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Según una reciente encuesta de Metroscopia para este diario, la mayoría de los españoles cree que la prohibición de las corridas de toros aprobada por el Parlamento en Cataluña fue "un acto liberticida teñido más de razones políticas que humanitarias".

Si es así, no sería la primera vez. Todo régimen en España, cuando no estaba ignorando la Fiesta o intentando abolirla, ha explotado el toreo para sus propios fines.

Alfonso X el Sabio persiguió a los matatoros de las fiestas populares: los toreros tenían que ser aristócratas a caballo para que el establishment se llevara la gloria de organizar los festejos.…  Seguir leyendo »

Con toda la razón, el editorial de EL MUNDO que comentaba la prohibición de las corridas en Cataluña sentenciaba que es «una prohibición que sólo pretende castigar a España». El siempre inteligente Luis María Anson hablaba en su Canela fina de aquel 29 de julio de la «politización» del tema. Hay razones válidas para prohibir el espectáculo -por ejemplo, por motivos de crueldad hacia los animales-, pero ni Carod-Rovira ni la inmensa mayoría de diputados catalanes que votaron a favor de prohibir los toros destacan como partidarios del movimiento para proteger a los animales. Su motivación no era otra que intentar un golpe contra el predominio de España.…  Seguir leyendo »

La decisión adoptada por el Parlamento de Cataluña que supone la prohibición de las corridas de toros en esa comunidad a partir de enero de 2012, ha causado una conmoción dentro y fuera del mundo taurino que no se compadece con la atonía de la fiesta de los toros que, según algunos, se está produciendo en nuestro país.

No parece ser, por tanto, un asunto baladí, y la citada decisión parlamentaria está produciendo innumerables reacciones en toda España que van del estupor a las más encendidas críticas, lo que demuestra que el asunto de los toros tiene, como siempre hemos defendido los taurinos, sentimientos y pasiones ancestrales, muchas veces difíciles de explicar.…  Seguir leyendo »

La reciente resolución del Parlamento de Cataluña que prohíbe las corridas de toros en aquella Comunidad Autónoma a partir de enero de 2012, ha suscitado comentarios de diversa clase. Así, hemos podido leer estos días que «se trata de una victoria de la democracia y de la dignidad sobre la crueldad», o, en un bando opuesto, se nos ha dicho que «es una pataleta contra España debida a motivos políticos ajenos a la defensa de los animales». Y, en una y otra dirección, han sido numerosas las afirmaciones rotundas, radicales.

Personalmente, la opinión que más me ha sorprendido es la de un político (de esos mediocres que abundan ahora en Cataluña), según el cual «ha sido buena la decisión del Parlament porque con ella dejaremos más limpia para nuestros hijos la sociedad».…  Seguir leyendo »

Como era de prever, el Parlament de Catalunya aprobó por ley la prohibición de las corridas de toros: fue una noticia que tuvo amplia repercusión en Catalunya, en España y hasta en el mundo.

Dejando aparte la comprensible amargura y la natural euforia que han mostrado, respectivamente, las minorías de acérrimos partidarios o de intransigentes detractores de los toros, me parece que entre el resto de los ciudadanos, aquella mayoría que no está plenamente ni con unos ni con otros, el acuerdo parlamentario ha dejado, en medio de una gran indiferencia, cierto mal sabor de boca, una sensación de que, en el fondo, lo que se ha cometido es un nuevo atropello a la libertad.…  Seguir leyendo »

Los nacionalistas catalanes -con la inestimable ayuda de los que a sí mismos se llaman socialistas, aunque nunca se queden atrás, bien sea por convicción, bien por puro cálculo cuando de nacionalismo se trata- acaban de prohibir las corridas de toros, expresión no única, aunque sí la más notable y la más universal, de esa amistad dos veces milenaria del hombre español y el toro bravo, como subrayó Ortega y Gasset, que constituye sin duda uno de los signos distintivos más universales de nuestra identidad cultural.

1.- Dicen que lo han hecho por su mayor amor y respeto por los animales, afirmación mentirosa donde las haya, como lo prueba el blindaje que ellos mismos han promovido a los correbous.…  Seguir leyendo »

La ciudad de Ronda tiene varios monumentos a toreros y calles dedicadas a grandes poetas, algunos de ellos caracterizados por haber cantado a los primeros. En la ciudad de Ronda es omnipresente la evocación de Rainer Maria Rilke y en una pequeña finca de los alrededores, perteneciente a un torero ya fallecido, reposan por propia voluntad las cenizas de Orson Welles. En Ronda nació Francisco Giner de los Ríos y un colectivo que lleva el nombre del pedagogo ha celebrado la memoria de Miguel Hernández.

