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La primera vuelta de las elecciones presidenciales tendrá lugar el 22 de abril. De pronto, los asesinatos de Toulouse y Montauban han oscurecido la campaña. Tres niños morían, los tres tiroteados en la cabeza, junto a su profesor, el rabino director del liceo Ozar Hatorah, el 19 de marzo. La semana anterior caían tres militares paracaidistas de origen marroquí… Nicolas Sarkozy, François Hollande y otros candidatos acudieron de inmediato a Toulouse. El presidente de la República se expresó con trágica claridad: «No debemos ceder ante el terror. La barbarie y la crueldad no pueden ganar. El odio no puede ganar… Quiero expresar a los líderes de la comunidad judía cuán cerca nos sentimos de ellos.…  Seguir leyendo »

“Me doy cuenta de que no hemos hablado de política exterior. Lo dejaremos para una próxima vez, si tenemos tiempo suficiente” (radio France Inter, el domingo 11 de marzo por la mañana)

La machacona fórmula cierra todos los debates, todas las entrevistas, todas las ceremonias radiofónicas y televisivas: los cronómetros son así, impiden evocar el mundo circundante. En la campaña presidencial que tiene lugar en Francia se actúa con el teatro lleno. Azuzados a rivalizar, los candidatos, pequeños o grandes, se ponen de acuerdo para no transgredir los límites de un espacio cerrado.

Si alguno menciona el más allá de las fronteras es para vender mejor su vacuo concepto de “desmundialización”.…  Seguir leyendo »

Cuando falta poco para que se celebren las elecciones presidenciales en Francia, este país está acercándose a una situación límite. Durante tres decenios, con gobiernos tanto de derechas como de izquierdas, el país ha perseguido los mismos fines incompatibles, si no contradictorios. Como la crisis de la deuda soberana está empujando los bancos franceses –y, por tanto, la economía francesa– contra la pared, algo habrá que hacer y pronto.

Cuando llegue la hora de la verdad –casi con toda seguridad un año o dos después de las elecciones–, causará un cambio radical y doloroso, tal vez más incluso que el golpe de Estado de Charles de Gaulle, que condujo al establecimiento de la Quinta República en 1958.…  Seguir leyendo »

Según los sondeos, una mayoría de franceses considera que la actual campaña electoral para la presidencia no tiene interés. Se equivocan; aporta importantes enseñanzas.

La primera es clara y diáfana: en periodo de crisis y de incertidumbres, los electores esperan, en primer lugar, que sus inquietudes sociales y dificultades sean reconocidas. Y en este sentido la campaña aporta dos lecciones.

Por una parte hace visibles a sectores enteros de la población que se habían vuelto invisibles durante los años 80 y 90. En particular, cabe decir que el mundo obrero prácticamente había desaparecido de los medios de comunicación desde hace una veintena de años.…  Seguir leyendo »

La discrepancia sobre la política exterior francesa durante la V República no responde a la distinción clásica entre derecha e izquierda. Todavía en vigor en el origen del actual régimen, esta diferencia ha quedado eclipsada por otra, más fundamental, que no corresponde a los criterios que se utilizan para la política interior.

Ha cristalizado en la dicotomía entre los defensores de una línea gaullista-mitterrandista y los partidarios del atlantismo y/o el occidentalismo.

Los partidarios de la línea gaullista-mitterrandista creen que Francia no puede quedarse en su papel de país occidental, piensan que debe ejercer un papel específico con los países que ayer llamábamos "del Sur" y que hoy denominamos "emergentes", y que además le interesa desarrollar ese papel.…  Seguir leyendo »

Paradoxically, the only country in the EU where the political debate is regularly stirred up by European issues is the UK. France prides itself, with good reason, on being the founding mother of European integration. And yet, when it comes to an election as crucial as the presidential one, the two main candidates have tended to behave as if the topic is taboo.

The signing of the stability pact by 25 heads of state and government in Brussels; the insistence on austerity of Germany's Angela Merkel, challenged by Italy's Mario Monti and 11 other European leaders calling for growth; the enduring plight of Greece and Spain … day after day, the morning headlines tell us how vital these issues have become, and every evening French newscasts show President Nicolas Sarkozy and his Socialist challenger, François Hollande, campaigning as if France were alone.…  Seguir leyendo »

The most resounding possible result from France’s presidential election is clear: a Socialist victory that bars the way to an austerity-only economic regimen for Europe by making growth a priority equal to its planned hold-down on excess debt and deficits.

With the euro zone economy forecast to enter into recession soon, Europe’s existential question is how it can focus alone on ratifying a treaty this year (meant to re-establish its probity for the markets and its nervous partners) that is basically limited to more consolidation of its finances.

