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Hace ya tiempo que los partidos políticos han dejado de representar a los ciudadanos; su distanciamiento y falta de credibilidad social es algo tan preocupante como urgente de resolver, y la actual sensación general de corrupción política propicia la desconfianza y la indignación, ampliando el divorcio entre los partidos y la sociedad. Muchos ciudadanos se sienten incluso secuestrados en el ejercicio de sus derechos por unas organizaciones que monopolizan el poder, controlando tanto el poder legislativo como todos y cada uno de los niveles de gobierno, así como la composición de las más altas instituciones del Estado. Esta partitocracia limita sustantivamente el ejercicio real de la democracia, y los ciudadanos tienen poco margen en la práctica para decidir sobre la marcha de la sociedad.…  Seguir leyendo »

La superposición de tres crisis distintas, que interactúan entre ellas como los tres vértices de un triángulo, está dotando de especial complejidad a la situación española desde hace ya un lustro. Crisis económica, que tiene su peor lacra en el desempleo masivo, principal problema de España hoy, se mire por donde se mire. Crisis de modelo de Estado y Administración, que es crisis de gobernabilidad, con un conjunto fragmentado sin la debida articulación en 17 unidades (en algunas de las cuales el incumplimiento de la Constitución ha pasado a ser moneda corriente), un legislativo esclerótico, politizada la cúspide del judicial y todo ello monopolizado por unos partidos políticos que segregan una democracia de muy baja calidad.…  Seguir leyendo »

El contraste entre lo que pasa en otras democracias y lo que sucede aquí produce perplejidad. Admira la inmediatez con que un político dimite en Alemania por indicios de supuesta comisión de un delito o por falta de ética, como plagiar una tesis. ¿Habrá alguna maldición que impida a nuestros políticos comportarse igual? Sí, la hay: las reglas con que funciona la política española. Aquí no dimite nadie porque los mecanismos para exigir responsabilidades están atrancados, no porque no haya “cultura de la dimisión”. Me ceñiré a la política, pero análisis parecidos pueden extenderse a sindicatos, patronales y otras organizaciones.

El problema es que las reglas de la política impiden exigir responsabilidades a las cúpulas partidarias.…  Seguir leyendo »

Sabido es que ante unas elecciones, los partidos políticos derrochan sus mejores energías en conseguir recursos financieros para realizar sus campañas. Como ha hecho notar el historiador Niall Ferguson, el coste de éstas representa el clásico ejemplo del “dilema del prisionero”: si los adversarios cooperan, se puede llegar a acuerdos para limitar el gasto, evitando onerosos costes e innecesarias servidumbres. Sin embargo, suele pasar que la tentación de no colaborar es muy grande, a la espera de que los beneficios de alzarse con el triunfo superen los costes de la campaña. Para ello, los partidos deben obtener financiación y espacios donde desarrollar sus campañas.…  Seguir leyendo »

¿Qué significan los partidos y los sindicatos en la vida pública? Todo. ¿Qué podemos esperar ahora de ellos los españoles? Nada.

Es preciso remedar la célebre contraposición del abate Sieyes sobre el Tercer Estado para describir el clima de desmoralización y fatalismo con que los ciudadanos afrontan el que será el séptimo curso desde el inicio de la crisis económica. Mientras la mejora de indicadores como la prima de riesgo o la balanza exterior continúa sin traducirse en financiación para las pymes, creación de empleo y renta disponible para las familias, la vida pública aparece más contaminada que nunca por el agente tóxico de la corrupción.…  Seguir leyendo »

Un informe del Senado francés señalaba que el 70% de las muestras de los ciclistas del Tour de 1998 contenían EPO. Esto se ha podido saber tras un análisis retrospectivo realizado en 2004. La sospecha de doping en el ciclismo es tan generalizada que Chris Froome tuvo que dar muchas explicaciones después de su espectacular subida al Mont Ventoux en el último Tour.

Esta actitud la explica con sencillez el dilema del prisionero. Un ciclista, ante la expectativa de que sus contrincantes se doparán, se dopa también moviéndose a la peor situación, pues ambos ponen en peligro su salud, consiguiendo el mismo resultado si el dopaje es del mismo tipo y les influye de la misma manera.…  Seguir leyendo »

Suena un teléfono de madrugada. Ha habido un terrible accidente con múltiples víctimas mortales. El ministro debe desplazarse cientos de kilómetros para comparecer en el lugar del siniestro. ¿Para qué? Para demostrar que existe el Estado. Enseguida lo banal se mezcla con lo trágico, las fantasías del poder con la fuerza implacable del destino. Así comienza L’Exercice de l’Etat, la ya comentada película de Pierre Schöller que muestra toda la dureza de la política cuando en ella se cruza lo imprevisible.

