Los partidos políticos como instrumentos de democracia

La democracia interna de los partidos, o mejor dicho su ausencia, es uno de los temas clásicos de la ciencia política. Autores como Robert Michels o Max Weber han analizado las consecuencias que el tipo de organización de los partidos tiene para el funcionamiento de la democracia. No obstante, el análisis de las formas de democracia interna y sus efectos trasciende el ámbito del debate puramente académico. Se trata de una cuestión política relevante: dado que los partidos son la organización a través de la cual se representan los intereses de los ciudadanos, las transformaciones de su modelo organizativo tienen consecuencias importantes sobre cómo se ejerce la representación política.

En este trabajo se analizan las distintas vías existentes para democratizar el funcionamiento de los partido políticos. Hay dos aspectos claves de la vida interna de un partido que pueden democratizarse: la formulación de políticas y la selección de candidatos. La formulación de políticas se refiere a la definición de la línea política básica del partido y, sobre todo, a la elaboración del programa electoral. La democratización de la selección de candidatos se refiere a abrir procesos de elecciones primarias en las que los afiliados a los partidos puedan intervenir directamente en la elección de sus líderes.

Estas reformas suponen un cambio en el funcionamiento de los partidos. Como todo cambio, implica posibles beneficios, pero también cierta incertidumbre. Partidos más democráticos son más receptivos ante las demandas de los electores y les proporcionan una mayor información con la que evaluar a sus gobiernos. Pero también partidos más democráticos pueden visibilizar y profundizar las diferencias de opinión dentro del partido, y esto puede tener costes electorales. Muchos partidos han iniciado cambios democratizadores de este tipo, como el Partido Laborista británico. La experiencia de estas organizaciones nos enseña que el éxito o el fracaso de las reformas democratizadoras depende en gran medida de cómo se articulen.

Se realizan en este trabajo las siguientes propuestas con el fin de introducir reformas que democraticen el funcionamiento de los partidos:

  • Con respecto a la formulación de políticas, se propone que el debate sobre la dirección de la política se produzca teniendo en cuenta la opinión de diversos órganos del partido, incluidos, de manera directa o indirecta, los afiliados. Pero, para que el debate ideológico no genere una imagen de desunión ante los electores, es importante que este proceso se articule teniendo en cuenta a diversos órganos del partido en los que se discutan las propuestas de manera sucesiva.
  • Con respecto a la selección de candidatos, la experiencia de otros países ha demostrado que algunas modalidades de primarias pueden implicar mayores riesgos. Las primarias para la elección de las listas electorales en cada circunscripción son en este sentido especialmente arriesgadas porque debilitan la disciplina de voto. Sin embargo, no tienen consecuencias tan inciertas y sí pueden tener beneficios para la imagen del partido ante los votantes las primarias para la elección del líder del partido. Es importante, no obstante, que se establezca incluso en este caso una serie de requisitos para la presentación de candidaturas a las elecciones primarias.
  • Mediante estos requisitos se pretende que los candidatos sean en sí mismos representativos de posiciones ideológicas mayoritarias dentro de la organización.

Henar Criado Olmos, profesora en el Departamento de Ciencia Política I de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense y doctora miembro del Instituto Juan March. Ha sido visiting scholar en la Universidad de Nueva York, 2003-2004.

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