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Las inmaculadas calles

Hace unos días fui a visitar los jardines de la casa Muñoz, en nuestro barrio. Han recuperado la traza original que les dio Forestier y resultan un espacio acogedor, aunque encajonado entre los edificios colindantes. En la puerta puede leerse Fundació Julio Muñoz Ramonet. Ajuntament de Barcelona. El franquista y estraperlista de aúpa: En el cielo manda Dios y en la tierra los Muñoz se cantaba en los tiempos del cuplé y la penicilina. Muñoz donó su casa y su colección de arte al ayuntamiento y éste la exhibe hoy con énfasis.

Este mismo viernes, y por medio de su pisarello, la alcaldesa Colau anunció su intención de llevar al trastero una escultura que Juan Antonio Samaranch donó al Ayuntamiento, porque está contaminada de su dador.…  Seguir leyendo »

La memoria en los monumentos

"No existe documento de cultura que no sea a la vez documento de barbarie”, escribió Walter Benjamin en 1940. Pensemos en hitos civilizatorios como las pirámides de Egipto o las catedrales de Hispanoamérica y las condiciones de explotación y opresión en que estos edificios fueron levantados para ilustrar la paradoja de Benjamin. Numerosos países democráticos debaten y legislan en la actualidad sobre la presencia de legados del pasado más o menos reciente asociados con regímenes represivos, antidemocráticos o racistas en sus pueblos y ciudades. Desde Estados Unidos, cuyos antiguos Estados confederados enfrentan la presencia de monumentos de la guerra de Secesión percibidos como ensalzadores de la supremacía blanca, hasta los países del ex bloque soviético que lidian con edificios y monumentos construidos por y para un régimen invasor y totalitario, pasando por el nuestro que afronta símbolos y monumentos construidos por la dictadura franquista.…  Seguir leyendo »

Hasta el siglo XIX, las calles tienen nombres de calles (históricos, funcionales, descriptivos, anecdóticos, orientativos...) Fue Mesonero Romanos quien importó la costumbre de la personalización de las vías públicas, afectada enseguida por las mutaciones políticas, dando lugar a los rifirrafes que llegan hasta nuestros días. Desde 1812, la plaza Mayor ha cambiado de nombre ¡veintitrés veces!

Con todo, el baile de las placas no es el aspecto más negativo de la personificación de las calles. Lo es su inane homenaje. El nombre en la calle no añade fama ni honra al que ya las tiene ni se las da a quien de ellas carece.…  Seguir leyendo »

Ningún país puede ser más inaccesible que aquel donde el viajero pierde su camino porque no puede encontrar su destino. Con excesiva frecuencia, he tenido que preguntar a un transeúnte: «¿Es esta la vía por la que?» «¿Me puede decir dónde está?» «¿He perdido mi camino?» A veces la respuesta no es útil debido a que no hablo bien el idioma, o porque el transeúnte es también de otro lugar, o porque me dan direcciones que son incorrectas y que hacen que me pierda una vez más. Muy raras veces oigo las palabras, «¡No, eso no existe!». Cuando esto sucede, sé que estoy en el camino correcto, al menos para los propósitos del presente artículo.…  Seguir leyendo »

Dicen las malas lenguas que quieren echar a puntapiés a Jardiel del callejero madrileño. Esto puede ser verdad, debido a la burricie de algún nuevo rico del poder. O puede ser mentira, por la mala fe de algún político de los de siempre, que miente para desprestigiar a sus enemigos. Me da lo mismo. Mientras la cultura valga menos que los concejales de uno u otro signo, mal vamos.

