Los corruptos hilos con los que Maduro amarra al Parlamento venezolano

Nicolás Maduro ha lanzado un nuevo zarpazo contra la Asamblea Nacional. A las artimañas judiciales, el acoso contra los parlamentarios opositores o la imposición de una Asamblea Nacional Constituyente paralela en 2017, entre otras prácticas para desconocer al congreso dominado por la oposición desde 2016, el presidente venezolano sumó una oscura maniobra que desnuda hasta dónde llega la corrupción y el uso político que es capaz de darle.

En 2016 Maduro creó el programa de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) para “salvar” a la población, golpeada severamente en ese entonces por el desabastecimiento en los mercados y la voraz inflación que finalmente derivó en hiperinflación. Ha sido, en la práctica, una venta subsidiada de alimentos de bajísima calidad que aumentó el control del Gobierno sobre la población y la dependencia de la gente al Estado para poder comer. Los CLAP también han sido una fuente de corrupción que, además de enriquecer a empresarios cercanos a Maduro, inundó la política hasta permitir al chavismo pretender imponer un presidente títere en el parlamento.

En Armando.info revelamos en 2017 la participación en el programa de los CLAP del empresario colombiano Alex Saab Morán. En Estados Unidos consideran a Saab Morán como el testaferro de Nicolás Maduro. En 2019 fue sancionado por el Departamento del Tesoro americano junto a familiares y socios, y fue acusado, casi en simultáneo, por lavado de dinero en un tribunal de Florida por sus negocios con el chavismo desde los tiempos de Hugo Chávez. Los tres editores del medio y yo tuvimos que exiliarnos tras sufrir amenazas y acoso judicial por esas investigaciones. Desde el exterior hemos continuado nuestro trabajo y el 1 de diciembre publicamos un reportaje que dejaba al desnudo la conexión del empresario colombiano con parlamentarios opositores, encabezados por Luis Parra, el mismo a quien ahora el chavismo reconoce como presidente del Parlamento.

El reportaje causó un estruendo entre la oposición y fue celebrado ampliamente por el chavismo al revelar corrupción en el entorno de Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como mandatario interino por cerca de 60 países. Sin embargo, este 5 de enero, en la sesión que debía escogerse la directiva del Parlamento del último año de este período legislativo, el chavismo, junto a otros disidentes opositores, varios de ellos también señalados en la trama de favores a Alex Saab, apoyó a Luis Parra para destronar a un Guaidó al que ni siquiera se le permitió entrar a una rocambolesca sesión parlamentaria.

Tras la publicación, varios diputados opositores reconocieron que estaba en marcha un plan de sobornos para votar en contra de Guaidó el 5 de enero y señalaron a este diario que diputados como el propio Luis Parra mostraban un “evidente” cambio de actitud. Desde el pasado domingo el cambio de bando de Parra es oficial.

La primera señal de su sumisión al chavismo fue cuestión de minutos. “Siéntate y nos quedamos todos aquí, nadie se va”, le ordenó Francisco Torrealba, jefe de la fracción del chavismo, justo después de que Parra se autoproclamó presidente sin que se conociera exactamente cuántos votos tenía a su favor y aún lucía desorientado ante el desconcierto reinante en el hemiciclo. En cambio, la “operación alacrán”, denominada en alusión a las tenazas que poco a poco intentaban sujetar a opositores, comenzó meses atrás desde que Luis Parra empezó a fraguar favores a Alex Saab, justo cuando varios países, además de los Estados Unidos, investigaban sus oscuros negocios con el chavismo.

La Guardia Di Finanza italiana, por ejemplo, anunció en noviembre la confiscación de activos valorados por unos siete millones de euros a la esposa y un hermano de Saab en el marco de una investigación por lavado de dinero. Parte de los favores de los parlamentarios opositores -ahora disidentes y encabezados por Parra-, a Alex Saab incluía viajes a Colombia o Bulgaria en 2019 para entregar cartas a nombre de la Comisión de Contraloría del parlamento en las que negaban cualquier investigación contra el empresario colombiano.

Para Alex Saab la venta de alimentos al Gobierno de Maduro ha sido un negocio millonario que en vista de su opacidad está siendo investigado en varias jurisdicciones. El esquema siempre es el mismo: el Gobierno de Maduro le otorga contratos millonarios a dedo a sociedades registradas en paraísos fiscales como Panamá y Hong Kong. Estas compran los alimentos en países como México o Turquía, desde donde los despachan a puertos venezolanos. Los pagos terminan yendo a países del Caribe o Liechtenstein, entre otros destinos. A raíz de la vigilancia y las investigaciones de varios en países en su contra, Alex Saab ha movido sus estructuras societarias a Turquía y algunos de los Emiratos Árabes.

Solo una de estas empresas de papel, denominada Group Grand Limited e inscrita en Hong Kong, obtuvo en 2018 al menos dos contratos por alrededor de 800 millones de dólares. Esta empresa fue denunciada en octubre de 2018 por la Procuraduría General de México (Fiscalía) por incurrir en ventas de alimentos a Venezuela de dudosa calidad y con sobreprecios. Maduro, en cambio, premió al grupo empresarial de Alex Saab. También le cedió activos estatales para la creación en toda Venezuela de las denominadas Tiendas CLAP, en la práctica supermercados privados. El empresario también ha recibido millonarios contratos para la construcción de obras y hasta logró que un exempleado suyo llegara a la presidencia de la estatal Minerven, encargada de explotar y comercializar el oro venezolano.

Del poder que tiene Saab en el Gobierno de Maduro habló en 2018 la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, aliada internacional del chavismo y amiga personal del empresario. “Él (Saab) está bien posicionado en Venezuela. No necesita de mí, habla más fácil con Maduro que con cualquiera”, declaró la legisladora al diario El Tiempo de Colombia.

Ahora se sabe que el brazo de Alex Saab terminó uniendo a Nicolás Maduro con el hasta 5 de enero diputado opositor Luis Parra para maniatar aún más al parlamento, la única institución que la mayoría de la comunidad internacional ve con legitimidad democrática después de la reelección de Maduro de mayo de 2018.

Roberto Deniz es periodista de investigación de Armando.info

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