Los 16 insultos del separatismo a las 16 víctimas de los atentados del 17-A

An Afghan National Army soldier keeps watch at a checkpoint on the Ghazni-Kabul highway on Aug. 14, 2018. (Mohammad Ismail/Reuters)
An Afghan National Army soldier keeps watch at a checkpoint on the Ghazni-Kabul highway on Aug. 14, 2018. (Mohammad Ismail/Reuters)

1. La pancarta de Plaza Cataluña y el esperpento de su (no) retirada

Se atribuye su autoría a la ANC y Òmnium Cultural, mostraba una foto del Rey boca abajo y fue la protagonista indeseable del día cuando Mossos d'Esquadra, Generalidad y Ayuntamiento se dedicaron a pasarse la pelota de la responsabilidad de su retirada frente a la mirada, atónita y dolida, de las víctimas.

Entre entrevista televisiva y entrevista televisiva, todas ellas excelentemente aprovechadas por Ada Colau y por los políticos nacionalistas, la pancarta se quedó donde estaba durante toda la mañana y fue descolgada a última hora de la tarde, en el momento exacto en el que desapareció la última cámara de TV de la plaza.

A fin de cuentas, la pancarta ya había cumplido su cometido: robarle el protagonismo a las víctimas.

2. La pancarta de Rambla Cataluña

Si la primera pancarta en aparecer era maleducada, la segunda era ofensiva. Porque fue colgada frente al mural del Pla de l'Ós de Joan Miró, el punto en el que las familias de las víctimas hicieron su ofrenda floral, y porque, una vez más, no pretendía solidarizarse con ellas, sino aprovechar de forma hipócrita la jornada para insultar al Rey atribuyéndole una hipotética responsabilidad en la venta de armas a Arabia Saudí.

En realidad, ni el Rey vende armas a Arabia Saudí (lo hacen, principalmente, empresas catalanas y vascas), ni los atentados requirieron más que una furgoneta (accesible a cualquiera), ni Cataluña es ajena a la venta de armas (la comunidad autonómica catalana es la que más armas exporta de España, junto con el País Vasco).

3. La tercera pancarta: "Sin ellos (sin los políticos presos) este acto es una estafa"

El remate final. Si las dos primeras pancartas pretendían disimular, esta directamente llamaba "estafadores" a las víctimas del terrorismo. Porque, ¿qué es aquel que participa voluntaria y activamente en una estafa? Los separatistas no suelen ser demasiado sutiles con un lenguaje que retuercen de forma grosera a su antojo, pero hasta ellos deberían de haberse dado cuenta de que esa pancarta insultaba a las víctimas y a sus familiares, provocando un dolor innecesario.

4. Lazos amarillos en el acto del jueves

Un gigantesco lazo amarillo presidió el jueves el acto de homenaje a los cuerpos y fuerzas de seguridad y de emergencia que actuaron ahora hace un año, durante y tras los atentados islamistas del 17-A. De nuevo, una forma de quitarle el protagonismo a los supuestos homenajeados para entregárselo, envuelto con un lazo, a presuntos criminales acusados de graves delitos contra la democracia.

5. La contramanifestación de los CDR

"Del pueblo para el pueblo" y "Cataluña no tiene Rey" eran los dos lemas principales de la contramanifestación organizada por los CDR. Ni rastro de mención a las víctimas, sepultadas bajo el habitual ombliguismo separatista. En la manifestación, que por cierto pinchó en asistencia, había tantos carteles de "respeto a las víctimas" como de "stop al tráfico de armas". Lo de menos fueron los familiares de los asesinados por los islamistas.

6. Los halagos de la consejera de Cultura catalana a Otegi

Sólo dos días antes del homenaje a las víctimas del terrorismo islamista, la consejera de Cultura de la Generalidad catalana se deshizo en elogios hacia Arnaldo Otegi, condenado a su vez por pertenencia a una banda terrorista. La consejera le daba en un tuit las gracias a Otegi por escribir unos cuantos mensajes sobre la Guerra Civil española "a pesar del dolor y de la rabia". Irónicamente, la consejera no se refería al dolor y la rabia de las víctimas de Otegi, sino al supuesto dolor y la supuesta rabia del propio Otegi tuiteando sobre algo que ocurrió el siglo pasado.

7. La entrevista a un prófugo de la Justicia y sus habituales insultos a la democracia española

Entrevistado por Catalunya Ràdio, Carles Puigdemont aprovechó para reprochar al Parlamento español "no haber estado al lado de las víctimas”. “Es muy grave que no haya habido el más mínimo respeto por las víctimas por parte del Parlamento español. Y muchos de esos partidos hoy se presentan hoy en los homenajes”. Nadie sabe de qué estaba hablando en realidad Puigdemont, pero hace ya tiempo que el prófugo de Waterloo actúa sólo para aquellos de sus seguidores que flotan dos palmos por encima de la realidad.

8. La presencia de Laura Masvidal en primera fila de los actos de homenaje

Laura Masvidal no ostenta ningún cargo institucional, municipal o autonómico, y no tiene ninguna relación con las víctimas del terrorismo. Pero, aún así, se la pudo ver en la primera fila de todos los actos oficiales llevados a cabo durante la mañana del viernes, arrastrada del brazo por Quim Torra. ¿El motivo para ello? Ser la mujer de Joaquim Forn, exconsejero de Interior del Gobierno regional catalán, actualmente encarcelado en la prisión de Lledoners.

