Los puntos claves del Acuerdo Transpacífico (TPP)

Un muelle de contenedores en Tokyo. Credit Kazuhiro Nogi/Agence France-Presse — Getty Images
Un muelle de contenedores en Tokyo. Credit Kazuhiro Nogi/Agence France-Presse — Getty Images

El TPP, el acuerdo comercial más grande de la historia, establecerá nuevas condiciones en el comercio y las inversiones entre Estados Unidos y once países de la cuenca del Pacífico: un extenso grupo con un producto interno bruto de casi $28 mil millones de dólares, que representa aproximadamente el 40 por ciento del PIB mundial y una tercera parte del comercio mundial.

El acuerdo alcanzado por los ministros de comercio este lunes en Atlanta tras cinco días de conversaciones extensas, se logró después de un descorazonador fracaso en Hawai a finales de julio.

El acuerdo, producto de diez años de negociaciones, es una victoria para el Presidente Obama, quien ha impulsado un “giro” en política exterior hacia Asia. Pero ahora el Acuerdo Transpacífico será el tema principal en el Congreso donde aún genera divisiones políticas.

En junio, Obama logró superar la oposición de los demócratas para obtener el poder de negociar acuerdos comerciales que no pueden ser enmendados ni obstruidos por el Congreso. Ahora deberá convencer a los legisladores, en especial a sus colegas demócratas, que aprueben el acuerdo comercial. Los congresistas tienen noventa días para revisar los detalles del pacto.

El debate en el Congreso pondrá todos los elementos del pacto comercial bajo escrutinio. Sería el paso final para que Estados Unidos adopte el acuerdo más ambicioso desde el Tratado Norteamericano de Libre Comercio en 1994.

¿Por qué ha causado tantas divisiones el pacto?

Sus defensores aseguran que será una bendición para todos los países participantes, que “abriría nuevas oportunidades”, “abordaría cuestiones vitales del siglo XXI dentro de la economía global” y que está redactado de tal manera que puede incitar a otros paíes, como China, a firmarlo.

Los críticos del pacto en Estados Unidos lo ven como un regalo a las empresas, pues fomenta la exportación de empleos de manufactura hacia países con mano de obra de bajo costo y limita la competencia. También fomenta el alza de precios en productos farmacéuticos y otros productos de alto valor pues las normas estadounidenses de patentes se extenderían a otros países. La cláusula que permite que las corporaciones multinacionales refuten regulaciones y fallos judiciales ante tribunales especiales está suscitando una intensa oposición.

¿Por qué esto, y por qué ahora?

El pacto está pensado como una estrategia para unir a los socios comerciales del Pacífico con Estados Unidos y al mismo tiempo, como un desafío a China, la potencia en ascenso de Asia, que fue explícitamente excluida de este acuerdo, al menos por ahora.

Paises de la Alianza Trans-Pacific
Paises de la Alianza Trans-Pacific

Además, el pacto es considerado como un vehículo para abordar numerosas cuestiones inconclusas que se han convertido en obstáculos a medida que despega el comercio mundial, como el comercio electrónico, los servicios financieros y las comunicaciones por Internet transfronterizas.

También existen algunas cuestiones comerciales tradicionales. Por ejemplo, Estados Unidos está ansioso por establecer acuerdos formales de comercio con cinco de los países participantes, Japón, Malasia, Brunei, Nueva Zelanda y Vietnam, y reforzar el TNLC, su acuerdo vigente con Canadá y México.

Aun más, como los esfuerzos en materia de comercio global han fallado (como la ronda de Doha organizada por la Organización Mundial de Comercio), el Acuerdo Transpacífico se presenta como un documento de “arquitectura abierta”, redactado para facilitar su adopción por otros países asiáticos y constituir un posible modelo para otras iniciativas que están en proceso, como la Alianza Transatlántica de Comercio e Inversión.

Una fábrica de zapatos en Vietnam. Estados Unidos impone aranceles sobre los zapatos importados. Credit: Aaron Joel Santos para The New York Times
Una fábrica de zapatos en Vietnam. Estados Unidos impone aranceles sobre los zapatos importados. Credit: Aaron Joel Santos para The New York Times.

¿Qué cuestiones aborda el pacto?

Aranceles y cuotas.

Los aranceles sobre las importaciones, que por mucho tiempo fueron utilizados para proteger la industria nacional de las mercancías baratas del extranjero, solían ser una característica estándar de política comercial, y generaron buena parte del ingreso de la Tesorería de Estados Unidos en el siglo XIX. Después de la depresión y de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos encabezó el movimiento hacia un comercio más libre.

Hoy en día, Estados Unidos y la mayoría de los países desarrollados tienen pocos aranceles, pero todavía quedan algunos. Por ejemplo, Estados Unidos protege su mercado interno de azúcar de proveedores extranjeros más baratos e impone también aranceles sobre los zapatos importados. Japón, por su parte, pone fuerte recargos a los productos agrícolas, en particular el arroz, la carne de res y los lácteos.

