Marlaska deberá responder

Una de las claves de la consultoría política radica en contemplar el ejercicio político desde el prisma de la estrategia. Y la estrategia se define como la gestión del medio y largo plazo.

Pero esta visión estratégica nunca será acertada si no viene precedida de una muy correcta lectura e interpretación de la actualidad. Y sobre esto precisamente me gustaría reflexionar en este artículo que, cuando vea la luz, coincidirá con la noticia de que ya serán aproximadamente 200 los depredadores sexuales beneficiados por la ley del 'solo sí es sí'. Esta cifra será un hecho cierto, como también lo es que sólo será la punta de un iceberg de violadores, pederastas, abusadores… que se verán beneficiados por la misma.

También es un hecho demostrado que aproximadamente el 20 por ciento de los condenados por delitos sexuales acaban reincidiendo al menos una vez. Así pues, se puede concluir de manera prácticamente matemática que en un futuro no muy lejano, los 200 delincuentes sexuales beneficiados de momento por dicha ley provocarán de manera directa un mínimo de 40 agresiones sexuales. Decenas de mujeres violadas, abusadas, numerosos actos de pederastia a inocentes e indefensos menores…

Dado que todos los datos anteriormente expuestos son empíricos y públicos lo que procede ahora es intentar comprender por qué fue aprobada dicha nefasta ley. Y aquí, si excedemos a la respuesta más obvia y sencilla, que la ley del 'solo sí es sí' es el fruto erróneo de una ideología sectaria que defiende un feminismo equiparable al machismo reinante en la Edad de Piedra, nos tendremos que preguntar por qué las personas que la aprobaron actuaron de esta manera. Centrémonos en sus tres principales responsables:

  • Irene Montero. Es la ministra que en todo momento lideró el proyecto. ¿Pretendía con esta ley provocar las nefastas consecuencias que ya sabemos que va a tener? Probablemente no. Pero es el peligro que se corre cuando se coloca en un cargo público relevante a una persona cuyas luces sólo iluminan que no es apta para el mismo. Dicha ineptitud, unida a un sectarismo elocuente, no puede producir sino barbaridades como la ley que nos ocupa. La ministra que tenía que ser la adalid de los derechos de la mujeres, se convierte por su propia estulticia en la mayor responsable de un sinnúmero de abusos y violaciones. Es como entregarle la metralleta al chimpancé.
  • El presidente Sánchez. ¿Era conocedor de las consecuencias de la ley? Sabemos que sí. Entonces… ¿por qué la promovió y aprobó? La respuesta está sin duda en una patología narcisista que le lleva a colocar a su persona por encima de cualquier otra consideración, por muy grave que ésta pueda ser, como es el caso que nos ocupa. En la frente de cualquier narcisista está grabado a fuego «el fin justifica los medios». La ausencia de empatía y de valores sin duda ayuda de manera importante a actuar de estas formas tan nefastas y deplorables. ¿Qué más dan unas cuantas mujeres violadas o un montón de niños abusados si con eso consigo el apoyo de Podemos y unos meses más en la Moncloa? Esto, que puede parecer una boutade, es al final el hecho nuclear que subyace en la ley.
  • Ministro Grande Marlaska. He de reconocer que en este caso me encuentro ciertamente desconcertado, lo cual me molesta soberanamente, ya que en mi trabajo sentirse desconcertado es algo que hay que evitar siempre que sea posible. Y me desconcierta porque el magistrado Marlaska ya demostró en su día que era capaz de ser un gran profesional, buen conocedor de la legalidad y ejemplar a la hora de aplicar la ley y la justicia. Es por ello que no podemos tener ninguna duda de que el día que el ministro Marlaska decidió aprobar la ley del 'solo sí es sí', sabía mejor que nadie y con bastante exactitud cuántos depredadores se iban a ver beneficiados por la misma y por consiguiente cuántas violaciones, abusos, actos de pederastia… van a tener lugar como consecuencia de su acto de promover y aprobar dicha ley. Pero entonces, si el ministro Marlaska era totalmente consciente de ello… ¿qué razones tuvo para aprobarla? En su caso no cabe apelar al sectarismo, le hemos visto transitar por diferentes principios y valores en cuestiones como el terrorismo de ETA. Tampoco a una ignorancia supina o a su consecuente ineptitud, su trayectoria profesional demuestra exactamente lo contrario. ¿Entonces, qué razón o razones pudo tener el ministro Marlaska para, a sabiendas, facilitar en un futuro próximo los terribles encuentros entre depredadores sexuales y víctimas inocentes? Es difícil dar respuesta a esta pregunta sin que a uno se le hiele la sangre.

Y sí, desgraciadamente y con total seguridad, 40 de los 200 delincuentes sexuales que ya se están beneficiando de la dichosa ley reincidirán, cometerán nuevos actos de pederastia, violaciones, abusos en manada…

Y yo no voy a esperar a que eso ocurra, yo pregunto ya, hoy mismo, al presidente Sánchez: ¿Por qué? Pero me da igual lo que responda, porque otra de las características de las personas con la patología anteriormente mencionada es que también resultan patológicamente mentirosas.

Y le hago la misma pregunta a la ministra Montero: ¿por qué? Aunque también me da igual lo que responda, porque lo que pueda pensar o decir esta señora tiene muy poco o nulo valor para el estudio que nos ocupa.

Y sí, también le hago desde ya al magistrado ministro Marlaska la inevitable pregunta: ¿por qué promovió y aprobó esta ley a sabiendas de lo que iba a ocurrir? Y aquí estaré bien atento a su respuesta, porque quizá haya quien se plantee, en un futuro muy próximo, pedirle responsabilidades directas.

Porque no debería bastar con condenar de nuevo al depredador reincidente que estaba en la calle debiendo estar en la cárcel, los ciudadanos tenemos el derecho a saber por qué el magistrado ministro Marlaska, hombre sobradamente formado e informado, decidió adelantar su salida de prisión.

Alfonso Ibáñez es consultor político.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *