La rendición de Zapatero ante los nacionalistas

Por Roberto Centeno, catedrático de Economía de la Escuela de Minas de la Universidad Politécnica de Madrid (EL MUNDO, 24/01/06):

Las perspectivas económicas de España en el año que comienza son las correspondientes a la fase final de un ciclo de fuerte crecimiento que todavía se mantiene por la inercia de un consumo y una inversión muy por encima de nuestras posibilidades -lo que consumimos más los que invertimos es ya un 8% superior a lo que producimos- estimulado por tasas de interés reales negativas y por una política crediticia de dinero fácil, en la que tan irresponsablemente están instaladas numerosas entidades financieras. Pero ante todo y sobre todo, el hecho económico más importante es que el Estado español quedará reducido en su capacidad de gasto total a poco más que una gran CCAA -apenas el 20% del total frente al 70% en los Estados federales- y además supeditado por los blindajes otorgados a Cataluña, lo que en la práctica supone la desaparición de España como nación soberana y su conversión en un Estado vasallo, política y económicamente inviable a medio plazo. La cohesión social y territorial habrán llegado a su fin, creándose una sociedad dual con regiones y ciudadanos de primera y regiones y ciudadanos de tercera, es decir una traición sin precedentes a España, a la Constitución y a la inmensa mayoría de la población.

Respecto al primero de los temas, a esta etapa final de crecimiento, cuyos primeros síntomas de desaceleración están ya a la vista, se contraponen los mayores desequilibrios económicos y estructurales de nuestra historia económica, y una política económica o una falta de ella, que no sólo no ha abordado ninguno de los grandes problemas estructurales pendientes, aprovechando la oportunidad realmente única de la mejor coyuntura económica desde los años 60, y que hubiera permitido prepararnos para un aterrizaje suave, sino que muy al contrario está inequívocamente orientada a negar la evidencia y a, utilizando las palabras del economista austriaco Ludwing von Mises, «mantener la estufa caliente quemando los muebles», es decir, endeudándonos para financiar a los nacionalistas.

La permanencia de tipos de interés reales negativos durante tanto tiempo, ha estimulado la creación de una gigantesca burbuja inmobiliaria, la mayor de todo el mundo occidental, y cuya dimensión ha sido recientemente estimada, tanto por el semanario The Economist como por el Banco de España, en una sobrevaloración de precios de más del 30%, y sostenida además por rentas familiares mucho más reducidas e inciertas que las de cualquier otro país con este mismo problema. Y es precisamente el crédito fácil, obtenido sin garantías efectivas, lo que sostiene el crecimiento del PIB, pero a costa del hundimiento de las tasas de ahorro personal, de un nivel de endeudamiento irracional en niveles históricos desconocidos, y de un déficit por cuenta corriente y de capital que es, en términos relativos, el mayor de todo el mundo desarrollado y, en palabras del señor Almunia «totalmente insostenible» añadiendo que la preocupación de la Comisión Europea por la situación de nuestra economía «es aún mayor de la que se deriva de los análisis e informes oficiales».

Peor aún, los déficit corriente y de capital se agudizan y adquieren carácter permanente por la pérdida continua de competitividad -el diferencial de inflación con la zona euro casi se ha doblado en 2005-, algo que sólo puede ir a peor, primero por la falta de reformas estructurales y la falta de competencia en los sectores esenciales; después por la irresponsable política exterior del señor Zapatero, que nos ha granjeado la hostilidad de los principales inversores mundiales a quienes traicionó vilmente, reduciendo casi a cero la entrada de capitales; y final pero fundamentalmente por el proceso de balcanización de España decidido por unos gobernantes indignos y traidores, en contra de la voluntad mayoritaria y del programa que presentaron a sus electores. Muchos españoles, engañados por la masiva manipulación de los medios, no conocen el desastre que para la cohesión territorial y social, y en consecuencia para sus vidas y las de sus hijos, supone la rendición incondicional de Zapatero ante los nacionalistas y los terroristas, y donde el primer efecto será convertir a los habitantes de las CCAA más pobres, es decir, de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Galicia, en ciudadanos de tercera clase, con las prestaciones sociales fuertemente recortadas y con la imposibilidad de recibir sus pensiones en un futuro no lejano. Es particularmente indigno, la colaboración del señor Chaves, engañando a los andaluces sobre el verdadero saldo económico.

En el contexto internacional, las expectativas para 2006 son, por el contrario, buenas, y donde la gran incertidumbre procede del precio del petróleo, donde los cuellos de botella en la producción y en el refino permanecen intactos, y podrían dificultar la cobertura adecuada del incremento de la demanda, que la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y la AIE (Agencia Internacional de la Energía) estiman en 1,9 millones de barriles/día, y de factores de carácter geopolítico, y más en concreto las derivadas de la confrontación con Irán y de la inestabilidad en Nigeria.Pero fuera de estas no despreciables alternativas, todo podría ir bien si la media de precios del crudo se sitúa en 65 dólares, pero que en cualquier caso será malo para España, ya que en este escenario el euribor podría situarse en el 4% a mediados del 2007, los que convertirá la actual desaceleración en una recesión, que la balcanización de España convertirá en caída libre. Claro que sería mucho peor si la media del crudo supera los 70 dólares, ya que en ausencia de política energética de Montilla, excepto la del expolio de España, nuestra dependencia del petróleo y del gas natural no cesa de crecer y es ya un 50% superior a la media de la UE de los 15, y un 100% superior a la de los nuevos miembros.

