Las medidas palestinas en la ONU como alternativa a las negociaciones

El 17 de diciembre, Saeb Erekat, jefe del equipo negociador palestino, publicó en la edición en papel de este diario un artículo repleto de críticas punzantes hacia Israel con el fin de justificar su llamamiento a la adopción de medidas unilaterales como la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU (votada el 30 de diciembre) o el reconocimiento del Estado palestino. Estas medidas no contribuyen de ninguna manera a promover la solución de dos estados.

Erekat, que ha participado en todas las rondas de negociaciones entre Israel y los palestinos, sabe perfectamente que en cada una de esas rondas Israel se ha tomado muy en serio la consideración de las posiciones palestinas y la promoción de un acuerdo que permita la existencia de dos estados para dos pueblos, uno palestino y otro judío, conviviendo en paz y seguridad.

Erekat sabe que en las últimas dos rondas, quien encabezó la delegación de negociación israelí fue una mujer plenamente comprometida con la solución de dos estados. Yo mismo estuve al frente del gabinete político de la entonces ministra de asuntos exteriores Livni durante las negociaciones llevadas a cabo en 2007-2008 y tanto Saeb Erekat como yo sabemos que aquellas negociaciones permitieron un mayor acercamiento entre las partes.

Las deliberaciones se truncaron no a causa del rechazo israelí sino porque una y otra vez, en 2000, 2007 y 2014, en el momento de la verdad, cuando fueron presentadas propuestas trascendentes por parte de Clinton (2000), Olmert (2007) y el Secretario de Estado Kerry (2014), los representantes palestinos se negaron a dar respuesta y recurrieron a la violencia y a una campaña política contra Israel.

En 2000 los palestinos respondieron al plan de Clinton con una intifada mientras respaldaban a Hamás con autorizaciones y armas para llevar a cabo actos de terrorismo (actualmente está publicando un líder de Hamás información sobre el apoyo de la Autoridad Palestina a sus actividades terroristas en aquella época). El año pasado, a la propuesta de principios de marzo de 2014 del Secretario de Estado Kerry, los palestinos respondieron lanzando una campaña política internacional contra Israel y con la creación de un gobierno de unidad con la organización terrorista Hamás. El Hamás, tras firmar el acuerdo, secuestró y asesinó a los tres jóvenes judíos y comenzó el ataque contra Israel con el lanzamiento de cohetes y misiles desde Gaza.

A las falsas acusaciones sobre el asesinato del ministro palestino a pesar de la autopsia realizada por el Autoridad Palestina que determinó que murió de un ataque al corazón, se suman otras declaraciones incendiarias sin fundamento realizadas por los líderes de la Autoridad Palestina incitando a la violencia.

Erekat, que solicita en el artículo apoyo al derecho de autodeterminación palestino, se niega a aceptar el derecho a la autodeterminación del pueblo judío, el vínculo del pueblo judío con su tierra y el derecho a defenderse contra las organizaciones terroristas que intentarán convertir el territorio del futuro estado palestino en una base de lanzamiento de misiles y ataques contra Israel.

El intento palestino de imponer sus condiciones por medio de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o por el apoyo de los parlamentos europeos son un sucedáneo, una mala alternativa, a las indispensables negociaciones con Israel. Los palestinos prefieren esta vía porque no exige nada de ellos, y les permite evitar adoptar las decisiones difíciles necesarias para la creación del Estado. Por el contrario, las negociaciones con Israel requieren concesiones como el reconocimiento de Israel como Estado-nación del pueblo judío, el fin del conflicto, una respuesta a las preocupaciones de seguridad de Israel, etc...

Una y otra vez escuchamos a nuestros homólogos europeos decir que las decisiones sobre el reconocimiento del Estado palestino tienen por objetivo ayudar a reanudar las negociaciones entre israelíes y palestinos. Si uno lee atentamente el artículo de Saeb Erekat, no encontrará el más mínimo indicio de que estas decisiones vayan a permitir o contribuir a ese fin. ¿Y cómo van a contribuir si proporcionan a los palestinos una vía para soslayar las negociaciones al tiempo que ejercen una presión sobre Israel sin necesidad de que los palestinos hagan concesiones?

Las resoluciones del Congreso de los Diputados español y del Parlamento Europeo incluyen un mensaje importante: es imprescindible vincular el reconocimiento del estado palestino a las negociaciones con Israel. Sin embargo, los palestinos ignoran este mensaje, tan esencial, y tratan de continuar con su campaña unilateral, ahora en la ONU. Por eso creemos que tales resoluciones no contribuyen al avance hacia la paz.

El objetivo de esta actuación por parte de los palestinos no es reanudar las negociaciones, sino crear un ambiente de hostilidad entre Europa y su único aliado en Oriente Próximo, el único país con el que comparte los valores de la democracia, la libertad de expresión y de prensa, la igualdad de derechos para los ciudadanos independientemente de su origen, religión, género, etc.

Estas medidas no promueven las negociaciones ni promueven una solución política del conflicto; promueven la alternativa de la lucha y el odio entre los pueblos. Europa no debería contribuir a ello.

Los palestinos deben elegir entre el camino de la campaña política internacional, de la alianza con organizaciones terroristas y de la incitación al odio y a la violencia, o bien, el camino del diálogo, la negociación, la reconciliación y las decisiones difíciles. ¿Puede Europa ayudarles a adoptar las decisiones correctas?

Alon Bar fue Jefe de Gabinete de la Ministra de Asuntos Exteriores Tzipi Livni y es actualmente Embajador de Israel en España.

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