La Guardia civil, 176 años al servicio del país

La institución creada por Isabel II en 1844 celebra su aniversario prestando un servicio esencial durante la pandemia y adaptando sus funciones a la crisis sanitaria. Sin el esfuerzo y la entrega de los hombres y mujeres del Cuerpo, el dique de contención levantado entre todos contra el coronavirus sería más frágil. Afrontamos ahora la transición hacia la nueva realidad: no decaigamos, no retrocedamos.

Se cumplen dos meses de la entrada en vigor del estado de alarma en España, tiempo similar al que llevaba como directora general de la Guardia Civil cuando se decretó el confinamiento de la población. Se atropellan en la mente las vivencias que ilustran cómo han cambiado nuestras vidas, y si tuviera que resaltar alguna, me retrotraigo a la mañana del 9 de marzo. Durante la primera visita a la Academia de Baeza, pasé revista a una fila infinita de alumnos y pude conocer su día a día, sus sueños y sus expectativas al ingresar en el Cuerpo.

Era lunes y desconocíamos que tres días más tarde, la crisis por el coronavirus nos obligaría a cerrar este centro. Y desconocíamos también, pese a la atención prestada al virus para dictar las instrucciones de prevención recomendadas, que la noche del 14 de marzo se haría efectivo el estado de alarma. Quedaron vacíos en Baeza el gran patio, las habitaciones, las aulas o el comedor donde había compartido las historias con los futuros guardias civiles.

La Guardia Civil conmemora este 13 de mayo el 176º aniversario de su fundación y quiero aprovechar la fecha, primero, para felicitar a los hombres y mujeres que integran la institución; y segundo, para agradecerles su esfuerzo para poner freno a esta pandemia cruel. Mi reconocimiento a cada uno de ellos, porque sin su quehacer diario, el dique de contención levantado entre todos contra la Covid-19 sería más frágil.

Vivimos una situación tan insólita que, de alguna manera, el virus ha devuelto a la Guardia Civil a sus orígenes, a la vigilancia de caminos, recorridos ahora por un maleante invisible que saquea la economía y la propia vida. En pleno siglo XXI, el peligro acecha en un simple desplazamiento de un ciudadano cualquiera. Y en este escenario inaudito, la adaptación a las nuevas tareas que la Guardia Civil desarrolla se aborda con inmediatez. No solo una vez, sino varias, para añadir más funciones a las anteriores, en tiempo real y en una organización con 77.000 personas. Por eso mi agradecimiento por su labor imprescindible para los ciudadanos. Es a ellos a quienes se debe la Guardia Civil.

Se pueden resaltar varias de las tareas que se realizan sin descuidar la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia. El control de la movilidad, la vigilancia de las fronteras o el apoyo en el traslado de material sanitario son algunas. Ha sido una prioridad, desde el principio, la atención a los colectivos más vulnerables de la población, entre ellos, las víctimas de la violencia de género. Las acciones de auxilio son constantes. Y así deben percibir los españoles a la Guardia Civil, como una mano robusta que se tiende para socorrer, espíritu y esencia de la institución desde hace 176 años.

Quiero subrayar la coordinación con el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y con las Fuerzas Armadas, indispensable para afrontar días complicados que no han terminado. La desescalada nos pone por delante más retos, es un desafío complejo que requiere de la implicación de todos, también de la población. La sociedad española, hasta ahora, ha cumplido el confinamiento con responsabilidad, y en la actual transición, su comportamiento es decisivo. No decaigamos, no retrocedamos.

Hoy celebramos el 176 aniversario de la institución de puertas para adentro, pero nuestros símbolos, valores y espíritu benemérito están más presentes que nunca allí donde la Guardia Civil hace país, donde vertebra el territorio y asegura la presencia del Estado. En un día tan señalado, nuestro recuerdo para los compañeros fallecidos por la enfermedad y, siempre, para todos los caídos del Cuerpo.

Empezar a doblegar la curva de la pandemia ha sido posible por el esfuerzo de todos. Los españoles aplaudimos cada tarde a quienes lo están haciendo posible, pero permitidme que mi próximo aplauso se dirija a la Guardia Civil, a los hombres y mujeres de hoy y a los del futuro, a todos esos jóvenes que volverán a llenar las aulas para enriquecer todavía más esta gran institución.

María Gámez Gámez es Directora general de la Guardia Civil.

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