Modelo de sostenibilidad para Madrid

El 15 de diciembre finalizó en Madrid la XXV Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático; dos días más tarde de lo previsto, como consecuencia de la evolución de las negociaciones finales. Un encuentro internacional de gran envergadura y fuerte repercusión mediática que ha colocado a la ciudad de Madrid en el foco de la atención mundial durante 14 días de forma casi ininterrumpida. Y que hemos acogido de forma imprevista como consecuencia de la situación de inestabilidad política que atraviesa Chile, que debería haber sido el país anfitrión.

En menos de un mes, Madrid ha sido capaz de organizar una cita internacional que normalmente requiere un año de organización. Un auténtico reto logístico que hemos superado con éxito y con las máximas garantías de seguridad, gracias a la buena voluntad de todos los madrileños, a nuestros voluntarios, a la cooperación de todos los servicios públicos y cuerpos de seguridad implicados, a la disposición y experiencia de IFEMA y al esfuerzo de coordinación interadministrativa.

Madrid ha dispuesto más de 110.000 metros cuadrados de superficie para la celebración de la COP25, sectorizados en las zonas azul, territorio de Naciones Unidas, y verde, lugar de encuentro con la sociedad civil, con sus respectivas medidas de seguridad diferenciadas. Hemos activado más de 2.000 voluntarios en menos de dos semanas y hemos facilitado el transporte a las personas acreditadas para el encuentro. Además, hemos contado con el ágil apoyo de nuestro sector hotelero, cuya predisposición ha sido determinante para poder acoger a los más de 20.000 asistentes a este encuentro, en unas fechas del año en las que Madrid tiene habitualmente bastante actividad.

La COP25 tal vez haya finalizado con un acuerdo menos ambicioso de lo esperado, pero sin embargo ha dejado una huella indeleble en la capital de España: el compromiso público y definitivo de conducir a Madrid hacia un modelo de sostenibilidad ambiental realista, efectivo y de largo recorrido.

La semana previa al inicio de la Cumbre, el Ayuntamiento de Madrid activó una campaña de sensibilización ciudadana con más de 100 actividades para facilitar a los ciudadanos un mejor conocimiento de las prioridades en el cuidado del medio ambiente, así como la importancia de introducir mejoras en el comportamiento individual.

En un contexto global en el que se calcula que los núcleos urbanos emiten más de un 70% de los gases de efecto invernadero y consumen alrededor de un 80% del total de energía, las grandes ciudades del siglo XXI estamos llamadas a tener un papel primordial e incluso ejercer un liderazgo moral en el reto de alcanzar la sostenibilidad.

En línea con el que ha sido el lema de la COP25, Tiempo de actuar, viene trabajando el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid desde el principio de la legislatura. El pasado 25 de septiembre, el Pleno aprobó dos importantes medidas: de una parte, una proposición sobre la necesidad de acción frente al cambio climático; y, por otro lado, coincidiendo con el cuarto aniversario de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una resolución que venía a reafirmar nuestro firme compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Y actualmente estamos trabajando en la localización de los ODS dentro del Programa Operativo de Gobierno 2019-2023.

En el marco de la Cumbre hemos tenido oportunidad de dar a conocer en profundidad nuestra Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, presentada el pasado mes de septiembre, que comprende casi doscientas medidas para mejorar la calidad del aire y luchar contra el Cambio Climático.

Nace de un profundo análisis de la situación de la ciudad: de la calidad del aire, de los hábitos de vida, de las opciones de movilidad existentes y de los retos a los que nos enfrentamos. Se trata de un plan global que actuará en los 21 distritos de la capital y en todas las fuentes de emisión, con la firme voluntad de dar una solución a los problemas de calidad del aire que tenemos, ya que las medidas implantadas por equipo de gobierno anterior no han sido eficaces.

Buscamos la reducción de emisiones apostando por el transporte público, pero bajo la premisa de ofrecer alternativas razonables al ciudadano. El año 2020 será el punto de partida para transformar la capital con la puesta en marcha de la Línea Cero, la primera línea de autobús cero emisiones y cero coste para los usuarios que atravesará el distrito Centro, el más concurrido de Madrid. Será también a partir del año que viene cuando pongamos a disposición de los madrileños 50 millones de euros anuales en ayudas para que renueven sus vehículos. Porque en 2024 los vehículos sin distintivo ambiental no podrán circular en nuestro término municipal. Seremos un referente a seguir en esta materia.

También actuaremos sobre las emisiones procedentes de las calderas, con una línea de ayudas de 50 millones de euros. De forma que en 2022 habrán desaparecido las 250 calderas de carbón que todavía funcionan en la ciudad, y para 2027 las 4.500 instalaciones de gasoil existentes se habrán reducido a la mitad.

La Estrategia también comprende medidas de adaptación al cambio climático como el Bosque Metropolitano, una nueva zona forestal de 600 hectáreas en la zona periurbana de Madrid que contará con 100.000 árboles y que actuará como sumidero de carbono, teniendo además un efecto positivo en la calidad del aire y en la reducción de temperaturas.

En los próximos años desarrollaremos nuestra Estrategia avanzando en las medidas de adaptación al cambio climático con arreglo a cuatro ejes: incorporando la naturaleza en la ciudad; abordando medidas de regeneración urbana y nuevas infraestructuras; aplicando la innovación y las nuevas tecnologías para convertirnos en una ciudad inteligente; y trabajando en nuestras redes de ciudades para compartir e importar buenas prácticas.

En este contexto de las redes, la ciudad de Madrid ha suscrito recientemente el Global Green New Deal y la Declaración sobre Calidad del Aire impulsada en la Cumbre Mundial de Alcaldes de Copenhague, porque contaminación del aire y la crisis climática van de la mano y así lo entendemos en el Ayuntamiento de Madrid, donde hemos diseñado la Estrategia Madrid 360 precisamente en esta línea. En el marco de la COP25 también nos hemos adherido a la declaración Green and Healthy Streets, promovida por la organización de grandes ciudades C-40 en 2017 pero cuyos compromisos el equipo de gobierno anterior no quiso asumir.

En virtud de este acuerdo, en 2025 el Ayuntamiento de Madrid sólo adquirirá autobuses cero emisiones para la EMT, y en 2027 habremos multiplicado por 10 el parque de autobuses de la empresa pública que funcionan con esta tecnología, logrando así que un tercio de la flota sea completamente ecológica. En este pacto auspiciado por C-40 también nos hemos comprometido a crear zonas cero emisiones, ahora inexistentes en nuestra ciudad. La primera será la Puerta del Sol, en 2020, y sumaremos más espacios a través de peatonalizaciones en los diferentes distritos hasta 2030.

El compromiso de la ciudad de Madrid con la sostenibilidad ambiental es decidido. Pero para avanzar más rápido necesitamos atraer a todos aquellos que puedan proporcionar ideas y colaborar en este empeño. Por eso crearemos un Foro de Sostenibilidad que permita encauzar las aportaciones del sector privado, las universidades –como pilares de la investigación–, la ciencia y la tecnología, y aquellos agentes de la sociedad civil que estén interesados.

Algunos sectores de la izquierda política y mediática nos colocan en el bando de los negacionistas porque no compartimos ni sus recetas ni su discurso, pero la realidad es bien distinta, queremos una ciudad más limpia y sostenible que contribuya a la causa común que compartimos con todo el planeta. Es nuestro compromiso también con las generaciones de futuros madrileños, para los que procuraremos que nuestra ciudad sea el mejor lugar para vivir.

José Luis Martínez-Almeida es alcalde de Madrid.

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