El grafito, ¿arte o incivismo?
Desde lo más antiguo de los tiempos, algo ignoto ha impulsado al ser humano a transcribir su pasión en el muro. La necesidad de extrovertir sus emociones fue el motor fundamental del hombre primitivo, dando origen a lo que con el tiempo llamaríamos cultura y, por lo tanto, arte. Del pintor de Altamira al actual practicante del grafito, pasando por el José ama a Carmencita grabado en la corteza de un árbol, las pintadas políticas reivindicativas –Llibertat, amnistia...– o los dibujos obscenos en los urinarios públicos, poco o nada ha cambiado, al menos en su esencia y voluntad: se trata del deseo de dar a conocer sensaciones íntimas y de una innegable voluntad de comunicación.… Seguir leyendo »