Normas ambientales, laborales y de propiedad intelectual. Los negociadores estadounidenses subrayan que el acuerdo del Pacífico busca emparejar el terreno de juego al imponer rigurosas normas laborales y ambientales a sus socios comerciales, así como una estricta supervisión de los derechos de propiedad intelectual.

Flujo de datos. El acuerdo comercial del Pacífico va a abordar numerosas cuestiones que han surgido desde que se negociaron acuerdos anteriores. Uno es que los países acepten no bloquear la transferencia transfronteriza de datos por Internet y no requerir que los servidores estén situados en el país a fin de poder realizar negocios en dicho país. Esta propuesta ha despertado algunas inquietudes en algunos países como Australia, pues podría entrar en conflicto con las leyes de privacidad y las regulaciones que no permiten almacenar datos personales en el extranjero.

Servicios. Un objetivo importante del pacto del Pacífico es mejorar las oportunidades para las industrias de servicios, que representan la mayoría de los empleos privados en la economía estadounidense. Estados Unidos tiene una ventaja competitiva en una gama de servicios, como financieros, de ingeniería, de software, educativos, legales y de tecnología de la información. Aunque los servicios no están sujetos a aranceles, muchos países desarrollados imponen requerimientos de nacionalidad y restricciones a la inversión para proteger a los negocios nacionales.

Negocios operados por el estado. Los negociadores estadounidenses han mencionado la necesidad de abordar el favoritismo que suele otorgarse a las empresas del estado, ya sea de manera directa o indirecta. Aunque Vietnam y Malasia tienen muchas de esas empresas, Estados Unidos también tiene algunas (como el servicio postal y Fannie Mae). El acuerdo final podría establecer términos para garantizar cierta neutralidad competitiva y mantener abierta la puerta para que en un futuro, China pueda aceptar el pacto.

¿Por qué no ha estado involucrada China en las conversaciones?

China nunca expresó interés en participar en las negociaciones, pero en el pasado ha visto el pacto con preocupación, pues ve como una amenaza potencial que Estados Unidos trate de estrechar sus relaciones con sus socios comerciales asiáticos. Pero últimamente, mientras se aceleraron las conversaciones, altos funcionarios chinos parecen estar más abiertos a la posibilidad de un acuerdo, e incluso han dado a entender que podrían querer participar eventualmente. Al mismo tiempo, el acuerdo le da cierta legitimidad a China, que está buscando sus propios acuerdos comerciales en la región, como la iniciativa del Camino de la Seda en el Asia Central.

Aunque han dejado en claro que ven al pacto como parte de un esfuerzo por contrarrestar la influencia china en la región, los funcionarios estadounidenses dicen tener la esperanza de que la “arquitectura abierta del acuerdo genere interés por parte de China, junto con otras importantes potencias económicas de Asia, como Corea del Sur.

El Tratado Norteamericano de Libre Comercio (Nafta) fue una victoria significativa para el Presidente Clinton en 1993. Credit Doug Mills/Associated Press
El Tratado Norteamericano de Libre Comercio (Nafta) fue una victoria significativa para el Presidente Clinton en 1993. Credit Doug Mills/Associated Press

La sombra del TNLC y el debate en Washington

El TNLC (Nafta), firmado por el presidente Bill Clinton en 1993, ayudó a producir un auge en el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México. Los tres países exportaron más bienes y servicios a los otros dos, crecieron las inversiones transfronterizas y la economía de Estados Unidos ha ganado millones de empleos desde entonces. Pero, por supuesto, no todas las tendencias pueden atribuirse al TNLC y los beneficios no son equitativos: Estados Unidos tuvo un pequeño excedente comercial con México recién firmado el pacto, pero eso no tardó en convertirse en un déficit que ha crecido a más de 50.000 millones de dólares al año.

Los críticos del TNLC dicen que los empleos ganados en Estados Unidos no compensan los que se han ido a México y a Canadá. La federación sindical AFL-CIO alega que se han perdido o desplazado unos 700.000 empleos a causa del TNLC.

El TNLC fue una victoria significativa para el presidente Clinton después de una difícil batalla en el Congreso, donde solo obtuvo el apoyo de los demócratas necesarios para lograr su aprobación. La votación fue de 234-200 en la Cámara de Representantes y de 61-38 en el Senado.

El presidente Obama podría lograr ese tipo de resultado. Trabajando con la mesas directivas republicanas en la Cámara y en el Senado, él logró la aprobación final de la autoridad de fomento de comercio, medida decisiva que le permite a la Casa Blanca presentar el acuerdo ante el Congreso para que éste lo apruebe o la rechace, pero sin enmiendas.

Pero el tortuoso proceso legislativo agrió aun más las relaciones con muchos demócratas, así como con sindicatos y otros grupos progresistas, que se oponen vehementemente al Acuerdo Transpacífico. Muchos demócratas dicen que el presidente tendrá que apaciguar sus inquietudes en cuanto a las normas laborales y ambientales, así como por la protección de inversionistas, cuando regrese al Congreso a buscar la aprobación del acuerdo comercial.

Kevin Granville

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