La tecnología que rescata empleos

Estamos en una era de ansiedad debido a la eliminación de empleos como resultado de la automatización, en la que funestos encabezados presagian que el auge de robots hará obsoletas categorías enteras de trabajo. Sin embargo, esta actitud fatalista da por sentada nuestra incapacidad para aprovechar lo que nosotros mismos hemos creado para mejorar nuestras vidas, y, de hecho, nuestros trabajos.

Las plataformas de talento en línea son un buen ejemplo del potencial de la tecnología para resolver nuestras inquietudes laborales. Las plataformas digitales ya han logrado transformar varios sectores de la economía. Así, mercados en línea como Amazon o Alibaba han modificado las características del comercio minorista, en parte gracias a la transformación del carácter local de los mercados minoristas.

Las plataformas de talento en línea aplican un concepto similar al mundo del trabajo, con resultados análogos. La creación de mercados de trabajo regionales, nacionales e internacionales permite a los empleadores acceder a bases de talentos más extensas, y amplía el universo de posibilidades para los solicitantes de empleo. De esta manera, han transformado la búsqueda tradicional de empleo, y ahora se están acercando a la masa crítica necesaria para modificar las cifras del empleo.

Estas plataformas se presentan en distintas modalidades. Sitios web como LinkedIn, Monster.com o Indeed.com, que relaciona perfiles buscados recíprocamente entre empleadores y empleados para cubrir puestos de trabajo tradicionales, ya ha atraído a cientos de millones de usuarios y a muchas de las empresas líderes del mundo, y su influencia sobre la economía es preponderante. Pero también existen los mercados digitales de la economía colaborativa (“gig economy”), que permiten a los trabajadores independientes acceder a encargos laborales, que van desde el diseño de sitios web hasta el transporte de pasajeros, lo que reduce así el capital y la mano de obra subutilizados.

Las plataformas digitales hacen transparentes y eficientes a los mercados, que es precisamente el cambio que necesita el mercado laboral actual. En muchos países, ente un 30 y un 45 por ciento de la población en edad de trabajar está desempleada, inactiva o trabaja a tiempo parcial, mientras que las empresas se lamentan de las dificultades para cubrir puestos vacantes en diversas áreas, desde la tecnología hasta la atención de la salud. Y los que están empleados se encuentran a menudo atrapados en puestos que no les permiten sacar el máximo partido de sus habilidades. Estas cuestiones representan una asombrosa pérdida de potencial humano y económico.

Los problemas derivan de la presentación básica, incompleta y geográficamente restringida que los mercados laborales ofrecen de las habilidades buscadas. Como resultado, elucidar la trayectoria educativa, la capacitación y la carrera profesional requiere de una gran dosis de especulación. Esto no solo perjudica a los trabajadores sino también a las empresas, que no ven satisfechas sus necesidades.

Las plataformas de talento en línea pueden aumentar la eficiencia del mercado laboral al incorporar datos agregados sobre los candidatos y ofertas de trabajo en áreas geográficas más amplias, a fin de informar a los trabajadores las ofertas de trabajo más recientes, así como las acciones que pueden tomar para hacer un trabajo más gratificante. Esta dinámica pude ser particularmente interesante en Europa, donde las perspectivas de empleo difieren radicalmente de un país al otro (y entre regiones dentro de los países), y donde muchas personas se sienten atrapadas en economías locales estancadas. Es poco probable que una persona se traslade de España a Swazilandia, incluso por un empleo ideal, pero esa misma persona podría aceptar una mejor puesto en un lugar menos lejano.

Además, al facilitar la rapidez de correspondencia entre empleador y trabajador, las plataformas de talento en línea acortan los periodos de desempleo, mientras que la creación de empleos parciales flexibles permite colocar un mayor número de trabajadores inactivos en el mercado laboral y ayuda a los trabajadores de tiempo parcial a aumentar sus horas de trabajo. Al mismo tiempo, al hacer una buena correspondencia entre el perfil del trabajador y el puesto, estas plataformas incrementan la productividad.