François Hollande, with a double-digit lead over President Nicolas Sarkozy in polling for the May 6 vote, has taken the issue of where’s-the-growth and run with it.…  Seguir leyendo »

Is it possible for Nicolas Sarkozy to remake himself in the eyes of the French and defeat his opponents in the final sprint of the presidential race? In spite of his exceptional qualities as a debater, his pugnacity and energy and a presidential record that is hardly mediocre, the answer is far from clear, even if public opinion polls indicate a narrowing of the gap.

Sarkozy’s handicaps are grave. For the moment, the emotional rejection by a majority of the French of a man they apparently do not want to see on their television screens for another five years still appears to prevail over the clear lack of enthusiasm for his main opponent, the Socialist François Hollande.…  Seguir leyendo »

Y el próximo Presidente será… el candidato del Partido Socialista, François Hollande. Hace un mes, cualquier predicción formulada con semejante certeza habría parecido imprudente, si no absurda. Predomínaba la incertidumbre. Cuatro candidatos dominaban la competición y nadie se habría atrevido a predecir qué par de ellos pasaría al desempate de la segunda vuelta. De hecho, la carrera parecía más abierta que ninguna de las de memoria reciente.

De repente algo ocurrió: no un acontecimiento en sí mismo (si bien comenzó con la primera gran concentración pública de Hollande a mediados de enero), sino algo que puede parecer un proceso irresistible y que se puede resumir así: una mayoría de los franceses quieren castigar a un Presidente que ha dejado de caerles en gracia.…  Seguir leyendo »

French voters head to the polls in April for the first round of a presidential election, and unlike the looming vote in Russia the outcome in France remains in doubt. Fear is rising in some quarters that the Socialist Party candidate, François Hollande, will unseat President Nicolas Sarkozy, that his government will drive France hard to the left, and that he will fatally undermine the work that Sarkozy has done with Chancellor Angela Merkel of Germany to restore confidence in the euro zone.

Not so fast. First, Sarkozy will make this a more interesting race before he’s finished. Second, a win for Hollande wouldn’t mean dramatic change for France’s economic policy orientation or for crisis management in the euro zone.…  Seguir leyendo »

What kind of country would France be if it abandoned its 35-hour work week (it actually kills jobs), set up an affirmative action program for its Muslim immigrants (featuring a zero-tolerance framework for their assimilation), and scaled back its ambitions for Europe as a global political force to more attainable goals?

Answer: An imaginary one. There are no signs of it happening.

Roughly 100 days before voting in an elimination round April 22, and then in a final ballot on May 6, the French presidential election campaign so far involves back and forth on possible variations in French comfort — tinkering with, adjusting and applying new coats of paint to familiar and nonthreatening aspects of national life.…  Seguir leyendo »

Según los últimos sondeos, si las elecciones presidenciales francesas se celebraran en este momento, François Hollande sería el vencedor con un 62% de los votos frente a un 38% del actual presidente Nicolas Sarkozy. Sería la revancha de alguien que, hace tres años, aparecía como un perdedor absoluto mientras que nada ni nadie parecía ser capaz de detener la marcha triunfal de Nicolas Sarkozy.

Pero la amplitud del margen de esa hipotética victoria muestra también su irrealidad. Descartado, por tratarse de un caso particular aparte, el duelo del 2002 que enfrentó a Jacques Chirac con Jean-marie Le Pen, la distancia entre los dos finalistas a la presidencia de Francia ha sido siempre relativamente apretada.…  Seguir leyendo »

En general, las disputas internas del Partido Socialista francés provocan bostezos de aburrimiento. Peleas entre egos -siempre los mismos-, palabrería constante y, sobre todo, la penosa sensación de que sus dirigentes no han atravesado una frontera desde el siglo pasado. Pero, de repente, justo cuando la derecha muestra abiertamente sus dudas sobre las posibilidades de Nicolas Sarkozy de salir reelegido en la primavera de 2012, resulta que el PS ha conseguido modernizar nuestra vida política. Algo de lo que se siente no poco orgulloso y de lo que cada uno de los aspirantes a la candidatura proclama ser el padre (o la madre): por primera vez, el candidato que defienda sus colores en las elecciones presidenciales, será designado por votación popular.…  Seguir leyendo »

La campaña electoral para las elecciones presidenciales francesas que tendrán lugar en mayo del 2012 acaba de comenzar. El pasado 29 de junio, Nicolas Sarkozy llevó a cabo un reajuste ministerial tras el nombramiento de Christine Lagarde como nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional. La elección de ministros centristas para debilitar una eventual candidatura concurrente con la suya de Jean-Louis Borloo y el nombramiento del muy popular David Douillet como secretario de Estado de los franceses en el extranjero, para obtener el apoyo de este importante electorado, muestran que la caza al elector ha prevalecido sobre la racionalidad de la composición de un equipo gubernamental.…  Seguir leyendo »

A veces, la política tiene moral. Lo prueba el extraordinario resultado conseguido en las elecciones europeas del domingo por Daniel Cohn-Bendit y su formación, Europa-Ecología: un 16% de los votos, igualando el porcentaje de los socialistas franceses. Desde el primer momento, el líder ecologista hizo una campaña fundamentalmente europea, basada en un proyecto de sociedad ecologista y social, apoyado en su amplia experiencia de parlamentario en Estrasburgo.