Pese a los nervios, evidentes en las imágenes de televisión, Masvidal no dudó en decirle al Rey: "No soy yo la que debería estar hoy aquí". El Rey hizo caso omiso de la salida de tono, saludó amablemente a Masvidal como a cualquier otro figurante en busca de protagonismo y ahí quedó la cosa. Masvidal tuvo lo que deseaba, su pequeña cuota de cámara a costa de las víctimas del terrorismo, y el resto es historia.

9. Los gritos contra el Rey

No por esperados, menos insultantes. Y más que para el Rey, para los homenajeados. Los gritos fueron, eso sí, acallados por ciudadanos que pidieron respeto por las víctimas del atentado.

En honor a la verdad, también hubo gritos de algunos exaltados que, creyendo defender al Rey, insultaron a las víctimas. Pero fueron menos y, desde luego, no tuvieron el apoyo de ninguna institución o partido con dos dedos de frente.

10. Torra deseándole "suerte" a los CDR

Torra, que consideraba tan legítimo el homenaje oficial a las víctimas como la contramanifestación organizada por los CDR para insultar la memoria de esas víctimas, deseo suerte a los convocantes de esta última y legitimó así la doble vía institucional habitual en la Cataluña del proceso secesionista: el habitual paripé nacionalista con el que se pretende guardar las formas y no tensar demasiado la cuerda, y el paripé extraoficial destinado a reventar la convivencia y enrarecer el ambiente. Pasando, además, por encima de quien sea y a costa de lo que sea. En este caso, de la vergüenza ajena.

11. Las valoraciones sobre la situación penal de Joaquim Forn

En medio del previsible discurso de agradecimiento a Mossos d'Esquadra y los profesionales de la sanidad, la seguridad y las emergencias por su actuación durante el 17-A de 2017, Quim Torra coló un comentario extemporáneo sobre la situación judicial de Joaquim Forn, que el presidente de la Generalidad calificó de "injusta".

Probablemente fuera esta la primera vez que un alto cargo institucional de una democracia europea aprovecha el acto de homenaje a las víctimas de un atentando terrorista para colar su cuña de propaganda electoral. Y en defensa de presuntos delincuentes, nada más y nada menos.

12. El acto frente a la prisión de Lledoners y la llamada de Torra a "atacar" al Estado español

Concebido como un acto de desagravio por la "injusticia" de su encarcelamiento, la concentración frente a la prisión de Lledoners, donde se encuentran encarcelados siete de los procesados por el presunto golpe del Estado catalanista del pasado mes de octubre, se convirtió en nuevo aquelarre separatista.

Torra incluso se permitió el lujo de llamar a los ciudadanos a "atacar" al Estado español en su discurso. "No nos tenemos que defender de nada, hemos de atacar al Estado español" fueron sus palabras. No precisamente las que se esperan de un dirigente político el día en que se homenajea a las víctimas del terrorismo.

Ayer, sábado, Albiol le reprochó a Torra su agresividad y este reaccionó de la manera que puede verse en las siguientes imágenes:

13. La chapa de Quim Torra

Tan solo por unas horas, Quim Torra se deshizo de su sempiterno lazo amarillo… para sustituirlo por una chapa con la cara de Joaquim Forn. Si el objetivo era "despolitizar" el acto de homenaje a las víctimas, Torra fracasó miserablemente en su afán.

"Llevaba una chapa de Joaquim Forn para simbolizar la indecencia que representa que tengamos presos políticos. Cada día tenemos que denunciarlo" dijo Torra en declaraciones a la emisora de radio Rac1. Y "cada día" es "cada día" para el presidente de la Generalidad. Incluso el del homenaje a las víctimas del terrorismo.

14. Ada Colau, de perfil, para no perder la costumbre (al igual que los Mossos d'Esquadra)

Ada Colau se sacudió la responsabilidad de la retirada de la pancarta de plaza Cataluña con una manida alusión "al día de las víctimas". "Este no es un día para hacer política", dijo. Y tenía razón. Por eso la pancarta debería haber sido descolgada. Pero Ada Colau tomó partido por inacción y permitió que la pancarta ondeara sin problemas durante toda la mañana y parte de la tarde del viernes. Al final, fueron los propios activistas que habían colgado la pancarta los que decidieron retirarla.

Tres cuartos de lo mismo hicieron los Mossos d'Esquadra, que silbaron y miraron al infinito cuando se les pidió descolgar la pancarta. Su argumento fue el de que "no suponía riesgo para los bienes y las personas". En realidad sí lo suponía puesto que la pancarta provocaba puntos ciegos de seguridad en la cobertura de la plaza. Pero a estas alturas, en Cataluña, ¿quién va a pedir dimisiones por ello?

15. La bandera española de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez se ha creído esa mentira del nacionalismo catalán que dice que todos los catalanes son en realidad pedazos, sin voluntad propia, del mismo cerebro. Es decir, que son "un único pueblo". Y de ahí que ocultara la bandera española en la traducción al catalán de uno de sus tuits (cuando esa bandera aparecía, claramente visible, en el original en español). ¿El motivo? La creencia, irracional e infundada, de que los catalanes no soportan la visión de su bandera de la misma manera que los vampiros no soportan la luz del sol.

16. La habitual paranoia conspiracionista

En la cabeza de los más hiperventilados del separatismo, los atentados del 17-A fueron propiciados/alentados/diseñados por el CNI para perjudicar el proceso independentista. "Exigimos saber el vínculo del imán de Ripoll con el CNI" dijeron Torra y Puigdemont durante su entrevista matinal con Catalunya Ràdio. "¿Por qué esta información vital se ocultó a la policía catalana? La policía no tenía la información, y lo debería haber tenido. Si no tiene las herramientas adecuadas no podemos prestar el servicio debido en un derecho fundamental en democracia, que es la seguridad" añadió Puigdemont.

Cristian Campos

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