Obama, el cambio

Ahora que se acercan las elecciones en España y en Estados Unidos permítanme decir cuatro cosas referentes a las americanas, que creo que tienen que ver en parte con la situación de aquí. Aquí es preciso también un vuelco como el que se está produciendo en América. Los italianos son los primeros en verlo en Europa y por ello han creado el Partido Demócrata, a pesar de que Rutelli y Veltroni difieren, uno a favor de Hillary y el otro de Obama, respectivamente.

Yo soy favorable al sistema americano y favorable a las elecciones primarias. Ya me sometí a unas cuando regresé de Italia en el año 1997. Y votaron en ellas 60.000 personas, curiosamente quizá se acerque a la cifra necesaria para obtener un diputado en la provincia de Barcelona. Dependerá de la participación. En Estados Unidos, el votante registrado es quien elige a los candidatos y no las ejecutivas de los partidos; la financiación es transparente; las estadísticas del apoyo económico son públicas y el dinero no se considera pecado, como aquí, sino un valor. La hipocresía no es de recibo. En la Europa católica figura que el dinero está mal visto. Allí no.

Yo soy de Obama más que de Hillary por varias razones, ya lo dije en un periódico gratuito que me pidió una opinión breve sobre el tema.

Es muy difícil que Obama gane las elecciones en un país en el que los white anglosaxon protestants (blancos, anglosajones y protestantes, WASP) han gobernado siempre. Pero las primarias parecen indicar que el milagro no es imposible. Y digo milagro, después del asesinato de John y Bob Kennedy, de Martin Luther King y de Malcom X, o sea, los negros y/o simplemente católicos que se atrevían a decir cómo tenía que ser América y a tener sueños imposibles.

Algunos sueños matan, y, si no, que se lo pregunten a la viuda de Martin Luther King. "I had a dream (yo tengo un sueño)", dijo King. Y era pastor protestante, no católico. Pero era negro, y lo mataron. O que se lo pregunten a la esposa de Colin Powell, el héroe de la guerra del Golfo, que dijo no a la posibilidad de que su marido fuera candidato a vicepresidente y, eventualmente, después, presidente. "They will kill him (lo van a matar)", dijo. América es así. En la calle mayor (Main Street) solo cabe un pistolero, y en todo caso el sheriff. Al pobre Gary Cooper lo hicieron sheriff contra su voluntad en High Noon (Solo ante el peligro) y un poco más y deja la piel en ello.

En Europa, la autoridad viene de arriba: de Dios, la Iglesia, la Historia... En la primera Unión americana era diferente. Bien, estaba Dios y religiones, pero varias. Estaban los Pennsilvannia Dutch, con carretas, sombreros y barba. Estaba el Sur (Lo que el viento se llevó) y el Norte. El Norte ganó, claro, y la herencia digámosle hispánica, latina, y católica desapareció o casi.

La Europa del Norte se impuso a la del Sur también en América. Como después de la Armada Invencible, Inglaterra se impuso a España. "Se es conquistador cuando no se puede ser pirata", decía Francis Drake, pirata convertido en sir por Isabel I de Inglaterra. Pero ahora está ocurriendo algo extraordinario: los negros del Sur, aunque Obama haya nacido en el Norte, pueden gobernar América del Norte.

Obama tiene algo de todos los ingredientes non WASP, excepto que es protestante. Viene a ser un Gary Cooper que se atreve a desafiar al establishment más o menos corrupto; es negro como Malcom X, King y Powell, y es carismático como Kennedy, o puede serlo.

¿Lo van a matar? Es más difícil ahora. Estados Unidos ya no son lo que eran. Ya no pueden pasar olímpicamente de la opinión pública mundial. Europa empata en renta por cápita y con un abanico de diferencias de riqueza más estrecho. Menos miseria. Esto puede ayudar a Obama, si es que la gente es consciente de ello. Posiblemente la minoría que vota en las elecciones americanas, alrededor del 50%, lo es. Pronto lo sabremos. Todo apunta a una movilización de las mujeres y los afroamericanos. No pueden pedirse más novedades.

Por último, ¿se han dado cuenta de que si gana el negro Barack Hussein Obama el enfrentamiento con el tercer mundo más extremista (Bin Laden) será un enfrentamiento de primos hermanos, Obama/Osama? No es ello presagio de un tablero mundial distinto al habitual Norte/Sur, Oriente/Occidente?
Preparémonos a ver cambios. "Change" es la consigna de Obama. Ciutadans pel Canvi era la mía, modestamente, al regresar de Roma en 1998. Ahora, de aquellos ciudadanos y del cambio queda bien poco, parece que quieren integrarse en el PSC. Es por ello que creo saludable una nueva fórmula, en la línea del Partido Demócrata italiano. Otro día ya hablamos de aquí.

Pasqual Maragall, ex president de la Generalitat y expresidente del PSC.