La reciente votación del Parlamento de Cataluña en favor de la abolición de las corridas de toros ha provocado un tremendo debate, en razón de que muchos han entendido que se repudiaba un símbolo de la identidad española.…  Seguir leyendo »

Ciertos son los toros. Se veía venir. El nacionalismo, convertido en espada —no en torero, en espada—, tenía el insomnio de matar al último toro, antes de que al echarse a dormir se le convirtiera en pesadilla. Ciertos son los toros. Por más que la res se amosquilara, por más que se aspeara las patas huyendo —que no es lo suyo—, la hubieran buscado allí donde fuera, y la hubieran hallado para ese fin, por más avisada que estuviera. No había cacho en el que el toro pudiera sentirse seguro, por más aplomos que lo sostuvieran. Ese chorreado en verdugo con determinados colores —rojigualdo, para qué negarlo, y por nombre «Nacional»— lo tenía sentenciado.…  Seguir leyendo »

El miércoles se consumó, finalmente, la amenaza que pesaba sobre la actividad taurina en Cataluña desde hace unos meses. El Parlament ha decidido instar la prohibición de las corridas de toros en su territorio a partir de enero de 2012. Nada extraño en estos tiempos en esa tierra en la que, al menos en el ámbito político y desde hace algún tiempo ya, reina la cultura de la intolerancia. Una tierra donde algunos partidos ya no abordan los problemas desde el prisma de la necesidad común, sino desde un firme y permanente deseo de imponer la exigencia particular.

Visto como aficionado práctico que soy, me produce una profunda tristeza la imposición que se me hace de un veto en Cataluña para practicar libremente lo que considero que es el espectáculo más singular de toda la Tierra: bailar a muerte con un toro bravo en una plaza.…  Seguir leyendo »

La prohibición de los toros en Cataluña me parece absurda porque va en contra de aquello en lo que fundamentan la abolición: el amor al animal. Si esto lo siguieran los demás lugares donde hay toros, lo que se conseguiría sería lo que no logró Hitler con los judíos: el Holocausto, el Tauricidio total. He aquí la primera contradicción. La segunda es que catalogan la Fiesta de los Toros, la llamada «tortura», desde su posición de hombres recibiendo las puyas, las banderillas y la estocada que recibe el toro. Y el toro es un animal; y sin embargo, no se mueven para prohibir la pesca de los pescadores de caña, que lo que hacen con los peces es mucho peor que lo que se hace con el toro.…  Seguir leyendo »

Antes, cuando me dominaba la euforia y creía que los toros eran inexpugnables, acostumbraba a rematar mis optimismos con esta redondilla: «Esta es la Fiesta española/ que viene de prole en prole/ y ni el Gobierno la abole/ ni habrá nadie que la abola». Pues nos han abolido, en Cataluña nos han abolido, aunque queda aún tela por cortar: trámites burocráticos, recursos legales, nada. El resultado de la votación en el Parlament no ha podido sorprender a nadie. Las fintas de algunos partidos nada podían contra la matemática pura y dura del juego parlamentario. Trece votos de diferencia a favor de la prohibición y nueve abstenciones han dictado sentencia.…  Seguir leyendo »

Quizá lo más importante de la vida sea la muerte. Lo que diferencia al ser humano del resto de la creación es que sabemos que vamos caminando hacia ella.

«Avive el seso y despierte, / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando...». Así canta el poeta español Jorge Manrique y así también cantaba el poeta inglés Andrew Marvell: «But at my back I always hear / Time's wingéd chariot hurrying near». (Pero a mi espalda siempre estoy oyendo / el carro alado del tiempo que se acerca corriendo»).

El ser humano, dada su sensibilidad (su alma, dirían los cristianos) intenta caminar hacia la muerte con la mayor dignidad posible.…  Seguir leyendo »

Toda Europa había sido un hervidero de supersticiones y crueldades; de censuras, quemas de herejes y represiones, y de torturas públicas de animales humanos y no humanos, incluidos el lanzamiento de gatos desde las torres de las iglesias, las peleas de perros y de gallos y de perros contra osos, y los encierros, acuchillamientos y corridas de toros. Frente a tanta sordidez y violencia, la Ilustración trajo a Europa la apertura de las mentes y la suavización de las costumbres. Las tradiciones más sanguinarias fueron abolidas en casi todas partes. Sin embargo, en España apenas hubo Ilustración y Fernando VII cortó de cuajo sus débiles brotes, restaurando la Inquisición y la tauromaquia, entre otros horrores.…  Seguir leyendo »

La prohibición, tristemente, se hizo realidad. El brazo ejecutor ha sido la política, que rechaza la fiesta de los toros por su identidad con España, pero el terreno estaba abonado y en celo desde que en 1965 falleció Pedro Balañá Espinós, uno de los más grandes empresarios taurinos de la historia. Muerto don Pedro, nadie siguió su estela, y, mientras languidecía la afición, ocupaba su terreno la política, que ha minado, sin prisa pero sin pausa, todos los cimientos taurinos de Cataluña hasta alcanzar su objetivo final.

