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Escribo estas líneas en la sala de espera de un aeropuerto. No hay nada que me guste tanto como ser voyeur de la vida de otros; se aprende mucho viendo a la gente cuando cree que no es observada. A mi alrededor veo varias personas con libros. Bravo, me digo, a pesar de las lúgubres opiniones de muchos, lo cierto es que la literatura jamás ha tenido tantos lectores. En números absolutos es un hecho incontestable. Nunca tantas personas han tenido acceso a la educación y a la formación y por tanto a los libros. Las estadísticas dicen también que las mujeres son más lectoras que los hombres y así lo corrobora lo que veo a mi alrededor.…  Seguir leyendo »

La misma semana de la concesión del premio Nobel a Doris Lessing se convoca en Vitoria una mesa redonda sobre las aportaciones específicas de la literatura femenina. ¿Literatura femenina, qué pereza! ¿Por qué no se hablará de literatura masculina, que es la que todos leemos, la que está en las librerías y en los suplementos literarios ? Me imagino el cabreo de Doris Lessing cuando a la alegría de recibir el Nobel, para el que lleva en las quinielas 30 años, se sumó la sombra del comunicado en el que la Academia Sueca se lo concedía por retratar la épica de la experiencia femenina.…  Seguir leyendo »

Que las mujeres hemos conquistado la igualdad, incluso la superioridad numérica, en el campo de la literatura, es una opinión general reforzada por la prensa. En mi meticuloso archivo (hace años que el tema me interesa), guardo titulares de portada, como éste de la revista Qué leer: "Los libros más vendidos de 1999 tienen firma femenina"; artículos, como uno de EPS asegurando "Los libros son cosa de mujeres" u otro de La Vanguardia que titulaba así la noticia de que Rosa Regàs había ganado el Planeta con Marcela Serrano de finalista: "El Planeta de las mujeres"; y hasta frases sueltas: Luis Goytisolo cree que "hoy el número de escritoras es probablemente superior al de escritores" (EL PAÍS, 12 de mayo de 2001) y Esther Tusquets, que "el 80% de los lectores son mujeres" (prólogo a Las mujeres que leen son peligrosas).…  Seguir leyendo »

Por Nuria Amat, escritora (EL PAÍS, 03/02/06):

Londres. 1917. La ciudad está siendo atacada por aviones alemanes cuando en la vida de la escritora Virginia Woolf suceden dos acontecimientos que ocupan igual relevancia en su diario: la amistad con la escritora Katherine Mansfield y la creación del "1917 Club" formado por Leonard, marido de Virginia, Middleton Murry, el marido de Katherine y otros intelectuales socialistas. Una especie de segunda generación de Bloomsbury que la Woolf calificaba maliciosamente de inframundo puesto que suponía que los hombres y las mujeres que lo formaban eran antes críticos y comentaristas que artistas y creadores.…  Seguir leyendo »