Las nuevas fronteras de la OTAN

Rota, en la costa atlántica española, es la primera vez que un barco de la Armada de Estados Unidos equipado con el avanzado sistema de defensa antimisiles Aegis estará estacionado en Europa en forma permanente.

El USS Donald Cook es el primero de cuatro destructores de la marina estadounidense que, con alrededor de 1200 marineros y otros miembros del personal, cumplirán un papel central en el sistema de defensa antimisiles de la OTAN. Pero la misión de estas naves no se agota allí: también participarán en operaciones de seguridad marítima, ejercicios conjuntos (bilaterales y multilaterales) y otras operaciones y despliegues de la OTAN, entre ellos el Grupo Marítimo Permanente de la OTAN.

La llegada del USS Donald Cook es un nuevo avance para la OTAN, para la seguridad de Europa y para la cooperación transatlántica. Es una clara demostración de la fortaleza del vínculo que une a Estados Unidos y Europa en la tarea de hacer frente a los complejos e impredecibles desafíos de seguridad de nuestro tiempo.

En la cumbre de Lisboa celebrada en noviembre de 2010, la OTAN decidió desarrollar un sistema de defensa antimisiles para proteger a la población, los territorios y las fuerzas de la OTAN en Europa. Desde entonces, el avance ha sido firme. En abril de 2012, la cumbre de Chicago de la OTAN fue escenario del anuncio de un paso importante, con la obtención de un primer nivel provisorio de capacidad de defensa, que se espera completar en los próximos años.

El sistema antimisiles de la OTAN tiene por objetivo defender a Europa de una amenaza real. Hay al menos 30 países en el mundo que cuentan con misiles balísticos o buscan obtenerlos. El conocimiento técnico para la fabricación de estas armas es cada vez más accesible y su rango de acción es cada vez mayor: ya hay ciudades europeas al alcance de ataques con misiles desde fuera de la región euroatlántica.

El USS Donald Cook y los otros tres destructores estadounidenses tienen sensores e interceptores avanzados capaces de detectar y derribar misiles balísticos dirigidos a Europa. Más adelante se irán agregando al sistema otros componentes importantes: más radares, sensores, interceptores y, sobre todo, más naves.

Mientras tanto, y gracias al enfoque adaptativo por fases de Estados Unidos para la defensa antimisiles en Europa, la OTAN ya cuenta con un potente radar en Turquía. También se comenzó a construir un centro de detección por radar e intercepción en Rumania. Polonia anunció planes de reforzar sus capacidades aéreas y de defensa antimisiles. Holanda está en proceso de modernizar cuatro fragatas dotadas de radares para dotarlas de capacidad antimisilística, y además ofreció sus sistemas Patriot. Otro tanto hizo Alemania.

Holanda, Alemania y Estados Unidos ya tienen misiles Patriot desplegados en la frontera suroriental de la OTAN, para ayudar a defender y proteger a Turquía de posibles ataques con misiles desde Siria. Y con la acogida a los cuatro destructores estadounidenses, España hace una contribución vital no solo al sistema de defensa antimisiles de la OTAN, sino también a la seguridad de toda la región del Mediterráneo.

Con el objetivo de vincular estos diversos recursos nacionales, la OTAN desarrolló y está en proceso de ampliar un avanzado sistema de comando y control en la base aérea de Ramstein en Alemania. El sistema ya puede conectar satélites, radares e interceptores para frustrar ataques con misiles, una capacidad que se tornará más compleja y ágil con el correr de los años. Esto es lo que hace de la OTAN algo único: ser la única organización multilateral capaz de combinar los sistemas más complejos de los países más capaces del mundo y hacer con ellos un todo eficaz.

Este despliegue es sobre todo un avance en la cooperación transatlántica, ya que las naves estadounidenses no representan solo capacidad militar. Cada una de ellas es un recordatorio de ocho mil toneladas del compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Europa.

Al mismo tiempo, el sistema antimisiles de la OTAN demuestra cómo los aliados europeos siguen comprometidos con la seguridad mientras desarrollan sus capacidades en esta área. Quiero pedir a todos los aliados que consideren el modo de ampliar su contribución a un sistema cuyo objetivo es defender a todos los europeos.

La defensa antimisiles es un preanuncio de una nueva forma de cooperación, donde a nuevas amenazas se responderá con nuevas capacidades. En las mismas fronteras donde una vez se alinearon tanques, hoy construimos un complejo sistema que requiere una amplia variedad de aportes tecnológicamente avanzados de muchos aliados, en tierra, mar y aire. El sistema de defensa antimisiles de la OTAN es una demostración de lo que es trabajar en equipo en el siglo XXI.

Anders Fogh Rasmussen is Secretary General of NATO and a former prime minister of Denmark. Traducción: Esteban Flamini.

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