice medios de comunicación que disponen de una gran audiencia para hacer apología del terrorismo», ha expresado el ministro.

Hoy, el dolor debe servirnos para mantenernos fuertes y, por encima de todo, alertas. El mundo jamás borrará el horror del 11-M. Sin embargo, no podemos permitir que el dolor empequeñezca nuestras conciencias. Culpar a diestra y siniestra no sirve de nada. Los verdaderos culpables son los terroristas. Los extremistas árabes, los que nos exigen a las mujeres occidentales que cubramos nuestras cabezas con velos cuando visitamos sus países, y sin embargo en Occidente no permiten que sus mujeres se integren en nuestra sociedad. Tantas mezquitas que les regalamos y, ¿dónde están las iglesias en aquellos países?

Que los políticos mienten, claro que mienten. Todos mienten.Sean de derecha o de izquierda. La izquierda gana con los votos de la extrema izquierda, totalitaria y asesina en su momento, igual que lo fue el fascismo en la Alemania nazi. La mayoría -manipulada o no- ha querido interpretar el 11-M como una venganza contra la guerra de Irak. Yo lo veo como una declaración de guerra a la democracia, una guerra que comenzó el 11-S en Nueva York, ¿o ya nos olvidamos de las 3.000 víctimas? Francia se negó a ser aliada en la guerra y eso no le eximió de padecer amenazas terroristas. Desde final de 2003 el grupo terrorista AZF no paró de chantajear al Gobierno francés. Por el momento se ha retirado, pero afirma que volverá.

Los políticos mienten desde hace mucho en relación con el terrorismo, desde que los propios terroristas han entretejido redes y han hecho acuerdos y alianzas, conspiran y chantajean a la humanidad, y nadie se atreve a hablarnos con la verdad. Los terroristas, lleven la máscara que lleven, asesinan por cobardía y fanatismo, porque en lugar de amar la vida, como ellos afirman, aman la muerte. Seamos grandes ante el dolor, no debemos enfrentarnos entre nosotros, debemos enfrentarnos al terrorismo, a cualquiera, lleve el nombre que lleve. En el futuro, cualquier dirigente político democrático deberá ser consecuente con este dolor, responder enérgicamente a este dolor. Y la respuesta no puede ser otra que acabar con los terroristas y con quienes les apoyan.