Mujeres heroicas del año

No hay escasez de candidatas para el honor de ser una de las Mujeres del Año 2010, aunque varían mucho en función del tipo de actividad que se elige. La revista Time se ha centrado en la categoría de La Mujer en el Poder y ha presentado una impresionante lista de 10 féminas que han hecho contribuciones muy destacadas en un ámbito que todavía hoy está de forma muy mayoritaria dominado por hombres. Las mujeres mencionadas van desde Dilma Rousseff, quien anteayer fue investida como la primera jefa de Estado de Brasil, a Julia Gillard, que en 2010 se convirtió en la nueva primera ministra de Australia.

Deseo aportar mi lista personal de Mujeres del Año. Y voy a limitarme a sólo tres nombres. ¿Es un número demasiado pequeño? ¿Por qué no 10, que parece más normal? Lo cierto es que el mundo está lleno de valientes hombres y mujeres cuyos ejemplos han inspirado a otros, por lo que uno podría hacer una lista muy larga. Tres, sin embargo, es un buen número simbólico. Además, dos de los nombres son una elección personal relacionada con los países de Asia de donde procede mi familia, y el tercer nombre también toca un problema étnico importante.

Mi primera elegida es una mujer de incuestionable valor político: Aung San Suu Kyi, destacadísima líder opositora de Birmania, país en el que nací y crecí. Aung San, que fue galardonada con el premio Nobel de la Paz en 1991, ha pasado 15 de los últimos 21 años en arresto por oponerse al régimen militar de su país, y fue puesta en libertad el pasado 13 de noviembre, sólo después de que los generales ganaran unas elecciones generales manipuladas.

No se ha difundido apenas que hay planes para hacer una película sobre su vida, protagonizada por la actriz malaya Michelle Yeoh, estrella de la cinta de James Bond Tomorrow Never Dies y del espectáculo de artes marciales Crouching Tiger, Hidden Dragon. Al parecer, la película elegirá como tema central las trágicas consecuencias de su arresto domiciliario, que le obligó a permanecer separada durante años de su marido británico, y al que no pudo ver ni siquiera en vísperas de que muriera de cáncer en 1999. El valor de Aung San, que ya he comentado en varias ocasiones en este periódico, refleja el drama de todo un pueblo y no puede dejar de preocuparnos a todos.

Sin duda, muchas cosas cambiarán en una Birmania que ha sido aplastada durante años por la dictadura militar y la pobreza increíble, pero su defensa de la democracia ha sido fuente de inspiración para el conjunto de Asia. El presidente de Estados Unidos Barack Obama la considera una de sus heroínas, así como una «fuente de inspiración para todos los que trabajan para promover los derechos humanos básicos en Birmania y en todo el mundo».

No caigamos, sin embargo, en el error de idealizar a Suu Kyi. La versión de los hechos que más circula en Occidente en estos momentos la muestra como el símbolo de la democracia y de los derechos humanos contra un régimen brutal. Pero esta versión es correcta sólo hasta cierto punto. Birmania ha estado en guerra, incluida la civil, durante 70 años; sus jóvenes han vivido en una sociedad de permanente violencia; todavía hay varias guerrillas armadas activas y el uso de armas es universal. Además, los diversos grupos étnicos nunca han aprendido a vivir en un Estado unificado. En este caso, conseguir la democracia y los derechos humanos no son suficientes. Aung San Suu Kyi es una heroína, pero Birmania necesita más que heroísmo para recuperar su buena salud.

Ya he confesado el factor personal de mi nacimiento como una razón para mencionar a Aung San Suu Kyi. Permítanme también confesar que la segunda mujer heroica que he seleccionado proviene del mismo país que mi madre y fue a la escuela en la misma ciudad que yo fui, allá en el sempiterno nevado Himalaya. Su proyección internacional, por supuesto, supera con creces esa pequeña ciudad, y ella ha sido seleccionada por la CNN como su heroína del Año 2010.

No mucha gente sabe quién es Anuradha Koirala, pero hay suficientes personas con un interés en su trabajo que han votado por ella en una encuesta de CNN.com. En una ceremonia celebrada en Los Ángeles el pasado noviembre fue presentada por la actriz Demi Moore, quien, junto con su esposo, creó la Demi and Ashton Foundation, que tiene como propósito eliminar la esclavitud sexual de niños en todo el mundo. Koirala, que es una maestra de escuela de Nepal, ha dedicado su vida a rescatar y proteger a las muchachas jóvenes.

«Asaltando por sorpresa los burdeles y patrullando la frontera de India-Nepal», explicó Demi Moore, «ella evita que las niñas sean vendidas en el trafico sexual, donde son violadas repetidamente con fines de lucro, torturadas y esclavizadas. Desde 1993, ha ayudado a rescatar a más de 12.000 mujeres y niñas. A través de su organización Maiti Nepal, ha proporcionado algo más que un refugio para estas niñas y mujeres jóvenes, ha creado un hogar».

Anuradha comenzó Maiti Nepal en 1993 con dos habitaciones, financiando su trabajo con sus propios ingresos. Más tarde recibió el apoyo de UNICEF. Ahora, después de 17 años, Maiti Nepal tiene una extensión que abarca los 29 distritos del país del Himalaya y, además, una red mundial de seguidores. Siguen existiendo enormes obstáculos, y no es el menor de ellos la posición desfavorable de las mujeres en algunas sociedades asiáticas.

«Cada día esta mujer hace frente a lo peor que la humanidad tiene por ofrecer», añadió Demi Moore de Anuradha. Con el fin de rehabilitar a las chicas que rescata, Maiti Nepal intenta establecer oportunidades de empleo y programas de capacitación para ellas. Anuradha reveló a un periódico nepalí lo que más desearía lograr: «Mi deseo es cerrar Maiti Nepal tan pronto como sea posible, porque cuando haga eso significará que el tráfico ha sido completamente erradicado en Nepal. El día que pueda cerrar Maiti Nepal será mi día más feliz».

En tercer lugar, coincido con Time en la elección de una notable mujer del año: la canciller de Alemania, Angela Merkel. El motivo de mi elección no es político sino puramente sociológico, debido a su valentía en criticar públicamente la idea del multiculturalismo.

DURANTE muchos años, la noción del multiculturalismo ha sido una parte aceptada del pensamiento liberal occidental. La noción puede definirse como practicar la tolerancia en la sociedad al permitir que los diferentes credos y culturas disfruten de reconocimiento legal completo. Multiculturalismo se ha practicado durante más de medio siglo en Occidente, y sus consecuencias están empezando a ser cuestionadas. En Estados Unidos, Francis Fukuyama ha comentado que «la promoción del multiculturalismo amenaza importantes valores americanos».

Hace cuatro años, en un artículo en este periódico (EL MUNDO, 16/08/2006) comenté: «La amenaza terrorista de los últimos días muestra la fragilidad de cualquier sociedad que afirma ser multicultural. Cuando una cultura existe dentro de otra, ¿qué identidad tiene un ciudadano? ¿A qué cultura dirige su lealtad? Cuando una sociedad pasa de ser monocultural -como lo era la británica en los años 50- a pluricultural -como lo es hoy-, se crean enormes problemas que no parecen de fácil solución. La coexistencia de culturas comporta siempre un riesgo potencial... La sociedad parece ser más rica gracias a su diversidad, pero también más pobre porque fracasa a la hora de conseguir la lealtad que es esencial para la estabilidad social».

En octubre, Merkel hizo un discurso en el que expresó su preocupación por la situación actual en Alemania, causada por la existencia del extremismo musulmán y la aceptación demasiado fácil del multiculturalismo. Declaró: «Éste es un país que atrajo a muchos trabajadores inmigrantes a Alemania en la década de 1960. Durante un tiempo, nos hemos engañado creyendo que no se quedarían. La noción de que pasaríamos a ser multiculti, de que viviríamos unos junto a otros y seríamos felices entre sí, ha fracasado por completo».

Merkel, como podemos juzgar por otras declaraciones, hizo la crítica no como un ataque a las culturas minoritarias, pero sí con el fin de hacer hincapié en que su Gobierno está buscando soluciones para remediar las debilidades de la situación existente. Señaló: «Integración es un tema central, porque el número de jóvenes en este país con orígenes de inmigración están aumentando, no disminuyendo». Su valentía y honestidad y, sobre todo, el hecho de haber colocado este tema en el centro del debate público, son sumamente importantes.

¡Sólo tres nombres y hay tantos más que uno podría mencionar! Estamos hablando de individuos que han inspirado a mucha gente y que nos han ayudado a centrarnos más estrechamente en cuestiones de importancia universal. Su contribución en el año 2010 continúa siendo relevante para el presente Nuevo Año de 2011.

Henry Kamen, historiador británico. Su último libro es Poder y gloria. Los héroes de la España imperial, Espasa, 2010

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