La UCJC, en busca de la excelencia

ABC viene realizando una importante labor de clarificación en el notorio asunto del doctorado de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, hoy presidente del Gobierno de España. Al mismo tiempo, sin embargo, este periódico ha publicado diversas columnas de opinión en las que se culpa a la Universidad Camilo José Cela (UCJC) de posibles irregularidades en esa colación y se le exige que les ponga remedio con medidas que no están en su poder el aplicar. Así, una Tercera del 8 de octubre pasado del señor Pérez-Orive sostenía que esa Universidad no tomaba medidas «por miedo a las amenazas del poder». Igualmente, el pasado día 18 se publicaba el extracto de una columna de don Santiago Mora Velarde, aparecida el día anterior en otro medio, que sostenía que la UCJC faltaba a la verdad al afirmar que, en la concesión de ese título de doctor, se había cumplido la normativa vigente en todos sus extremos. Como catedrático de Economía que soy en la Escuela Internacional de Doctorado de la UCJC, siento que ello puede afectar mi reputación y honor personal, por lo que me atrevo a corregir las afirmaciones de los señores Pérez-Orive y Mora Velarde.

Don Pedro Sánchez había cursado las asignaturas de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. En el curso 2009/2010 se matriculó en la UCJC para realizar y presentar su tesis doctoral, lo que hizo en noviembre de 2012, con el cumplimiento de todas las formalidades necesarias. Pese a que la legislación había cambiado en 2011, una disposición transitoria determinaba que lo aplicable al señor Sánchez era el RD 1393 de 2007, que no imponía la obligación de publicar la tesis digitalmente, como hay que hacer ahora. La tesis pertenecía a su autor y la Universidad no podía hacer otra cosa que poner a disposición del Ministerio de Educación el texto digitalizado, cuyo solo resumen se abría al público en la base digital Teseo. También facilitó la consulta pública del texto mecanografiado en su biblioteca. El señor Sánchez podría haber decidido, mucho antes de lo que lo hizo, activar el acceso a su tesis completa en formato digital. No fue así. Él sabrá por qué. Como director de numerosas tesis durante mi vida académica, me barrunto que quizás el trabajo pudiera parecerle uno de los del montón al que entonces era costumbre en la universidad española el conceder la máxima calificación con laxitud. A esa costumbre, que ahora gracias a la nueva legislación está cambiando, me he opuesto siempre a lo largo de mis cincuenta años de profesor. ¿Cuántas tesis habrá en España, de las 10.504 leídas en 2012, con más nota de la que cada uno de nosotros, en conciencia, pensaría que merecía? El señor Pérez-Orive pide que la UJCJ, como primera medida, convoque una comisión disciplinaria sobre el referido doctorado. El señor Mora va más lejos: se extraña de que la UCJC no haya retirado el título de doctor al señor Sánchez, como dice que ha hecho la Universidad de Barcelona en otro caso de plagio. La situación y remedios no son como los describen. Fue ante la denuncia del autor plagiado cuando la UB hubo de abrir una investigación y, tras tres años de incidencias y retrasos diversos, proponer a la Administración la retirada del título. No sabemos si esta retirada se ha hecho por fin efectiva. Las universidades no conceden los títulos de doctor, sino que lo hacen el Rey y, en su nombre, el Ministerio correspondiente. La retirada del título en todo caso está sujeta a procedimiento contencioso-administrativo. Por lo que se refiere al señor Sánchez, la UCJC no ha recibido ninguna denuncia de los presuntos plagiados, lo que imposibilita la apertura de expediente alguno. La polvareda política levantada alrededor de la tesis del señor Sánchez hace injustificado daño a la joven Universidad Camilo José Cela, que desde su fundación en el año 2000 ha estado madurando como universidad y buscando incrementar cada año su excelencia académica. Los nuevos estudios de doctorado que venimos organizando desde hace tres años y el próximo lanzamiento de una maestría de «Economía y negocios internacionales», actividades a las que dedico gran parte de mis esfuerzos, pueden verse dañados por la ligereza del señor Sánchez y las imprecisiones de los señores Pérez-Orive y Mora.

Pedro Schwartz, catedrático en la Escuela Internacional de Doctorando de la UCJC.


Le contesta Santiago Mora Velarde, notario: Réplica a la Universidad Camilo José Cela.

1 comentario


  1. si el esfuerzo no tiene valor, es que somos unos irresponsables.

    no hay escape, o lo hay, o estamos cayendo a un ostracismo sin sentido.

    lo siento, habrá que buscar la Esperanza, por otras medidas.

    bona nit

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