Las circunstancias han sido esta vez algo distintas –no era un autobús sino un tren, no ocurrió de noche sino con la última luz del día– y el número de muertos ha sido muchísimo mayor.…  Seguir leyendo »

Hace tiempo que se escucha como un mantra que vivimos inmersos en una democracia de baja intensidad, caracterizada por el divorcio inexorable entre ciudadanía y políticos. La sensación generalizada es que la política es el arte de engañar, de servir al interés particular, de adular a los poderosos y extorsionar a los que no lo son. Muchos y muy heterogéneos factores intervienen en esa percepción. Sin ánimo de ser exhaustivos, es evidente que juega en contra el desánimo colectivo ante la situación de crisis económica, provocada por el afán desregulador del fracasado modelo neoliberal, que ha llevado a Stiglitz a exclamar que la economía de los felices noventa fue “un cóctel adulterado: tres cuartas partes de mentira y una cuarta parte de avidez”.…  Seguir leyendo »

Cuando, a la muerte de Franco, se verificó la transición a un régimen democrático, se cayó en tres errores que son en gran medida responsables de la corrupción que afecta a la clase política, y del riesgo existente de desintegración nacional. El primer error consistió en dar a los políticos, y a sus terminales sociales o sindicales, una libertad de acción tal que les convirtió en una casta superior. Pues los políticos se vieron con las manos libres a la hora de nombrar empleados públicos, crear empresas públicas, controlar gran parte del sistema financiero, condicionar y así pervertir la administración de Justicia, a fin de tenerla amarrada, y constituirse, mediante el aforamiento y la facultad de indulto, en una clase privilegiada.…  Seguir leyendo »

La vigente ley de Financiación de los Partidos se aprobó en el 2007 y se modificó en el 2012. Como todas las reformas de la financiación política en la España democrática, la nueva ley concede a los partidos más dinero de los contribuyentes.

En el año 2007, el último auditado por el Tribunal de Cuentas, los partidos recibieron subvenciones directas de 281 millones de euros; unos 8 euros por elector, de los que 6 se destinaron al funcionamiento ordinario y 2 a compensar gastos electorales. Para los partidos parlamentarios, la tasa de dependencia del dinero público durante el periodo 2003-2007 fue del 93%.…  Seguir leyendo »

Fui colaborador cercano de Mariano Rajoy en su primer ministerio (1996-1999). Era de Administraciones Públicas. Yo, recién llegado al Congreso, era portavoz del PP en esa comisión. Mi oponente en el PSOE era un tal José Luis Rodríguez Zapatero (que llevaba 10 años). Ambos llegarían a ser presidentes del Gobierno. Yo abandonaría la política. Aunque como abogado del Estado tenía muchas posibilidades en el ámbito privado, decidí volver al servicio público. Me fui con el honor de haber sido representante de los ciudadanos y la decepción de haber conocido el lado oscuro de la política. Mi alejamiento comenzó por mi desacuerdo público sobre la guerra de Irak y el alejamiento del centrismo por el PP.…  Seguir leyendo »

El problema principal son los partidos políticos. La mayor parte de los escándalos de corrupción deriva de su financiación. Sucede que en España los partidos han estado largamente sobreprotegidos mediante el sistema electoral, numerosas prerrogativas, abundantes subvenciones públicas y ausencia de control. Como consecuencia, se han podido profesionalizar como políticos muchas personas con escaso coste de oportunidad en otras actividades. El fruto es que el nivel medio de la clase política española es posiblemente el más bajo de Europa (incluso en Grecia y en Portugal los primeros ministros y los ministros de Hacienda son capaces de leer y tener una conversación con sus colegas europeos en inglés).…  Seguir leyendo »

La delicada situación que atraviesa España requiere de un análisis sereno y profundo. Afrontamos una crisis económica, pero también política e institucional sin precedentes en nuestra historia reciente, que alcanza a todos: partidos políticos, sindicatos, instituciones del Estado y medios de comunicación. Unas crisis que tienen su origen en una considerable pérdida de valores éticos y morales que afecta no sólo a la clase política sino a la sociedad en su conjunto.

