La paja en el ojo ajeno

En un texto que Torra reprodujo vía Twitter, el presidente del Gobierno catalán reprochó a Pedro Sánchez no haber contestado su llamada telefónica del sábado 19 de octubre pasado. Según el texto de la carta, Torra escribió que «usted se niega a hablar con el representante de los catalanes y, aún peor, se niega a establecer ningún tipo de diálogo».

En esa misma línea, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reprochó dos días después al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, que no hubiera atendido la llamada que el presidente de la Generalidad le hizo. «El teléfono se ha de coger siempre», pontificó la alcaldesa. Al día siguiente, Torra insistió en lo que él consideró una afrenta al pueblo catalán: «Nadie puede entender que no haya contestado, dese una vuelta por las cabeceras del mundo».

Ese mismo día, Pablo Iglesias afirmó que Sánchez «se equivoca» no cogiendo el teléfono a Torra: «Nadie lo entiende». Y ahora, el que sí se equivoca es el defensor del derecho a decidir de los catalanes en un referéndum de autodeterminación. Esa equivocación que Iglesias atribuye a Sánchez no es considerada como tal ni por los independentistas ni por él mismo. O acaso no recuerda Iglesias que Torra, que ahora se queja del supuesto desplante de Pedro Sánchez, no es el mismo Torra que no recibió al Rey en el Salón del Automóvil de Barcelona, cuando el Jefe del Estado acudió a la capital catalana a inaugurar el Salón Internacional del Automóvil, en su edición de 2019. Fue también ese Torra el que en junio de 2018 anunció públicamente en un discurso que en adelante no asistirá a ningún acto organizado por la Monarquía española y arremetió contra el papel de Felipe VI ante el procés. Un mes después, en julio del mismo año, el despechado Torra dijo que «Felipe VI ya no es el Rey de los catalanes, aunque ahora diga que está de acuerdo con las tesis del Gobierno español».

Y esa alcaldesa de Barcelona, que pregona que el teléfono «se ha de coger siempre» y que parece querer dar lecciones de urbanidad y de alta política, es la misma que plantó al Rey «por responsabilidad» (Colau dixit) en el recibimiento oficial del Mobile Worl Congress, celebrado en Barcelona en 2018. Y por si el desplante al Rey no hubiera demostrado la incoherencia de la alcaldesa, Ada Colau volvió a repetir la jugada al año siguiente, de tal forma que su falta del respeto debido al Jefe del Estado que representa a todos los españoles volvió a ponerse de manifiesto cuando la alcaldesa se negó a participar en el besamanos oficial de la recepción del Rey Felipe VI en la cena de bienvenida del Mobile World Congress de 2019.

Los independentistas, que tanto lamentan lo que consideran un desprecio de Pedro Sánchez a Torra, no dudaron en utilizar el Ayuntamiento de Gerona para denegar, en 2018, a la Fundación Princesa de Girona el permiso para entregar los premios en el auditorio municipal, como se venía haciendo cada año. El Ayuntamiento anunció en enero que denegaba a la FPdGi el permiso para entregar los premios en el auditorio, de tal forma que los Reyes Felipe y Letizia tuvieron que entregarlos en el Espai Mas Marroch-Centre d’Esdevenients del Celler de Can Roca de Vilablareix, y no en la capital gerundense como era habitual. A la entrega de dichos premios no asistió ningún miembro del Gobierno catalán, dando así prueba de que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Ya vimos la urbanidad y las muestras de respeto de la alcaldesa de Barcelona cuando los reyes acudieron, de nuevo, a Barcelona, el pasado lunes a presidir la entrega de los premios de la FPdGi 2019. Volvemos a saber que Colau sigue pensando que «el teléfono hay que cogerlo siempre», cuando llame Torra, pero sigue ignorando la mano tendida de un rey que representa a la nación española de la que Barcelona forma parte.

No se recuerda que en ninguna de esas ocasiones Pablo Iglesias dijera que Colau y Torra se equivocan despreciando al Jefe del Estado o que recriminara el comportamiento montaraz de los independentistas, que tan fina parecen tener la piel.

La queja de Torra por la no respuesta de Sánchez pone de manifiesto una vez más el supremacismo de los independentistas catalanes; consideran que su presidente es digno de recibir un tratamiento cortés y respetuoso mientras que ellos niegan sistemáticamente ese respeto al representante del Estado español, a los símbolos y a la Constitución, gracias a la cual una es alcaldesa de Barcelona y el otro presidente de Cataluña.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra fue presidernte de Extremadura.

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