Migración: un nuevo comienzo

Nunca antes tantos ciudadanos habían votado en las elecciones al Parlamento Europeo como en mayo de 2019. Tenemos una nueva oportunidad para encarar retos pendientes. Dar soluciones eficaces y ordenadas al desafío del asilo y migración es uno de esos retos, porque la política europea no ha estado a la altura. El Parlamento legisló, pero los gobiernos bloquearon en el Consejo. Para la gente de la calle o para los niños en el campo de refugiados de Moria eso no sirve de excusa. Tenemos que encauzar esta política porque hay personas que siguen ahogándose frente a nuestras costas; porque los campos que acogen a los refugiados en las fronteras de Europa, como en la isla de Lesbos en Grecia, no son dignos de nuestros valores; porque las autoridades de las fronteras de Europa están desbordadas. A pesar de la falta de mano de obra en algunos países, tampoco es posible integrar en el mercado laboral a todos los que buscan trabajo; por último, las divisiones políticas entre Europa Occidental y Oriental alimentan un clima de desconfianza. Nuestra responsabilidad y obligación es revisar el enfoque de la política de asilo y migración y conseguir que se haga realidad.

En primavera se espera la propuesta de la Comisión Europea para un nuevo pacto sobre Migración y Asilo. En el grupo Renew Europe llevamos meses trabajando para construir propuestas concretas que ayuden a la eficacia en el nuevo enfoque de la migración y el asilo. El martes pasado presentamos el documento «Un pacto europeo sobre migración y asilo». Nos hemos preguntado dónde queremos ir y cuál es el contenido del pacto que necesitamos.

Lo primero es que en Shengen, en el espacio europeo, las políticas de migración y asilo deben ser comunes. La libre circulación es uno de nuestros logros más importantes. Para preservarla, la UE necesita fronteras exteriores fuertes. También necesita suficiente apoyo operativo, a través de la Agencia Europea de Protección de Fronteras y Costas. Las soluciones nacionales por sí solas no sirven. En tercer lugar, creemos en una política basada en valores, pragmática y profundamente humanista. Proponemos un enfoque integral que incluya la política exterior, el comercio internacional y la asistencia para el desarrollo. Queremos hacer de la política de migración una piedra angular de la política exterior de la UE, con asociaciones sólidas y sostenibles con los países de origen y de tránsito. Defendemos una cooperación política y económica entre socios iguales, más allá de la mera ayuda financiera.

Es esencial que nuestra política de asilo respete los tratados internacionales y funcione sobre el terreno: los centros europeos en los principales puntos de llegada deben estar equipados para garantizar una recepción digna de los refugiados. Deben llevar a cabo el registro, los controles de seguridad y las decisiones de asilo sin demoras. La prioridad a la protección de las víctimas y de los migrantes particularmente vulnerables, como los niños y niñas, es lo más urgente. Un enfoque integral también significa abordar el cínico modelo comercial de traficantes y contrabandistas. Evitar que los que suben a bordo de embarcaciones inseguras caigan en manos de mafias es una responsabilidad internacional. Las vías seguras y la distribución de los refugiados deberían basarse en criterios objetivos y en una solidaridad europea eficaz. Lo que decidamos debe ser aplicable.

Defendemos la transformación de la oficina europea de Apoyo al Asilo en una verdadera Agencia Europea de Asilo, con recursos -no los tiene- para apoyar a los Estados en la tramitación eficaz y sin demoras de las solicitudes. Y queremos que las decisiones sobre el asilo se apliquen correctamente. Con demasiada frecuencia, por falta de recursos y de voluntad política, las decisiones de denegar el asilo no van seguidas de un retorno efectivo de las personas a su país de origen. En la lucha contra la trata de seres humanos y las redes de contrabando, las agencias de cooperación policial (Europol) y judicial (Eurojust) también necesitan más recursos. La simplificación y aceleración del retorno debe incluir el regreso voluntario y la negociación de nuevos acuerdos de readmisión con terceros países seguros, incluido el reconocimiento mutuo de las decisiones de repatriación.

Debemos pensar en políticas para décadas, sabiendo que muchas de las personas que acojamos serán importantes en el futuro de nuestras sociedades, como ya saben en Canadá. Algunos de nuestros compañeros en Renew fueron refugiados: hoy son líderes ante los retos políticos de nuestra difícil época. No podemos incluirlo todo en estas líneas, pero proponemos coordinar mejor la política de inmigración laboral, con una aplicación uniforme, ágil, eficaz en el mercado de los países que necesitan inmigración, apoyando al tiempo la ayuda al desarrollo en los países de origen.

El comisario Schinas ha señalado que no podemos volver a fallar. Es así.

Maite Pagazaurtundúa es eurodiputada de Ciudadanos en el Parlamento Europeo y Jan-Cristophe Oetjen es eurodiputado de Renew.

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