Una muestra inequívoca de esta crisis de valores es la proliferación de casos de corrupción que, precisamente a causa de la crisis económica, actúan de acelerador de la creciente desafección de los ciudadanos hacia los partidos políticos.…  Seguir leyendo »

Señorías:

No se puede escuchar en las cosas, incluidos los libros, más de lo que ya se sabe o, al menos, se sabe que se ignora; es decir, quien quiere oír y entender, tiene que sentir. A pesar de que muchos de ustedes proceden de estratos sociales humildes, no saben lo que es la lucha diaria porque muchos nunca han estado inscritos en ninguna lista de ninguna fábrica ni de ningún súper ni tendidos a la largo de ninguna zanja. Ni bajo cero ni a 35 grados ni han dirigido ninguna empresa y, por supuesto, nunca han formado parte de las listas de los que buscan empleo.…  Seguir leyendo »

¿Hay un extremo de la injusticia en el que quien la sufre tenga autoridad moral para incumplir la ley? ¿Es hoy más justificable que nunca la desobediencia civil que promulgaba Thoreau en 1849? En una situación como la que vivimos, ¿quién puede ser considerado más ejemplar: el ciudadano que acata todo aquello que le mande su Gobierno, o el que practica una “insumisión ética”, como la llama el filósofo Miguel Abensoun en su libro La democracia contra el Estado, que le permita enfrentarse a los abusos de cualquier tipo de poder, haya salido de las urnas o no? Son diferentes modos de hacerse una pregunta que tiene 2.500 años, pero sigue sin encontrar respuesta.…  Seguir leyendo »

Los gobernantes españoles y catalanes parecen completamente fuera de juego. Nuestras instituciones y nuestros dirigentes van a remolque de los acontecimientos y responden con las manos atadas por su propia corrupción o por la pasividad con la que han tolerado la corrupción de sus correligionarios. Cada día toma más cuerpo la sensación de que la situación se les está escapando definitivamente de las manos y que a nuestros líderes no se les ocurre otra cosa que mirar para otro lado e intentar aparentar que no sucede nada.

Hace tiempo que las principales organizaciones e instituciones del Estado –del Tribunal Constitucional al Banco de España, del Consejo General del Poder Judicial a la Corona, pasando por el Gobierno central, los gobiernos autonómicos, los partidos políticos, los sindicatos y las patronales– han ido quedando bloqueadas, desprestigiadas, o directamente bajo sospecha.…  Seguir leyendo »

¿Se acuerdan de Zu Guttenberg? Tenía solo 39 años y era ministro de Defensa en Alemania. Pasaba por ser el político más valorado del país, y nadie dudaba de que sustituiría a Merkel en el liderazgo del partido. Pero en marzo de 2011 se vio obligado a dimitir ¿Su delito? Había copiado, en la universidad, partes de su tesis doctoral. Mientras escribo esto, y como en una suerte de confirmación de lo que voy a defender aquí, acaba de ocurrir lo mismo con la ministra de Educación, Annette Schavan.

¿Por qué nosotros no somos así? Algunos enarbolan la teoría de la cultura política del país, una manera elegante de decir que no podemos ser de otra manera, que llevamos la corrupción en la sangre.…  Seguir leyendo »

En el marco de la profunda desazón social provocada por la crisis económica, que está impactando duramente sobre las condiciones de vida de grandes sectores de la sociedad española, el reguero de casos de corrupción política está produciendo efectos perversos sobre la legitimidad de los políticos y, por ende, de las instituciones públicas. Se extiende cada vez más la sensación de que los políticos (la llamada «clase política») solo atienden a sus propios intereses, a cualquier precio y en connivencia con otras «élites extractivas» para proteger los respectivos privilegios. Esa percepción casi universal sobre la corrupción de la vida social y política, en el marco de la crisis económica y de la enorme bolsa de desempleo, está siendo devastadora para la democracia, provocando un claro proceso de desafección que se proyecta hacia todo el sistema político.…  Seguir leyendo »

El editorial de Financial Times del 4 de febrero decía sobre España: “Sus instituciones, desde la Monarquía hasta el Poder Judicial, muestran signos de putrefacción”. Así nos ven. Los casos Bárcenas, Amy Martín-Fundación Ideas, ITV de Oriol Pujol, Palau, ponen al desnudo que los aparatos centrales de los partidos desarrollan tumores sin que sus dirigentes sepan/puedan/quieran controlarlos.

No son casos individuales de alcaldes o concejales que se forran con un plan urbanístico o una licencia; presidentes de diputación o alcaldes que colocan decenas de clientes para garantizarse su apoyo; desaprensivos (Gürtel) o financiación ilegal del partido (Filesa o Naseiro). Son metástasis en las sedes centrales abonadas por el descontrol del dinero, utilizado para “engrasar la maquinaria” o llevárselo.…  Seguir leyendo »

La corrupción es el segundo problema más importante para los españoles, después del paro. El clamor popular que denuncia los desmanes de muchos corruptos y corruptores está presente diariamente en las páginas de los periódicos de papel y digitales, ocupa casi todo el tiempo de los programas de noticias de radio y televisión y de las tertulias radiofónicas, especialmente en las intervenciones de los radioyentes. Más de trescientos casos de corrupción ante los tribunales, protagonizados casi en su totalidad por políticos o personajes públicos de la clase dirigente (que incluye a políticos, grandes empresarios, entidades financieras, sindicatos, y también algunos medios de comunicación).…  Seguir leyendo »