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El próximo 20 de diciembre millones de españoles acudiremos a las urnas. La gran mayoría se informa, fundamentalmente, en los medios de comunicación y muy pocos leyendo los programas electorales. Sólo el 0,2% -según un estudio reciente de Sigma2- se cree las promesas electorales. Cabe concluir, por tanto, que una parte importante de la confianza se deposita más en la firmeza de la voluntad que en la retórica de las palabras.

La confianza es un valor frágil. Es como un papel en blanco que cuando se arruga, por más que lo planches, jamás vuelve a su ser liso y sin marcas.…  Seguir leyendo »

Continuar con las políticas económicas conservadoras sería un riesgo demasiado elevado para la estabilidad social de España, aquejada de la mayor desigualdad de su historia reciente. Ni lo hecho durante estos cuatro años puede ser guía para el futuro ni, como propone Rajoy, ahora solo basta esperar a que el tiempo todo lo cure. Consolidar esta recuperación frágil e insuficiente, para salir de la crisis y no solo de la recesión, requiere efectuar grandes cambios en la política económica, social, energética, educativa y presupuestaria, que nos permitan transformar el modelo productivo mediante un crecimiento basado en el valor añadido, no en la precariedad laboral y, sobre todo, distribuir activamente los frutos de ese crecimiento de manera solidaria empezando por crear empleo estable, revertir los recortes en educación, sanidad, dependencia y adoptar medidas de lucha contra la intolerable pobreza masiva.…  Seguir leyendo »

Independientemente de los magistrados que ascienden a los distintos cargos en función estricta de su puesto en el escalafón, desde siempre aquellos que han de figurar en la cúspide del Poder Judicial –por ejemplo, pero no sólo, en el Tribunal Supremo (TS)– han sido y son elegidos en virtud de otros criterios distintos al de su antigüedad. Durante la dictadura franquista era el Poder Ejecutivo el que designaba a esos altos cargos judiciales que recaían en magistrados que le eran afines.

Con la llegada a España de la democracia en 1978 se despojó al Gobierno de su facultad para realizar esos nombramientos discrecionales, encomendándose ahora la selección, siguiéndose fundamentalmente los modelos constitucionales italiano y francés, a un órgano en principio «independiente» del Poder Ejecutivo como lo sería el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que resuelve, entre otros, los nombramientos del presidente del Tribunal Supremo (TS) y de los magistrados y presidentes de Sala de ese Tribunal, de los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, de las Audiencias Provinciales o de la Audiencia Nacional.…  Seguir leyendo »

España es el resultado de una gran obra colectiva. Nuestro país es la suma del esfuerzo, las aspiraciones y las esperanzas de todas las generaciones que lo construyen aportando su valor y capacidad. Renovado tras una larga dictadura sobre la democracia, la solidaridad y el entendimiento, nuestro país ha recorrido el final del siglo XX y el arranque del XXI sobre un modelo de éxito que necesita reformas para evolucionar y superar su actual encrucijada.

En este contexto, España encara un horizonte que todos deseamos que sea mejor que el tiempo que dejamos atrás. Tenemos ante nosotros el reto de mantener la línea de progreso y avances que tantas veces se ha truncado a lo largo de nuestra historia y los españoles tendremos la posibilidad de hacerlo posible con nuestro voto el 20 de diciembre.…  Seguir leyendo »

Decía Winston Churchill con su conocida ironía que el político debe ser capaz de predecir lo que va a ocurrir mañana, pasado mañana y el año próximo, y de saber explicar por qué lo que predijo no ocurrió finalmente. Más que hacer predicciones, el político debe dar explicaciones sobre lo que pretende hacer. Y luego hacerlo. La política es comprometerse con la realización de hechos. También es conveniente contar lo realizado. Ello reporta credibilidad al dirigente y confianza en la sociedad. Pero eso ya no es política, sino propaganda. Los partidos en el poder acuden a las urnas fiados más en lo que han hecho que en lo que proyectan hacer.…  Seguir leyendo »

El laicismo como pretexto

Durante décadas, la socialdemocracia española ha hecho virtud de su flaqueza ideológica. Dando la espalda a una digna tradición construida sobre los valores fundacionales del socialismo, el PSOE gubernamental ha ido huyendo del debate de ideas para plantear una mera exhibición de prejuicios. No hace falta extenderse en el inventario de renuncias a referentes teóricos, de cansinas superaciones de principios, de vacuas exhortaciones al relativismo, consumadas con el pretexto de la modernización del partido. En estos últimos días, el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno ha vuelto a lanzar una carga de su ligera caballería cultural que persigue izar una vieja bandera de valores republicanos y solamente consigue tender la ropa sucia de los peores sectarismos del pasado.…  Seguir leyendo »

Placebo y entropía

La entropía es el desgaste que experimenta un sistema debido al transcurso del tiempo o a su propio funcionamiento. Una medida de desorden o incertidumbre que –en vísperas de las generales– podría constituir la mejor explicación para entender la “pájara” del Partido Popular, acentuada al trascender las diferencias –sin disimulo– entre ministros. Este clima entrópico amenaza con convertir el tiempo que falta para los comicios en una pesadilla para el partido del Gobierno, que ya arrastra el cansancio de unos años duros en los que no ha tomado medidas contra sí mismo.

Así, a dos meses de la cita electoral, la fluida actualidad catalana no resulta ajena al malestar ambiental.…  Seguir leyendo »

La pobreza política

En mayo de 2010 España dejó bruscamente de ser un país próspero, envidia de italianos y franceses según su presidente de entonces, para convertirse en un Estado endeudado y casi quebrado. Si la prosperidad había sido o no imaginaria es ahora lo de menos, puesto que el empobrecimiento financiero-laboral se hizo tan evidente que aún no hemos dejado de hablar de sus causas y consecuencias. De lo que apenas hemos hablado es del empobrecimiento político que lleva aparejada la penuria económica en un mundo como el nuestro, en el que economía y política son difícilmente separables. El PSOE lo sufrió el día en que Rodríguez Zapatero se quedó sin programa y sin un discurso que le permitiera tomar las impopulares medidas que tomó, lo que costó a su partido las elecciones de 2011.…  Seguir leyendo »

Estamos ya en plena batalla electoral, pese a faltar más de dos meses para las elecciones y no haberse abierto oficialmente la campaña. Pero hay dos cosas que nos pirran a los españoles: las prisas y violar las normas. Aunque debe reconocerse que esta vez nos jugamos no sólo un gobierno, sino también el régimen que tenemos. ¿Continúa vigente el que acordamos en la Transición o lo cambiamos? Toda una pregunta que justifica el ardor de la batalla.

A tal distancia es imposible predecir el ganador, y las encuestas son menos de fiar que los horóscopos. La mayoría son pura publicidad de uno u otro bando o refuerzo editorial del medio que las encarga, y la del CIS llega con tanto retraso que los acontecimientos la dejan anacrónica.…  Seguir leyendo »

La venganza del ciudadano

En el primer día de su clase 'The Making of a Politician', el profesor de la Universidad de Harvard Steve Jarding graba a sus alumnos presentando una hipotética candidatura presidencial y debatiendo en campaña electoral. Durante meses los instruye en el arte de la comunicación política antes de volver a filmar sus mítines al final de curso para ver si ha conseguido su objetivo: transformar a sus estudiantes en políticos profesionales. La teoría de Jarding, que ha entrenado a candidatos de todo el mundo, es que cualquiera, independientemente de sus habilidades comunicativas, puede ser convertido en un gran líder mediático.

Tomé el curso de Jarding el año pasado, en un experimento por ver si también podía lograr la conversión de un periodista descreído.…  Seguir leyendo »

Las mulas infecundas y la tercera España

Tiene su sentido que las elecciones generales vayan a celebrarse en diciembre, al menos para los gorrones de la política que esperan estas citas con la incertidumbre navideña de qué les traerán, si asesoría, despacho o subvención. Me lo resumió bien un diplomático al que pregunté hace algunos años cuál sería su próximo destino: «Depende: si ganan los míos, París; si pierden, una república bananera».

En la política de la tortilla, donde unos se lo cocinan hasta que los otros consiguen darle la vuelta, la primera regla es elegir trinchera, que tarde o temprano te tocará algo. Convencido medio país de que la culpa de todos sus males la tiene la otra mitad, y viceversa, ya tienes un bipartidismo con coartada para ignorar el interés general, entregarse al clientelismo y eludir responsabilidades.…  Seguir leyendo »

Sabemos lo que votamos

Los partidos políticos no tienen virtudes. Por eso deberíamos evaluar nuestras opciones políticas en base a las virtudes cardinales de sus dirigentes: prudencia, sentido de la justicia… o de las más contemporáneas, como convicción, cercanía, previsibilidad, emprendimiento..., de las cuales son complementarias.

Abordándolas una a una, veríamos que la prudencia de nuestros candidatos es distinta en cada caso: Sánchez opta por hablar de la regeneración democrática, y Rivera, por expedir salvoconductos morales, de forma que así no tienen que explicar cómo van a traer inversión derogando la reforma laboral; claro que esa cautela no augura mucho más que no se llevarán la vajilla de La Moncloa.…  Seguir leyendo »

La nulidad de las promesas electorales

Cuando a principios de los años 70 estudié Derecho, las donaciones entre cónyuges eran nulas, por aplicación de una vieja regla del Derecho Romano de la que nuestro Código Civil sólo exceptuaba «los regalos módicos que los cónyuges se hagan en ocasiones de regocijo para la familia».

Para Ulpiano, esa prohibición evitaba que se pusiera precio al afecto conyugal y que su mutuo amor hiciera que los cónyuges «se expoliaran»; para Cecilio, tales donaciones «podían dar origen a discusiones entre los cónyuges si el más rico no fuera generoso con sus regalos»; y Javaleno aducía un caso concreto de «compra del afecto»: la mujer de Mecenas había obtenido valiosos regalos de su esposo bajo amenaza de divorcio.…  Seguir leyendo »

Parece bastante posible que el Gobierno presente el proyecto de Ley de Presupuestos para 2016 para que las Cortes Generales lo aprueben antes de su disolución. Esa decisión es un error político, pero también se trata de un fraude constitucional aunque Moncloa practica un continuo juego que sitúa al Gobierno constantemente al borde de la Constitución.

La Constitución atribuye a las Cortes aprobar los presupuestos (artículo 66). La peculiaridad del presupuesto respecto a otras leyes es su temporalidad, la vigencia de un año del ciclo presupuestario, en lugar de una vigencia indeterminada como ocurre en las restantes leyes. La Constitución no establece cuándo se inicia el ejercicio presupuestario pero sí lo prevé la Ley General Presupuestaria que lo hace coincidir con el año natural.…  Seguir leyendo »

La campaña electoral del Reino Unido puede servirnos de aperitivo para un año electoral que costará digerir. En ella hemos visto al Gobierno alabando sus logros, a la oposición –esta vez más variada que antaño– poniéndolos en duda, cuando no tildándolos de fracasos. Algunos críticos han señalado hasta qué punto la lucha electoral ha llegado hasta desfigurar las verdades más elementales, dando por bueno lo malo, y al revés. Es de prever que lo mismo ocurra aquí, y no sobra tiempo si queremos evitarlo.

El actual Gobierno se ha hecho acreedor de nuestra gratitud por la docilidad con que ha seguido las instrucciones y recomendaciones de nuestros socios europeos.…  Seguir leyendo »

Desde la primavera de 2014 corre un rumor que periódicamente emerge: Rajoy podría retrasar las próximas elecciones legislativas hasta enero o incluso febrero de 2016. El tema merece una reflexión porque no es seguro que las próximas elecciones a Cortes puedan celebrarse en fecha tan tardía, dos o incluso tres meses después de finalizar la actual legislatura.

La Constitución contiene dos preceptos similares, aunque de alcance desigual, sobre el periodo de vida de las Cortes. En primer lugar, el texto constitucional establece que tanto el Congreso como el Senado son elegidos por cuatro años y que el mandato de diputados y senadores termina cuatro años después de su elección o el día de la disolución de la respectiva Cámara (artículos 68.4 y 69.6).…  Seguir leyendo »