Ciertamente, España, gracias a Aznar, dispone de un nivel de endeudamiento admirable -un 43% del PIB frente al 72% de la media de la eurozona- lo que permitiría ir a déficits masivos para compensar la caída del consumo privado, pero esta política, ya en marcha, con unos Presupuestos expansivos, ya no podrá realizarse de forma efectiva, pues la claudicación de Zapatero ante los nacionalistas deja al Estado sin capacidad de gasto; por otra parte, del lado del ingreso, es radicalmente falso que el Gobierno haya reducido en 4.000 millones la presión fiscal, antes al contrario, ésta ha aumentado sustancialmente sobre las clases medias, es decir, sobre la mayoría, para poder financiar las concesiones de toda índole realizadas a Cataluña, primero por el efecto fiscal de la inflación, después por el incremento en tres puntos del impuesto sobre las plusvalías de los pequeños ahorradores, pues las de los ricos vía SICAV (Sociedades de Inversión de Capital Variable) siguen exentas, y finalmente por la derogación de la exención de plusvalías para la venta de activos adquiridos con anterioridad a 1994, aparte de penalizar seriamente el ahorro de las familias.

Y respecto al gran tema, el fin de la soberanía nacional, entregada por Zapatero a los nacionalistas, en una traición sin precedentes a la Constitución, a su programa y a los españoles, los efectos económicos y sociales serán sencillamente devastadores. En primer lugar Cataluña se define como nación, y se arroga el derecho a la anexión de todos los territorios que histórica, lingüística y culturalmente hayan sido catalanes, esto es, Valencia, Baleares, Aragón y el territorio italiano de Alghero; adicionalmente se expulsa a España de Cataluña, se persigue la lengua y la Historia comunes, y se abandona a su suerte a tres millones de hispanohablantes a los que se priva de derechos tan esenciales como el de que sus hijos sean educados en su lengua y en sus creencias El pueblo catalán tampoco se va de rositas, pues se le impone un régimen marxista intervencionista, donde todas sus libertades y derechos quedan fuertemente recortados; Cataluña se convierte así en la única región de la UE sometida a una dictadura marxista. En segundo lugar se reconocen toda una serie de blindajes que en la práctica convierten a España en una colonia de Cataluña, pues el Parlamento español carece de potestad para intervenir en Cataluña, mientras el Parlamento catalán interviene y puede vetar las decisiones mas importantes del Parlamento español.

En términos económicos las enmiendas a los Presupuesto aprobaron partidas de gasto en las que Andalucía ha recibido 18 veces menos dinero que Cataluña y 11 veces menos dinero que el País Vasco, y en situación similar quedaron Extremadura (14 veces menos que Cataluña) o Castilla-La Mancha(12 veces menos), pero todo es infinitamente peor con el Estatut, donde el patriota social don José Luis Rodríguez Zapatero, ha cedido a los nacionalistas el 50% del IRPF, que es el único impuesto que redistribuye la renta de los ricos a los más pobres, junto con el 50% del IVA y el 58% de los impuestos especiales, lo cual supondrá, cuando esto sea trasladado al resto de CCAA, que el Estado perderá unos 20.000 millones de euros/año, es decir, el equivalente al conjunto de los presupuestos de los ministerios de Defensa, Fomento, Justicia, Exteriores, Educación y Ciencia, Economía y Hacienda, Agricultura e Industria y Comercio, y ademas la cesta fiscal se revisara al alza en 5 años. Para compensar esta canallada histórica, el señor Solbes, si es que no tiene la decencia de dimitir, tendrá que echar mano del Fondo de Suficiencia, lo que multiplicará el efecto devastador sobre las CCAA más pobres, y a entrar en un déficit público estructural. Adicionalmente el Estatut limita su aportación a sus nuevos vasallos a que Cataluña no pierda renta relativa, lo que significa que la absoluta incompetencia en la gestión de los nacionalistas la pagará lo que quede de España; y lo que ya es el colmo, sólo aportarán dinero si están conformes en cómo lo gastamos, y no lo aportarán para unas Fuerzas Armadas que tengan la misión de defender la unidad de España y sus fronteras geográficas. Además, se comprometen a realizar 3.000 millones de inversión adicionales en Cataluña.

Para culminar tanta ignominia, Zapatero entregará a los nacionalistas el control efectivo de todas las fuentes energéticas, petróleo, gas y electricidad, el santasanctórum de una sociedad moderna, tanto es así que ha cedido 7.000 millones de euros de los fondos estructurales europeos, destinados a Andalucía y Extremadura fundamentalmente, con tal de que los nacionalistas consigan este control. Y como el grado de pillaje y desvergüenza no tiene límite, el responsable de Comercio del tripartito hace un llamamiento a los catalanes a consumir «productos de proximidad», es decir, al boicot a los productos del resto de España, y amenaza con las penas del infierno si se hace lo mismo con los productos catalanes en otras CCAA. Desde los hijos de Witiza en la batalla de Guadalete en el 19 de julio de 711, nadie había perpetrado un acto de alta traición con unas consecuencias de daño profundo y duradero para su patria, como la que está en vías de cometer Jose Luis Rodríguez Zapatero, si es que quienes juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución, incluidos los líderes socialistas, no se lo impiden.