Los alcaldes de Nueva York, París y Londres le damos la bienvenida a los refugiados

Dos mil quinientos chalecos salvavidas utilizados por refugiados durante la travesía entre Turquía y la isla griega de Chios expuestos frente al parlamento británico en Londres el 19 de septiembre de 2016 durante una acción para recordar el número de personas fallecidas en el mar tratando de llegar a Europa. Daniel Leal-Olivas/Agence France-Presse — Getty Images
Dos mil quinientos chalecos salvavidas utilizados por refugiados durante la travesía entre Turquía y la isla griega de Chios expuestos frente al parlamento británico en Londres el 19 de septiembre de 2016 durante una acción para recordar el número de personas fallecidas en el mar tratando de llegar a Europa. Daniel Leal-Olivas/Agence France-Presse — Getty Images

Muchos líderes mundiales se reunirán en Nueva York esta semana para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y el primer punto en su agenda es una crisis de refugiados que ha alcanzado un nivel de urgencia no visto desde la Segunda Guerra Mundial. La Cumbre de las Naciones Unidas sobre Refugiados y Migrantes y la Cumbre de Líderes sobre Refugiados del presidente Obama representan un momento decisivo que pone bajo los reflectores internacionales la necesidad de una respuesta efectiva a una crisis humanitaria en aumento.

Nuestra perspectiva compartida está basada en una conciencia fría sobre los peligros que enfrentamos. En un momento inmediatamente posterior a la explosión de un dispositivo en Chelsea, Nueva York, y otros ataques en ciudades de todo el mundo, reconocemos que la seguridad de todos nuestros residentes es una prioridad para las grandes sociedades democráticas y abiertas. No es correcto caracterizar a las comunidades de inmigrantes y refugiados como radicales y peligrosas. Por lo tanto, debemos seguir buscando un acercamiento inclusivo en cuanto al reasentamiento para combatir la creciente ola de lenguaje xenófobo en todo el mundo. Ese tipo de lenguaje solo provocará más marginación de nuestras comunidades de inmigrantes y, además, no nos dará más seguridad.

Como alcaldes de tres grandes ciudades del mundo —Nueva York, París y Londres— convocamos a los líderes del mundo que se reúnen en las Naciones Unidas para que actúen con decisión con el objeto de dar alivio y asilo seguro a los refugiados que huyen de conflictos y a los migrantes que escapan de dificultades económicas, así como de apoyar a quienes ya están haciendo esta labor.

Nosotros también haremos nuestra parte. Nuestras ciudades se comprometen a seguir defendiendo la inclusividad, y por eso los servicios de apoyo y programas de nuestras ciudades ayudan a que todos los residentes —incluyendo nuestras diversas comunidades de inmigrantes— se sientan bienvenidos, de manera que se sientan parte de nuestras grandes ciudades.

En Nueva York y París, por ejemplo, los programas municipales de registro e identificación han tenido un gran éxito en dar un mayor sentido de pertenencia a los inmigrantes y permitir que servicios como cuentas de banco y beneficios para veteranos, así como recursos de las ciudades, como bibliotecas e instituciones culturales, tengan más éxito. En menos de dos años, el programa municipal de registro e identificación de Nueva York, conocido como IDNYC, ha registrado a más del 10 por ciento de la población total de la ciudad y ha obtenido un gran reconocimiento por parte de una diversa coalición de miembros de la comunidad, defensores y socios institucionales.

Programas como IDNYC construyeron ciudades más seguras porque los inmigrantes y refugiados saben que son incluidos y los gobiernos los reconocen. En Nueva York, el Departamento de Policía fue un aliado crucial al establecer el programa municipal de registro e identificación, pues es más probable que los residentes reporten crímenes cuando tienen una identificación que las fuerzas del orden aceptan. En París, nuevas medidas como la Carta Ciudadana y el presupuesto participativo (el cual permite que los parisinos decidan cómo asignar un porcentaje del gasto anual de la ciudad) ofrece la oportunidad a todos los residentes de participar en la vida cívica y convertirse en accionistas locales, sin restricción alguna.

Invertir en la integración de refugiados e inmigrantes no solo es lo correcto, también es lo más inteligente que se puede hacer. Los refugiados y otros residentes de origen extranjero aportan habilidades requeridas y mejoran la vitalidad y el crecimiento de las economías locales; además, su presencia ha beneficiado durante mucho tiempo a nuestras tres ciudades.

En Nueva York, casi la mitad de todos los propietarios de pequeños negocios son inmigrantes que contribuyen a la base tributaria y expanden las oportunidades de empleo de otros neoyorquinos. Hace poco, Londres comenzó una campaña publicitaria: #LondonIsOpen, que enfatiza historias de éxito similares, a partir de los tres millones de londinenses que nacieron en el extranjero y contribuyen a la creatividad, vitalidad y espíritu emprendedor de la ciudad.

Nuestras ciudades también están al frente de la batalla para ayudar a que quienes huyen de la violencia o la persecución tengan una conexión con los servicios básicos, que a menudo salvan vidas. París es una de las primeras grandes municipalidades en abrir un centro de refugiados en el corazón de la ciudad. Comenzando en octubre, el centro ofrecerá servicios y satisfará necesidades básicas, además de proveer apoyo administrativo a 400 refugiados. Nueva York ha designado a representantes de la ciudad en la corte de inmigración para conectar con los servicios de salud, educación y otros a los miles de niños centroamericanos que llegaron sin la compañía de un adulto y buscan asilo. El año pasado los distritos de Londres brindaron apoyo a más de mil niños solos que buscaban asilo, y la ciudad ahora está desarrollando nuevas maneras de trabajar con las comunidades para ofrecer apoyo a refugiados desplazados.

Sabemos que las políticas que aceptan la diversidad y promueven la inclusión tienen éxito. Hacemos un llamado a los líderes del mundo para que adopten un espíritu similar de bienvenida y colaboración en nombre de los refugiados de todo el mundo durante la reunión cumbre esta semana. Nuestras ciudades están unidas en el llamado a la integración. Es parte de quiénes somos como habitantes de ciudades diversas y prósperas.

Bill de Blasio es el alcalde de Nueva York. Anne Hidalgo es la alcaldesa de París. Sadiq Khan es el alcalde de Londres.

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