La verdad de España

En ABC, en su ‘Tribuna Abierta’, días pasados, manifestábamos que «necesitamos hombres y mujeres que amen a España y que estén dispuestos a vivir y anunciar la verdad de Dios». Para amar a España hay que conocerla y Julián Marías escribe que a España se la puede mirar y conocer de muchas maneras, desde perspectivas distintas y con intenciones diversas.

José María Pemán, en su libro ‘La Historia de España contada con sencillez’, escribe «la vida de España ha sido como un drama, dividido en tres actos: en el primero, España se hizo a sí misma y consiguió formar una patria, venciendo sus divisiones internas y las invasiones de fuera, acto que duró hasta los Reyes Católicos. En el segundo, esta unidad, fuerte y segura, se extiende por el mundo: descubre América, domina gran parte de Europa y logra un gran Imperio; es la época de los siglos XVI y XVII, el Siglo de Oro español, un periodo de florecimiento del arte y la literatura en España, con el auge y posterior declive de la dinastía de los Austrias. En el tercero, España tiene que defender la unidad y grandeza que ha conseguido, contra todos los enemigos que la atacan y contradicen su esencia y motivación espiritual; es la época de los siglos XVIII, XIX y XX.

Ricardo de la Cierva, en su libro ‘Historia total de España’, afirma que «nadie ha puesto en duda la historia de España, aunque con significados diferentes: en la época del Rey Sabio era un conjunto de reinos, unidos por la fe cristiana, con el común objetivo de recuperar todo el territorio peninsular perdido por la invasión musulmana. En la Edad Moderna poseía reinos y enclaves significativos en Europa y se proyectaba sobre la inmensidad de los reinos de las Indias y algunos archipiélagos del lejano océano Pacífico. Existía un sentimiento nacional de plenitud, una relación positiva de los españoles con su historia que no se quebró durante el convulso siglo XIX, durante el cual España perdió América; pero los historiadores prefirieron guardar un profundo y dolorido silencio sobre dicha pérdida y dedicarse al relato de la victoriosa guerra contra Napoleón, aunque España quedó arrasada y dividida».

Ricardo de la Cierva afirma en el referido libro que «la Historia de España, hoy día, está desdibujada por tres motivos: el primero, porque se ha perdido el sentido nacional de España, por el problema vasco y catalán. El segundo, porque se identifica la idea de España con el régimen de Franco. Y el tercero, por la violación consciente y programada de la historia de España, por comunistas, socialistas radicales, nacionalistas, separatistas y proetarras».

El periodista Antonio Zarzalejos, en su libro ‘Mañana será tarde’, de 2015, señala con valentía y alteza de miras los cinco focos que hoy día amenazan la unidad y la paz de España: la corrupción, la Corona, el País Vasco, Cataluña y el periodismo. Y José Mará Marco, escritor y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, en su libro ‘Diez razones para amar a España’, de 2019, afirma «que ha llegado la hora de decir que nos sentimos orgullosos de ser españoles, porque conocemos la verdad de España y la amamos».

Orgullosos de ser españoles, sabiendo que España no es lo mejor del mundo, ni lo peor; somos lo que somos, con nuestras luces y sombras, con nuestras virtudes y defectos, sabiendo que ser español es algo más que haber nacido en España, sintiendo el orgullo de pertenencia a una Nación plural y diversa, con un proyecto de vida en común basado en la libertad, la igualdad, la justicia, la paz, el bienestar y la felicidad de las familias. «Luz de Oriente y Occidente», como la definiera san Isidoro de Sevilla.

Juan Reig es inspector de trabajo.

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