Los terroristas locales de Nigeria

Abuja, la bullente nueva capital de Nigeria, es una ciudad sitiada. En agosto, Boko Haram, una secta musulmana oscura y violenta surgida en el noreste del país hizo estallar una bomba en un edificio que alberga al personal de las Naciones Unidas en el centro de la ciudad, matando a 23 personas e hiriendo gravemente a 86. Fue el primer atentado suicida de Nigeria, y su audacia y ferocidad han sembrado el pánico entre los funcionarios del gobierno y los ciudadanos.

Desde su sangrienta represión del intento de secesión de los Igbo a fines de los años 60, el ejército de Nigeria se ha enorgullecido de su capacidad para "neutralizar" la insurgencia etno-religiosa y preservar la unidad del país. A lo largo de la década de 1990 y en los primeros años del nuevo milenio, luchó contra jóvenes milicianos armados en el delta del Níger para afirmar el control del gobierno central de los importantes ingresos petroleros de la región. El Congreso del Pueblo O'odua, un movimiento étnico de autodeterminación en la parte occidental del país, también fue reprimido por las armas.

Sin embargo, los intentos de aplicar la misma severa medicina a Boko Haram han fracasado. Un contingente militar que el gobierno envió en 2009 a Maiduguri, la ciudad del norte que se ha convertido en bastión de la secta, mató a su líder, Mohammed Yusuf, a su suegro y a muchos de sus seguidores. Sin embargo, los cuadros de Boko Haram pasaron a la clandestinidad para después reemerger más feroces y mejor organizados.

Desde entonces, Yusuf se ha convertido en un mártir y los ataques diarios a hoteles, bares, iglesias y escuelas por lo general son seguidos de llamados a los nigerianos a evitar el modo de vida occidental. (Boko Haram, traducido libremente, significa "la educación occidental es pecado.")

Los portavoces de la secta, que comenzó como un movimiento marginal del fundamentalismo islámico en 2002, dicen que su misión es sustituir al Estado secular en el norte de Nigeria por una teocracia basada en la sharia. También quieren que el gobierno reconstruya las viviendas, mezquitas y escuelas islámicas destruidas en el ataque de 2009. La secta desprecia a las elites políticas y religiosas del norte y no reconoce la autoridad del Sultán de Sokoto, líder de los musulmanes nigerianos. De hecho, culpa a los líderes políticos y religiosos del norte de los crecientes problemas económicos y políticos de la región, y ha matado a varios en los últimos dos años.

Pero Boko Haram es sólo una parte de una profunda crisis que afecta a la vasta región del norte de Nigeria. Sus habitantes todavía creen que el presidente Goodluck Jonathan, oriundo del sureño Delta del Níger, engañó a su héroe, Muhammadu Buhari, general retirado y ex mandatario, en las elecciones del pasado abril. Más de 800 norteños murieron cuando hordas de jóvenes enfurecidos salieron a las calles a protestar.

Más aún, los índices de desempleo y pobreza son más altos en el norte de Nigeria que en otras áreas del país. Una elite feudal poderosa y rico que se ha mantenido en el poder durante dos siglos a través de una mezcla de autoritarismo y sentimiento religioso ahora se siente asediada tras su pérdida de poder en Abuja y, con ello, de los medios para alimentar el clientelismo de sus antes complacientes seguidores.

Por todo ello, tal vez no sea sorprendente que los impacientes jóvenes pobres del norte se estén uniendo a Boko Haram en masa. La creciente sofisticación de los ataques a edificios públicos ha llevado a especular que la secta está vinculada a redes terroristas internacionales, probablemente Al Qaeda en el Magreb o Al Shabab en Somalia. Para hacer que Boko Haram parezca más potente, sus miembros utilizan esta supuesta afiliación, e incluso afirman tener el apoyo de la gente "importante" del norte del país.

Tras las amenazas de que los campus universitarios en el sur sufrirían atentados, los angustiados padres retiraron a sus hijos y ahora les advierten que se mantengan alejados del norte. Puede que Nigeria, una frágil coalición de grupos étnicos, no esté cayendo en una segunda guerra civil (todavía), pero las relaciones interétnicas podrían empeorar si la amenaza de Boko Haram no se enfrenta con prontitud.

Hay un encendido debate en el país sobre la mejor manera de hacerlo. Dos días después de que el ex presidente Olusegun Obasanjo viajara a Maiduguri y se reuniera con un pariente del asesinado líder de la secta para iniciar conversaciones de paz, una facción de Boko Haram asesinó al hombre de 49 años. La fuerza militar desplegada en la zona sigue en pie, y grupos de la sociedad civil han acusado a los soldados de saquear la propiedad privada, violar a las mujeres y disparar a ciudadanos inocentes.

Desde que asumiera el poder el pasado abril, el presidente Jonathan ha seguido una estrategia puramente militar contra la secta. El que las tentativas de paz no hayan podido seguir su curso hace más probable que se fortalezca la posición de quienes en su gobierno proponen "mano dura", en particular el Consejero de Seguridad Nacional Owoye Andrew Azazi.

Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña también han expresado su voluntad de dar apoyo a Nigeria en la lucha contra el terrorismo, pero esta "ayuda", si es aceptada, sólo serviría para inflamar las pasiones en el cinturón islámico del país. El problema fundamental en el norte de Nigeria, como en otras áreas, es la pobreza en aumento, el desempleo masivo y la creencia generalizada de que a los líderes de Nigeria sólo les preocupan sus propios intereses.

Tras 100 días de gobierno, Jonathan y su gobernante Partido Democrático Popular parecen indecisos sobre cómo hacer frente a estos retos. La mayoría de los miembros del extenso gabinete del presidente parecen estar sumidos en la incompetencia. Tras unas polémicas y conflictivas elecciones, el país más poblado de África parece destinado a enfrentar un estallido de violencia nacido de la privación y el abandono.

Por Ike Okonta, escritor, analista político de Abuja e investigador miembro del Instituto Sociedad Abierta de Nueva York. Traducido del inglés por David Meléndez Tormen.

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