La política ha entrado en tromba por la puerta de cuadrillas, y la libertad ha salido cabizbaja, magullada y herida por la del desolladero.…  Seguir leyendo »

Por supuesto, no es el caso presentar argumentos a favor o en contra de mantener las corridas de toros, como suele decirse: quienes tienen que justificar la insólita medida son los que han decidido prohibirlas parlamentariamente. Hay gente a la que le gustan los toros y otros muchos que no han pisado una plaza en su vida o que sienten repugnancia por la fiesta: es la diversidad de los hijos de Dios. Pero que un Parlamento prohíba una costumbre arraigada, una industria, una forma de vida popular... es algo que necesita una argumentación muy concluyente. La que hemos oído hasta la fecha dista mucho de serlo.…  Seguir leyendo »

Arnold Hauser fue un singular crítico y ensayista de arte, conocido sobre todo por la teoría de relacionar las producciones artísticas con los fenómenos socioeconómicos del momento. De no haber muerto, en el cuarto volumen de su «Historia social de la literatura y el arte» nos habría dado los pormenores y porqués de la prohibición en Cataluña de los toros.

Pero tampoco es preciso el método científico del prestigioso esteta húngaro para aproximar ciertas evidencias.
Haciendo un poco de historia, es fácil reconocer a finales del XIX y principios del XX un crecimiento industrial y económico en Cataluña, que coincide plenamente con la llamada Edad de Oro del Toreo.…  Seguir leyendo »

Hace tan solo unos meses doce diarios catalanes nos advirtieron de que «hay —en Cataluña— un creciente hartazgo por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad». Y a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, Montilla incide día tras día en «la desafección» catalana de España.

Que nadie se equivoque, hartazgo por hartazgo y desafección por desafección, con seguridad pesan más el hartazgo y la desafección de la inmensa mayoría de los españoles por la mirada desdeñosa y los gestos excluyentes de quienes se empeñan en que únicamente son respetables sus instituciones, su estructura económica, su idioma y su tradición cultural, como si los toros representaran un «defecto de fabricación que impide a Cataluña alcanzar una soñada e imposible uniformidad».…  Seguir leyendo »

Hasta ayer mismo, algunos aficionados barceloneses de buena voluntad confiaban en que el tradicional «seny» catalán se impusiera para que la amenaza a la libertad de ir a los toros no se llegara a cumplir. Lamentamos tener que reconocer hoy que se equivocaban.

No es extraño. En todos los ámbitos de la vida, tendemos a negar lo que nos resulta imposible de comprender y difícil de aceptar. Es la vieja táctica del avestruz: mejor engañarnos que desesperarnos. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado?: «No hay que ser catastrofista», «las cosas no están tan mal», «no se ha roto nada...» La realidad indiscutible es que, limitándose a decir eso, no se arregla nada.…  Seguir leyendo »

On Wednesday at exactly 8 A.M., a rocket will be fired and a corral door opened and six fighting bulls and a herd of steers will be released into the streets of Pamplona, Spain.

It is a tradition that has taken place every July for hundreds of years. If luck holds, I will be in the street, once again as I have been for every “encierro” or “bullrun” as it is commonly known, since 1967.

Why would a man in his 60s with two small children, who has been gored by those very same bulls three times, who had his ribs and his arm broken and his hip replaced as the result of a goring, be doing such a seemingly insane thing?…  Seguir leyendo »

Pasado ya el tiempo de las argumentaciones a favor y en contra de la tauromaquia, se acerca el momento de la verdad. La hora del indulto o la puntilla a los toros en Catalunya. De la parte antitaurina se ha hablado de maltrato animal, de ablación de clítoris, de racismo, de barbarie y de modernidad; por contra, los defensores de la pervivencia de la corrida hemos apelado a la libertad, denunciado la hipocresía animalista, la utilización de la prohibición como chivo expiatorio y, en fin, hemos apelado al componente ético y ejemplar de la tauromaquia en el marco de nuestra cultura.…  Seguir leyendo »