La OTAN se examina en Londres

LA OTAN celebra con carácter extraordinario una cumbre en Londres sobre la delicada situación por la que atraviesa. El motivo fundamental es estudiar y analizar, con la participación de los veintinueve jefes de Estado y de Gobierno, los temas que últimamente están acechando a la Alianza con el objetivo de que lleguen a acuerdos lo más unidos posibles en el seno de la Alianza

Mucho se ha escrito últimamente sobre las dificultades que atraviesa la OTAN. De hecho, la fragilidad de la actual conexión trasatlántica y la deriva nacionalista que abandona el principio de multilateridad, base de apoyo a la idea de la Defensa Colectiva, son elementos visibles de la presente coyuntura internacional y que afectan muy negativamente al sentido e influencia de esta organización. Para ello, recientemente los ministros de Exteriores de la OTAN se han reunido en Bruselas para ultimar los preparativos de esta cumbre y marcar la agenda de trabajo que servirá para reflexionar sobre el futuro estratégico, político y económico de la Alianza,

No exenta de dificultades a lo largo de sus setenta años desde su creación, el presidente francés Emmanuel Macron, en duras declaraciones hechas a la prestigiosa revista «The Economist», justo unas fechas antes de la celebración de la cumbre, aseguró que la OTAN está en una situación crítica, en «muerte cerebral», cuestionando la vigencia del artículo 5 de la Organización (Defensa Colectiva) y acusando al presidente Donald Trump de dar la espalda a la Organización Atlántica, en referencia a la retirada unilateral de sus tropas en el norte de Siria, sin debate previo con sus homólogos jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza, en una zona donde los intereses europeos y atlánticos son vitales. Incluso llegó más lejos al manifestar que las «desavenencias con la Administración norteamericana nos llevarían a un debilitamiento de la Unión Europea».

Estas declaraciones efectuadas por el presidente francés, ineludiblemente, marcarán el punto fuerte de la Cumbre. El cúmulo de discrepancias -impensables hace algunos años- han causado un verdadero vendaval de críticas en el seno de la Alianza. Afirmando que «si no despertamos a tiempo existe el riesgo a largo y medio plazo de no ser dueños de nuestro propio destino», dando pie al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a manifestar su total oposición con razones claras y concretas y la esperanza de convencer a los escépticos de mantener viva y fuerte la Alianza que ha dominado la vida política de Europa y EEUU desde el final de la II Guerra Mundial. «Cualquier intento de distanciar a Europa de los Estados Unidos no solo dividirá a la Alianza Atlántica, sino también a la Unión Europea», manifestó el secretario general de la OTAN en unas recientes declaraciones. En la misma línea del secretario general, la embajadora de los EE.UU, en la OTAN, Kay B. Hutchison, defendió la capacidad de liderazgo de la Administración norteamericana en el seno de la Alianza, dejando claro que la «OTAN es absolutamente necesaria para hacer frente a las posibles amenazas a sus miembros».

Es evidente que estamos ante un cambio de situación. Las profundas desavenencias de Trump con algunos miembros de la Alianza, en especial, Francia y Alemania, y las relaciones OTAN-Rusia (la ocupación de Crimea) siguen siendo el principal desafío para la Alianza. La cooperación OTAN-UE, la financiación de la Alianza (que ahora depende más de dos tercios de los EE.UU), el terrorismo, los ciberataques y las tácticas hibridas, la disponibilidad de fuerzas sobre el terreno y el creciente papel de China son temas a debatir y reflexionar por los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza en este foro.

En estos serenta años de existencia, la OTAN ha demostrado ser un instrumento esencial de estabilidad y paz, capaz de frenar el despliegue de las tropas soviéticas tras el final de la II Guerra Mundial, siempre con la firme decisión de los EE.UU. de permanecer en Europa, apoyando a los países democráticos y creando vínculos defensivos, económicos y políticos.

Solamente he querido resaltar los principales temas y desafíos a los que actualmente se enfrenta la Alianza Atlántica, admitiendo que el mundo donde nos movemos está lleno de incertidumbres y que la mejor forma de hacerlas frente es con una OTAN más fuerte y unida. Este es el pilar de la Alianza que nos ha llevado a preservar la paz y la seguridad de Europa durante este largo periodo de tiempo. Como dice el adagio latino «Si vis pacem, para belum» (si quieres la paz, estate preparado para la guerra).

Fernando de la Guardia Salvetti fue asesor de Milrep y Chairman del Naval Board (OTAN).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *