Nunca se vio charla tan intensa en tan poco tiempo

Cuando llegan las Navidades, junto a los escaparates nevados y las calles iluminadas de los centros urbanos, las dos imágenes que mejor reflejan la ilusión y la inocencia son el anuncio televisivo de la Lotería Nacional y los niños entregando la carta a SS.MM. los Reyes Magos de Oriente antes del día de la Cabalgata. Pasadas las fiestas, vuelves a caer en la cuenta de que la ilusión se torna resignación, de que la suerte es patrimonio de unos pocos y de que la inocencia es la cualidad que acompaña a los niños hasta que les llega la adolescencia.

En la visita de Obama a España, la base de Torrejón de Ardoz me ha recordado la imagen de los niños españoles sentados en las rodillas de Baltasar, respondiendo tímidamente a las preguntas del Rey Mago, mientras sus padres disparan sus máquinas de fotos digitales a toda velocidad, antes de que, en menos de un minuto, Baltasar los despida con un caramelo y un «¡pórtate bien!». Después de ver las fotografías de los líderes de la oposición hablando con Obama, no pude evitar sentir el frío de la Navidad, a pesar del calor intenso de este verano que hace que algunos pierdan el pudor como los niños la inocencia cuando se enteran de que Baltasar es un concejal de su pueblo.

No se tienen noticias de que Pablo Iglesias II llegara tarde a la reunión con Obama, como lo hizo en ocasiones anteriores con el Rey de España o con el presidente del Gobierno en funciones, que para el líder de Podemos hay clases y clases. Por el contrario, fueron Iglesias II, Pedro Sánchez y Albert Rivera los que tuvieron que esperar sesenta minutos para ser recibidos por el presidente estadounidense. En los breves tres minutos de los que dispuso cada uno de los interlocutores para hablar con Obama, Podemos informó de que durante su breve encuentro el presidente estadounidense y el líder de Podemos conversaron sobre la política europea y de Estados Unidos, y de que Iglesias transmitió también su afinidad con el senador demócrata Bernie Sanders.

A toda velocidad, Albert Rivera, líder de Ciudadanos, manifestó al presidente de EE.UU. el compromiso de su partido con el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países y le explicó la situación política actual de España, en la que C’s busca la «estabilidad». En ese breve espacio de tiempo (no llegó a tres minutos), Rivera también comunicó al presidente estadounidense su intención de asistir a la convención demócrata que se celebrará en Filadelfia los próximos 27 y 28 de julio para designar oficialmente a su candidato a la Presidencia de Estados Unidos. Y en el contexto de las elecciones americanas, que se celebrarán en noviembre, Rivera, según fuentes de Ciudadanos, deseó suerte al partido de Obama en unos comicios «donde el mundo entero se juega mucho». El apoyo de Ciudadanos a la pertenencia de España a la OTAN y su respaldo a que se refuerce la defensa y la seguridad comunes son otra de las cosas que Rivera trató con Obama, al que explicó que Ciudadanos es un partido de centro, miembro del grupo de los liberales europeos y que defiende «la regeneración y modernización» del país. Según las crónicas periodísticas, Rivera también tuvo tiempo para transmitirle a Obama algunos detalles de las negociaciones que se están llevando a cabo en España para la formación del próximo gobierno, unas negociaciones en las que el partido naranja pretende la «estabilidad» para que el país «se ponga en marcha» y poder afrontar las reformas que se necesitan. Y para que no faltara de nada, Albert Rivera dio el pésame al presidente por la muerte de cinco policías en Dallas.

Por último, en el tiempo que da para calentar un café en el microondas, Pedro Sánchez y Obama hablaron de baloncesto, e intercambiaron «impresiones» sobre la actualidad política española y las relaciones España-EE.UU. Además, tuvieron tiempo para que la charla derivara hacia los resultados de la consulta en el Reino Unido sobre su permanencia en la Unión Europea que han dado lugar al Brexit, y su impacto tanto en Europa como los derivados de la relación EE.UU.-UE.

Si los tres dirigentes políticos, en apenas diez minutos de charla, fueron capaces de hablar 1) sobre la política europea y la de EE.UU.; 2) sobre la política demócrata estadounidense; 3) de la situación política actual de España; 4) de la convención del Partido Demócrata en Filadelfia; 5) de la defensa y seguridad de España y de la OTAN; 6) de la naturaleza centrista y liberal del partido de Rivera; 7) de las negociaciones que se están llevando a cabo en España para la formación de un nuevo gobierno; 8) de baloncesto; 9) de la actualidad política española; y 10) del Brexit, es decir, a minuto por tema, ¿cuáles son las razones por las que en los debates televisivos no emplean el mismo tiempo con los espectadores españoles, a los que nos tienen casi tres horas delante de las pantallas de televisión para hablar de dos o tres temas como mucho? ¿Es que nos consideran menos inteligentes que a Obama? ¿O es que cuando hablan para los españoles solo divagan? Seguramente los 140 caracteres ayudan a saber sintetizar con Obama lo que no saben hacer con los españoles. Y seguro que todos hablaron en inglés, porque no me imagino charla tan breve e intensa con traductores de por medio.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra, expresidente de la Junta de Extremadura.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *