Una campaña presidencial átona
Nunca desde 1981 habíamos tenido una campaña electoral tan poco apasionante. No es por culpa de los candidatos. Tanto Nicolas Sarkozy como Ségolène Royal saben utilizar, con una maestría excepcional, los medios de comunicación y son expertos en el arte de teatralizar la competencia política. Incluso hay un tercer hombre, François Bayrou, que intenta sacudir el juego de los principales candidatos, y eso podría alegrar un poco más el debate. Pero no, sigue la campaña en un tono plano, casi gris. Quedan cinco semanas para la votación y los sondeos no dan una visión bastante fiable del porvenir para decidir quién va a imponer sus reglas de juego.… Seguir leyendo »