En resumen, si bien las plataformas de talento en línea no son capaces de impulsar una demanda débil en economías avanzadas o resolver problemas complejos de desarrollo en los países emergentes o crear mejores empleos en todos los ámbitos, pueden tener una gran influencia en cuestiones aparentemente insolubles como el desempleo, el subempleo y la baja satisfacción laboral. Según un reciente estudio de investigación del Instituto Global McKinsey, estas plataformas podrían incrementar el PIB mundial hasta en 2,7 billones de dólares anuales para 2025, lo que equivaldría a incorporar otro Reino Unido a la economía mundial.

Gran parte del impacto de las plataformas de talento en línea deriva de la utilización de la tecnología para superar asimetrías de información que perjudican el rendimiento del mercado laboral. En el pasado, estas deficiencias podían paliarse solo parcialmente mediante señales de información adecuada. Sin embargo, las plataformas de talento en línea permiten agregar cantidades más grandes información, aumentando así la incorporación eficiente de un mayor volumen de información, y por ende la densidad de los señales.

Gracias a la expansión de los datos, las empresas pueden utilizar análisis predictivos para identificar el mejor candidato para un puesto específico. A su vez, los solicitantes de empleo pueden enriquecer sus antecedentes educativos y profesionales agregando muestras de su trabajo y recomendaciones de colegas y clientes, revelando así de manera más eficaz su potencial a los empleadores.

Además, las plataformas que agregan información de opiniones anónimas de empleados y ex empleados, sirve a las personas para tener una mejor idea de lo que significa trabajar para una determinada empresa y del salario al que se pueden y se debe aspirar. De esta manera, la mayor difusión del nivel de satisfacción de los empleados somete a las empresas a una mayor presión para asegurar buenas condiciones de trabajo si desean reclutar el personal que necesitan.

Hasta el momento, los más beneficiados por estos cambios han sido los profesionales formados y capacitados de economías avanzadas. De hecho, probablemente los ingenieros y diseñadores de software más buscados ya no necesiten postular a ningún puesto, pues las empresas recurren cada vez más al reclutamiento "pasivo", lo que obliga muchas veces a los empleadores a aumentar los salarios de los trabajadores que desean retener.

Pero no todas son buenas noticias. Ahora que los empleadores cuentan con nuevas herramientas de reclutamiento y evaluación, pueden reemplazar más fácilmente a los trabajadores poco calificados, lo que podría agravar la disparidad de ingresos en el corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, se puede diseñar un mejor sistema global de perfeccionamiento de habilidades, que sería esencial para facilitar la movilidad ascendente.

En este sentido existe otra ventaja: a medida que aumenta la transparencia de los resultados académicos y programas de estudio asociados a instituciones especificas, los proveedores de educación y formación serán más responsables de la preparación de sus estudiantes para una vida próspera y productiva.

Con las ocho mil millones de suscripciones a teléfonos inteligentes previstas para el año 2025, las plataformas de talentos contarán con un enorme campo de expansión hacia diferentes regiones y sectores, y en tanto continúe la evolución de las nuevas tecnologías, estas pueden llegar a cambiar el mundo del trabajo de maneras hasta hoy insospechadas. Después de todo, parece que aún hay optimismo en el tema del mercado laboral.

Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at NYU’s Stern School of Business, Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign Relations, Senior Fellow at the Hoover Institution at Stanford University, Academic Board Chairman of the Fung Global Institute in Hong Kong, and Chair of the World Economic Forum Global Agenda Council on New Growth Models. He was the chairman of the independent Commission on Growth and Development, an international body that from 2006-2010 analyzed opportunities for global economic growth, and is the author of The Next Convergence – The Future of Economic Growth in a Multispeed World.
James Manyika is the San Francisco-based director of the McKinsey Global Institute.
Traducción de Kena Nequiz.

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