Yo, personalmente, no creo que ello vaya a suceder. Pero, de hacerlo, no me extrañaría. Madrid nunca honró a Jardiel, pese a ser él madrileño hasta la médula (nacido y muerto en Chueca, para más señas) y pese a haber asegurado no querer vivir en ninguna otra ciudad del mundo.…  Seguir leyendo »

Por algún misterioso designio, el rito de paso de los cambios generacionales se hace en España machacando lo que bien estaba, como si las identidades se impusieran a garrotazos y no mediante una adaptación racional de las cosas a los nuevos tiempos. Pero no creo en argumentos atávicos para justificar esta tendencia a la insensatez. Que desde las instancias que dicen representar la indignación ciudadana se pretenda empezar de cero con la Historia se debe al hecho deplorable de no haberla leído, ni siquiera la reciente, más que a razones autodestructivas basadas en nuestro ADN colectivo. Me temo que vamos a pagar muy caro haber tirado por la borda estos años propicios para haber considerado a la Cultura y la Educación, de una vez por todas, el flujo sanguíneo de una sociedad responsable, y no la pringue sobrante de una comunidad de idiotas.…  Seguir leyendo »

La noche del pasado 20 de diciembre, tras conocerse los resultados electorales, Pablo Iglesias compareció enardecido ante la opinión pública. La formación que lidera había ganado las elecciones generales y, más importante aún, la Guerra Civil. Empezó a desgranar una letanía abrumadora, melodramática, furiosa, en su línea. Se oyen, entre otras, proclamó, “las voces de Margarita Nelken, Clara Campoamor y Dolores Ibarruri (…), las voces de Durruti, de Largo Caballero, de Azaña, de Pepe Díaz y de Andreu Nin”. Un “Pepe” que le salió con el mismo arrobo con el que los camaradas españoles hablaban de “Pepe Stalin”. No llamaba tanto la atención que la mayor parte de “las voces” que se oyeran esa noche fueran de la Guerra Civil, ni la exaltación y el convencimiento de estar escribiendo y reescribiendo de paso la Historia, sino el potaje.…  Seguir leyendo »

La Guerra Civil contada a los políticos

A punto de cumplirse el octogésimo aniversario de su comienzo, la Guerra Civil se ha presentado ya como un medio ideal para entretener el tiempo de los gobernantes municipales de Madrid, tanto que algún vecino despistado pudiera pensar que ya han resuelto todos los problemas que aquejaban a la capital. Por esta razón, me permitiré la osadía de escribir, al igual que se acaba de hacer para los jóvenes, la Guerra Civil contada a los políticos de la nueva hornada, para que conozcan cuál fue verdaderamente el grado de implicación de los españoles en el conflicto.

Lo primero que deben saber es que las fuerzas militares de ambos bandos fueron engrosadas mayoritariamente, desde las primeras semanas, por soldados reclutados a la fuerza.…  Seguir leyendo »

Carmena opacidad y mentiras

La relación de Manuela Carmena y su coalición electoral –Ahora Madrid- con el pasado es, por decirlo suavemente, complicada. La superioridad moral que se arrogan exige disfrazar, embellecer y, en general, manipular los hechos.

En el caso de la Memoria Histórica, la reciente publicación del nombre de las treinta calles cuyo nombre pretende cambiar Carmena ha evidenciado que su objetivo es, más que la memoria, la desmemoria histórica. Valgan como ejemplo los siguientes tres casos. Uno, el Gobierno municipal justificó quitar la calle al Comandante Zorita porque participó en el bombardeo de Guernica cuando resulta que Demetrio Zorita nunca participó en dicho bombardeo entre otras cosas porque cuando éste se produjo en abril de 1937 ni siquiera sabía pilotar un avión.…  Seguir leyendo »

Como era de esperar, ha triunfado el odio. La Memoria Histórica que propugnó en su día y consumó en su mandato el presidente Zapatero ya ha dado sus primeros frutos. Quieren borrar de las calles de Madrid cualquier vestigio de su historia reciente. Quieren convertirse en vencedores extemporáneos de una contienda que algunos no supieron perder con honor. Intentar borrar del callejero nada menos que aquella referencia a los más de 5.000 españoles caídos de la División Azul es un monumental disparate merecedor de unánime reprobación. Tratar de arrancar de nuestras calles el recuerdo de aquella juventud limpia y clara, que luchó contra el comunismo, es una pretensión miserable que sólo puede venir de los herederos de quienes quisieron convertir nuestra patria en un satélite más de la URSS.…  Seguir leyendo »

