Los desastres se cocinan a fuego lento

Se esperaba poder tener una recuperación económica en V. Sin embargo, la única V observable hoy en España es la de la segunda ola. Hay multitud de razones para ello. Muchas vulnerabilidades son estructurales y se venían cocinando a fuego lento; una salud pública debilitada, una atención primaria insuficiente, unas residencias infradotadas, un sector sanitario politizado y un presupuesto sanitario y social insuficiente han contribuido a empeorar la crisis.

Los muros de contención pandémicos se han roto uno tras otro. Resulta impactante esta desatención, ya que todas las grandes mejoras en expectativa de vida en la historia humana han sido gracias a intervenciones de salud pública. Esperemos que el siguiente presupuesto corrija esa tendencia histórica.

El último informe sobre los recientes y dramáticos accidentes en Indonesia y Etiopía del ­Boeing 737 Max es revelador. También se fueron cocinando a fuego lento. El informe indica que se fueron tomando en los últimos 10 años decisiones que culminaron en 346 muertos. En este caso también se rompieron varios muros defensivos, unos de ingeniería, otros de supervisión…

Más allá de identificar problemas, en este momento es aún más importante sugerir soluciones a corto y medio plazo.

En el corto plazo son conocidas las medidas necesarias. Debemos garantizar rápido más rastreadores, más test rápidos, mejor seguimiento de los aislados, microconfinamientos donde hay franca transmisión comunitaria, más atención primaria, mejores sistemas de información y mucha más unión política, interiorizando que la prioridad económica es controlar el virus. Con V epidémica no hay V económica.

Sin embargo, más allá de esas acciones inmediatas y más a medio plazo, sería positivo invertir en mejorar la capacidad de la gestión pública en España. Esta es una ocasión inmejorable para corregir la escasa cultura evaluativa en España y evitar tanto pensamiento único en el ámbito político. Con ese fin se propone la creación de un órgano para la salud y la sostenibilidad imitando la lógica de independencia y transparencia de AIREF, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal organizada en España después de la crisis de 2009. Esto permitiría documentar y mejorar de forma continua la gestión pública del sector salud y social, así como su relación cada vez más estrecha con el medio ambiente. Se podría llamar AIRES: Agencia Independiente de Responsabilidad en Salud. No sería una agencia de salud pública dependiente del Ministerio de Sanidad. Sería independiente y reforzaría el tejido democrático del país.

Por otro lado, es necesario recordar que los saltos virales de animales a humanos como el SARS-CoV2 son cada vez más frecuentes. Diez en los últimos 30 años. Habrá más, porque somos el perfecto caldo de cultivo. Para prevenir mejor, España también podría desarrollar un sistema de alerta epidémica temprana. Sería un sistema que reúna cualquier informe preliminar de importancia epidémica en tiempo real, las 24 horas del día, siete días a la semana, y así no depender únicamente de alertas de agencias internacionales.

Rafael Bengoa es el codirector del Instituto de Salud y Estrategia (SI-Health).

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