OTAN-UE, la unión hace la fuerza

Los ministros de Defensa de los países de la OTAN se reunieron en Bruselas los días 14 y 15 del pasado mes de febrero. La adaptación de la estructura de mando de la Alianza, el reparto de las cargas entre los aliados y los esfuerzos de la OTAN para proyectar estabilidad centraron la atención de los reunidos. Entre las decisiones tomadas por los ministros, destaca la relativa a la modernización de la estructura de mando para adaptarla a los cambios producidos en el entorno estratégico, prestando más atención a la seguridad marítima, a la movilidad logística y militar, así como a la defensa cibernética. En consecuencia, los ministros acordaron establecer un nuevo mando de fuerza conjunto para el Atlántico con la misión de proteger las líneas de comunicación marítimas entre América del Norte y Europa. También se creará un nuevo mando de apoyo para la logística, el refuerzo y la movilidad militar. Respecto al reparto de cargas, los ministros tomaron nota del progreso en la implementación del compromiso OTAN de inversión en defensa. Se espera que en el año 2024 quince aliados gasten un 2 por ciento o más en defensa. A este respecto, el secretario general señaló que «avanzamos en la dirección correcta y espero aún más progresos en los próximos años».

Los ministros aliados se reunieron posteriormente con la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini, y con los representantes de Finlandia y Suecia para tratar de la cooperación OTAN-UE. Tras el encuentro, el secretario general de la OTAN manifestó: «Nos hemos comprometido a aumentar nuestra cooperación en movilidad militar, en defensa cibernética y en la lucha contra la amenaza terrorista». Los reunidos trataron también de las recientes iniciativas de la UE en el campo de la defensa y sobre cómo asegurar su complementariedad con la OTAN. Durante los pasados meses, la UE ha adoptado diversas iniciativas relativas a su política común de seguridad y defensa. Entre ellas destacan la implementación de una Capacidad Militar de Planeamiento y Ejecución (MPCC) para las misiones y operaciones militares no ejecutivas de la UE, la Revisión Anual Coordinada de Defensa (CARD) y la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO). Esta última, configurada finalmente con la participación de veinticinco Estados miembros, fue establecida por el Consejo de la UE celebrado el 11 de diciembre de 2017. Los participantes acordaron identificar diecisiete proyectos colaborativos, entre los que destaca el sistema estratégico de mando y control para misiones y operaciones de la UE, liderado por España. Nuestra nación también participará en otros once proyectos, entre ellos los relativos al mando médico, a la movilidad militar, al centro de adiestramiento para misiones y a la actualización de la vigilancia marítima. La ministra de Defensa señaló que la PESCO es «un paso cualitativo muy importante en la construcción europea» y manifestó que los diecisiete proyectos colaborativos abren muchas oportunidades para el futuro de nuestras industrias de defensa. De Cospedal indicó también que la PESCO «proporciona un marco político para que los Estados miembros mejoremos nuestras capacidades de defensa y nuestra disponibilidad para operaciones militares mediante proyectos concretos; unas capacidades de defensa mejoradas que van a beneficiar también a la OTAN y reforzar su pilar europeo».

El punto 2 del artículo 42 del Tratado de Lisboa señala que la política común de seguridad y defensa de la Unión Europea incluirá la definición progresiva de una política común de defensa de la Unión, que conducirá a una defensa común una vez que el Consejo Europeo lo haya decidido por unanimidad. En el mismo punto se señala que la política de la Unión respetará las obligaciones derivadas del Tratado del Atlántico Norte para determinados estados miembros, que consideran que su defensa se realiza dentro de la OTAN, y será compatible con la política común de seguridad y defensa establecida en dicho marco. Las iniciativas adoptadas el año pasado suponen un avance notable hacia la defensa común en la UE, y por ello es preciso asegurar su complementariedad con la actividad defensiva de la OTAN. La asociación estratégica y la cooperación entre la OTAN y la UE tienen ya una larga tradición que se refleja en la declaración conjunta firmada en Varsovia el 8 de julio de 2016. Ha sido muy positivo el seguimiento realizado sobre la ejecución de las propuestas comunes de cooperación en el marco de esa declaración. Está previsto que antes de junio de 2018 los servicios de la OTAN y de la UE presenten un informe sobre las modalidades de cooperación y sobre el establecimiento de un enlace para implementar las citadas propuestas comunes. Se considera fundamental la convergencia en el planeamiento de capacidades militares y la coordinación en el planeamiento operativo entre las dos organizaciones.

Federico Yaniz Velasco, General del Ejército del Aire (R) y periodista.

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