Demetrio Zorita Alonso

Cuando comenzó la Guerra Civil, Demetrio Zorita tenía 18 años. Cuando la terminó, apenas era un alférez en el Ejército ganador. Cuando murió, en 1956, estaba pilotando un primitivo caza francés en pruebas que nadie se atrevía a pilotar (mientras trataban de aumentar lo máximo posible el tamaño de sus 'flaps'). A nadie que haya invertido medio minuto en leer su biografía le cabe duda de que las calles dedicadas a él en Madrid, León y Ponferrada -donde nació- nada tienen que ver con posibles méritos militares durante la Guerra Civil (como otros generales recordados en el callejero: Mola, Sanjurjo, etc.),…  Seguir leyendo »

La revancha callejera

Parece que ya hay fecha para que el Ayuntamiento de la capital del Reino cambie de nombre más de un centenar de calles: días después de las elecciones. Ahora Madrid con el apoyo de PSOE y de Ciudadanos ya lo está decidiendo en muchos distritos. La medida se apuntala en la mal llamada ley de Memoria Histórica que sorprendentemente el Gobierno actual no derogó. Fui ponente en el debate de la ley en el Senado y reconozco que no acerté en la previsión de lo que ocurriría con aquella norma cuando dejasen el Gobierno quiénes entonces lo ostentaban. La «memoria histórica» no se incluyó en el programa electoral socialista ni en el discurso de investidura de Zapatero.…  Seguir leyendo »

Otra vez «begin the beguine», o el viejo tejer y destejer de la España, nueva Penélope del viejo Larra. Estoy en contra de alterar el callejero enmendando la plana a tres décadas de gobiernos democráticos de unos y otros. Quiero decir que el consistorio madrileño siempre ha tenido una política muy medida y razonable de honores urbanos. El callejero, en principio, debe tener estabilidad. Primero, por razones de orientación; y segundo, para no provocar disgustos innecesarios. Y es que todo el asunto de las calles ya lo trató mi alcalde, don Enrique Tierno. Les cuento cómo fue.

Don Enrique pretendía ser alcalde de todos y por eso solía prestar bastante atención a los que no le habían votado.…  Seguir leyendo »

Conocí Granada en la plenitud de mi juventud como universitario y como oficial de la Milicia adscrito al cuerpo de Ingenieros. Conocí sus calles, sus gentes, su pasado y los testimonios ornamentales que habían resistido el paso de los siglos. Nunca olvidaré los silencios de Granada. Hoy están llenos de recuerdos, de voces derrotadas, de acentos que aún conmueven mi corazón creyéndome que todavía permanecen a mi lado. Fue una etapa de reflexión y de conocimiento.

Hubo un momento, pasados unos meses, en que incluso los organismos competentes quisieron nombrarme gobernador de Granada. Yo rechacé de raíz el proyecto porque me daba miedo regir a una ciudad que me había enseñado a mí a vivir y a soñar como estudiante.…  Seguir leyendo »

Las leyes están para cumplirlas. Esta es una consecuencia del Estado de derecho, del que un día sí y otro también tantos actores políticos se llenan la boca, para acto seguido vaciarlo de contenido a las primeras de cambio. Hace unos días, este diario informaba de la publicación en el BOE de un anuncio de licitación pública por un importe de 286.485 euros para la restauración de la portada de la basílica del llamado Valle de los Caídos, donde se encuentran –especificaba— las esculturas de la Piedad, los Evangelistas y las Virtudes. Y resulta ser que una ley vigente, la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medios a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, es decir, la Ley de Memoria Histórica, en su artículo 16.2 establece respecto del citado Valle que: “En ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas, o del franquismo”.…  Seguir leyendo »

Por Félix de Azúa, escritor (EL PAIS, 11/04/05):

En un par de días, durante las fechas previas a la desbandada general de Semana Santa, varias estatuas de Franco y algunas placas falangistas volaron por los aires y aterrizaron en hangares donde ya no mancillarán los ojos infantiles. Eso está muy bien. Es indudable que el dictador no sólo fue un azote para la gente bien nacida, sino que además carecía de toda nobleza espiritual o zoológica. En eso se parecía a Stalin y a Kim Il Sung, de los cuales no se puede aprovechar ni un centímetro.