Los politólogos suelen decir que en las llamadas elecciones intermedias los electores no responden a las cuestiones planteadas. Otro cliché que se ha caído por los suelos. Porque, aunque no hayan sido muchos los que han votado, los franceses han primado a las listas centradas en el objetivo del escrutinio; es decir, en la elección de diputados europeos y no en la expresión de las preocupaciones internas, como el castigo al Gobierno en el poder o el voto útil a la izquierda, que los electores han considerado algo inútil.…  Seguir leyendo »

Las elecciones municipales francesas siempre han servido de indicador de la evolución de los comportamientos políticos y las aspiraciones reales de los electores. A pesar de ser locales, estos comicios tienen un significado nacional, más obvio aún en el caso de los últimos, ya que se han celebrado diez meses después de la victoria de Nicolas Sarkozy en las presidenciales de 2007.

Cuando un partido gana las municipales suele subrayar su carácter simbólico a escala nacional, y al perderlas, su dimensión estrictamente local. Es precisamente esto último lo que ha hecho el Gobierno de Nicolas Sarkozy. Sin embargo, es evidente que estas elecciones tienen un doble carácter -local y nacional-, sobre todo cuando se convierten en un maremoto a favor de una tendencia política.…  Seguir leyendo »

Ségolène Royal hubiera podido ganar las recientes elecciones presidenciales, pero ha perdido. ¿Por qué? Es demasiado pronto para ofrecer un análisis detallado y verdaderamente significativo de las elecciones, máxime cuando las próximas legislativas corren el riesgo de complicar aún más la situación. En cambio, ya es posible despejar las grandes líneas que se desprenden del análisis de los resultados electorales y cotejarlas con su trasfondo sociológico y político. Pero antes hay que considerar varios elementos vinculados al comportamiento electoral de la población francesa. Todo el mundo ha señalado el impresionante porcentaje de participación, que ha superado el 86% en las dos vueltas.…  Seguir leyendo »

El concepto de 'victoria pírrica' es de sobra conocido. De forma inversamente similar podría hablarse de una 'derrota parta'. Refieren los antiguos que los partos luchaban en sus guerras retrocediendo siempre pero sin huir o dar la espalda. Cuando los atacantes cantaban victoria y dispersaban sus líneas, los partos reagrupaban las suyas en un movimiento envolvente por derecha o izquierda y transformaban lo que parecía una derrota en una victoria inesperada. Los franceses tienen también una expresión muy gráfica: 'reculer pour mieux sauter'. Algo semejante está haciendo François Bayrou. No superó la primera ronda electoral (si lo hubiera hecho las encuestas más fiables le daban ganador frente a Sarkozy), pero no ha cejado en su lucha aun a riesgo de quedarse aislado.…  Seguir leyendo »

La pregunta se la seguirán haciendo aún cientos de personas que acaban de votar en Francia a favor de Ségolène Royal, la primera mujer candidata a la Presidencia de la República. La socialista ha perdido, aunque ha alcanzado un porcentaje de votos muy superior al que obtuvo su corregionario de partido Lionel Jospin en los anteriores comicios, celebrados en 2002, quien ni siquiera logró pasar a la segunda vuelta electoral.

Sin embargo, la enorme alharaca mediática que durante meses se ha armado en torno a esta mujer socialista había llegado a hacer creer en amplios sectores que sería ella, y no Sarkozy, la futura inquilina del Elíseo, y que, además, ella lograría salvar a la izquierda y al PSF de su profunda crisis de valores.…  Seguir leyendo »

Felipe González escribió hace un par de semanas un sutil artículo sobre las elecciones francesas en el que afirmaba que el campo de batalla no se situaba sólo entre derechas e izquierdas, sino, sobre todo, entre modernizadores y bonapartistas. "La gente que está descontenta con las propuestas de la derecha, aun siendo de derechas, o la que lo está con las de izquierdas, aun siendo de izquierdas - decía Felipe-, representa el desasosiego como enfermedad difusa de los franceses. Saben que Francia no es lo que fue, saben que no lo volverá a ser en la nueva situación mundial, pero no saben cómo será su futuro".…  Seguir leyendo »