México y España: Ventajas y oportunidades para el futuro

México y España son naciones ligadas por la historia, por la cultura, por el idioma y por la amistad. Compartimos pasado y presente, y también queremos compartir un futuro de progreso. Por ello, me da mucho gusto realizar en estos días una gira de trabajo a esta nación hermana, con el propósito de estrechar aún más nuestros lazos.

Uno de los objetivos de esta visita es lograr un mayor acercamiento con inversionistas ibéricos. Actualmente España es el octavo socio comercial de México y el segundo entre los países de la Unión Europea, con un intercambio comercial que ha crecido de 1,897 millones de euros en el año 2000 a más de 4,787 millones el año pasado.

Este dinamismo se debe en gran medida al crecimiento de nuestras exportaciones a España, que aumentaron en 138 por ciento en ese periodo. También obedece a que los empresarios españoles ven en nuestro país un destino atractivo y seguro para sus inversiones, como lo demuestran las 2,740 empresas españolas radicadas en México. Esto ha permitido que en los últimos ocho años, la inversión española acumulada en México sume aproximadamente 18,440 millones de euros. Es claro que México y España vamos por el camino correcto.

Sin embargo es necesario ir más allá. Es tiempo de que más firmas mexicanas se atrevan a conquistar nuevos mercados y para lograrlo, España puede constituirse en la puerta de entrada de nuestras exportaciones a Europa. También estoy convencido de que los emprendedores españoles tienen en México una vía privilegiada para abrirse nuevos horizontes comerciales en el mercado más grande del mundo que es el de Estados Unidos, con el cual no sólo compartimos 3.000 kilómetros de frontera, sino que tenemos un tratado de libre comercio y al propio tiempo con Centro y Suramérica. México cuenta con una posición geográfica estratégica: estamos situados al lado de la economía y del mercado más grande del mundo, además de que tenemos 11.000 kilómetros de litoral en los océanos Atlántico y Pacífico, lo que nos permite ser un eslabón multidireccional para el comercio y la inversión en el mundo global.

Aunado a esta gran ventaja comparativa que tiene México, también estamos tomando decisiones importantes para atraer mayor inversión a nuestro país.

En primer lugar, mantenemos una lucha frontal por la seguridad pública, con la firme convicción de que en México prevalecerá el Estado de derecho y la certidumbre para todos.

En segundo lugar, hemos impulsado un audaz proceso de reformas estructurales que han introducido cambios de una magnitud que no se había visto en más de una década. En los últimos 16 meses se han reformado el régimen de pensiones de los trabajadores del Estado que permitirá que los funcionarios y empleados públicos pasen de un sistema de pensiones solidario tradicional («pay as you go») a un sistema de cuentas individuales de ahorro para el retiro, beneficiando a 11 millones de derechohabientes. Se aprobó también la reforma en materia fiscal, que fortalece la recaudación, la eficiencia en el uso de los recursos y el federalismo; la reforma electoral, así como la del sistema de justicia penal, que fortalece la capacidad del Estado para combatir la delincuencia y protege mejor los derechos de las víctimas. Y actualmente está en discusión una iniciativa de reforma para fortalecer al sector energético, entre otras cosas ampliando la capacidad de operación y producción de PEMEX. Gracias a estas reformas, México tiene hoy bases más sólidas para su crecimiento y desarrollo.

En tercer lugar, apostamos al fortalecimiento de la calidad educativa, que nos ayudará a tener no sólo una mano de obra joven y fuerte, sino también más calificada y preparada para ganar en un mundo que compite ferozmente.

En cuarto lugar, mi gobierno está impulsando una inversión histórica en infraestructura para acelerar nuestro desarrollo y hacer de México una plataforma logística de clase mundial. El Programa Nacional de Infraestructura prevé montos de inversión pública y privada por más de 26 mil millones de euros anuales en promedio. México tiene un gran interés en alentar la participación de empresas españolas en los principales proyectos ferroviarios y de infraestructura carretera que promueve mi gobierno. Asimismo, existen grandes oportunidades de inversión en las industrias automotriz, de autopartes y aeroespacial, así como en el mercado de capitales y en sectores como telecomunicaciones, turismo y áreas autorizadas de energía. Estoy convencido también de que, con base en el Acuerdo de Cooperación Turística entre México y España, se podrá promover la colaboración, así como una mayor inversión ibérica en materia de turismo.
Para poder explorar estas nuevas oportunidades, durante mi visita tendremos reuniones con el Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, con empresarios españoles que inviertan en nuestro país, así como con integrantes del Foro Nueva Economía.

Otro de los objetivos de mi visita a España, será la participación en la Expo Internacional del Agua Zaragoza 2008, en donde México reafirmará su compromiso con la solución a los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en materia ambiental. Con uno de los pabellones más grandes montados en el recinto, nuestro país no sólo mostrará sus riquezas naturales sino espera contribuir a crear conciencia sobre la necesidad de aprovechar el agua de manera sustentable. La convicción de mi gobierno es que el bienestar de las generaciones presentes debe buscarse sin poner el riesgo el patrimonio natural de las generaciones del mañana.

Las propuestas que sean presentadas en ese importante evento servirán para conformar la Carta de Zaragoza, en donde los gobiernos participantes nos comprometeremos a hacer un uso más racional del agua. Cabe señalar que México montará dentro de su pabellón de la Expo de Zaragoza, un centro de negocios, el cual servirá para difundir los programas prioritarios que tiene contemplado mi gobierno para contribuir al desarrollo humano sustentable. A partir de esta fecha y durante los 93 días que durará la exposición internacional, se llevarán a cabo reuniones entre empresarios mexicanos y españoles para encontrar nuevas oportunidades de negocios entre ambas naciones.

Al recibir el Premio Cervantes, el escritor mexicano Carlos Fuentes señaló que los mexicanos, al igual que todos los hispanoamericanos, «no estamos solos y nos encaminamos al mundo del futuro con ustedes, los españoles, que son nuestra familia inmediata». Estoy seguro de que esos sentimientos de afecto y confianza recíproca ayudarán a España y a México a aprovechar las grandes oportunidades de cooperación que tenemos por delante y así, avanzar juntos hacia un futuro de prosperidad y progreso.

Felipe Calderón Hinojosa, presidente de México.