Dado el aplauso recabado por tan inspirada resolución, las comunidades autónomas podrían apuntarse y eliminar algunas efigies de colaboracionistas de Franco, como March y Cambó.…  Seguir leyendo »

Por José Antonio Zarzalejos (ABC, 27/03/05):

Los españoles habitualmente nos arrojamos a la cara el pasado sin saber muy bien si empleamos en esa pelea la memoria o la historia que, como nos advierte Alain de Benoist, son dos formas antagónicas de relacionarse con el pretérito. Dice el ensayista francés que «la memoria no puede sustituir a la historia»y añade que «sólo un pasado historizado puede informar válidamente el presente, mientras que un pasado mantenido permanentemente actual no puede ser sino fuente de polémicas partidarias y de ambigüedades». Estas reflexiones vienen como anillo al dedo para arrojar luz sobre la gama de comportamientos que se han producido con motivo de la retirada de la estatua ecuestre del general Franco en la fachada sur de los Nuevos Ministerios en Madrid, cercana a las enhiestas de Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero.…  Seguir leyendo »

Por Jon Juaristi (ABC, 27/03/05):

Un noticiario de la televisión autonómica vasca (ETB) recordaba, hace unos días, que todavía quedan muchos monumentos franquistas por demoler, y ponía tres ejemplos: la basílica del Valle de los Caídos, el arco triunfal de la Moncloa y «el Sagrado Corazón de San Sebastián» (sic). Los donostiarras andan todavía preguntándose si el presentador se refería al templo o a la estatua que corona el monte Urgull, extremo este que convendría aclarar antes del 17 de abril, no sea que salga lehendakari Patxi López y en la euforia nocturna alguien cometa un desaguisado irreparable. Cuando en el 36, en plena guerra civil, las izquierdas, con el pretexto de privar de apoyos visuales a la artillería rebelde, propusieron derribar el monumento al Sagrado Corazón en Bilbao, el ministro de Obras Públicas y Fortificaciones del Gobierno vasco advirtió a los socialistas y comunistas del gabinete Aguirre que, de persistir en semejante empeño, iba a haber entre ellos más que palabras.…  Seguir leyendo »

Por Juan-José López Burniol, notario (EL PERIODICO, 24/03/05):

Fue el filósofo José Luis Aranguren quien elaboró una teoría general del talante. Sus primeras reflexiones sobre el tema aparecieron en 1952. Reduciendo su aportación a lo esencial, podría decirse que el talante --lo que popularmente se conoce como buen talante-- es aquella disposición del ánimo que induce al sujeto a penetrar en la realidad que le circunda para entenderla. No obstante, no se trata de un talante desnudo, equiparable a un mero estado de ánimo espontáneo y pre-racional, sino que se trata de un talante informado y ordenado, es decir, de un talante que quiere entender.…  Seguir leyendo »

Por Pedro Schwartz (LA VANGUARDIA, 23/03/05).

Los curiosos visitantes de la villa de Madrid quizá recuerden que, en el exterior del grupo de edificios llamado Nuevos Ministerios, podían verse las estatuas de tres personajes de la historia de España: en la fachada de la Castellana, la de Francisco Largo Caballero, presidente del gobierno durante el primer año de la Guerra Civil; más cerca de la plaza de San Juan de la Cruz, la de Indalecio Prieto, promotor de esos ministerios al inicio de la II República para combatir el paro y luego ministro de Defensa durante la guerra; por fin, a la vuelta de la esquina, delante del Ministerio de la Vivienda, una estatua ecuestre de Francisco Franco, fundador de ese departamento.…  Seguir leyendo »