En el desgarramiento terrible producido por el coronavirus, habría que distinguir dos conceptos. Uno, el de su «inabarcabilidad»: todos los países se han visto sobrepasados por una patogenicidad inesperada; y el otro, el de su responsabilidad gradual: no es lo mismo que escaseen los respiradores que ser cooperadores necesarios con la expansión de la epidemia.
Sánchez accedió al Gobierno de aquella manera y con cada engaño se ha ido desvirtuando un poco más. Paradójicamente, cuánto más controla los medios, más nos traslada su agobiante certidumbre de que solo sabe resistir. En esta crisis ha protegido sus responsabilidades, a modo de coartada, compartiéndolas con la autoridad sanitaria cuando no debería ser así.… Seguir leyendo »
El padrecito Stalin, con 20 millones de víctimas sobre su conciencia, sentenció cínicamente que, mientras que una muerte es una tragedia, un millón es estadística. El sucesor de Lenin olvidaba que ese millón de cadáveres encerraba un millón de tragedias, como apostilla el gran escritor británico Martin Amis en su estremecedor Koba, El Terrible, donde recrimina la complicidad de la izquierda totalitaria –entre ellos, su padre– con las atrocidades del sátrapa. Atendiendo a la dolorosa invisibilidad de los casi 12.000 fallecidos oficialmente en España por el coronavirus, recobra lúgubre vigencia el aforismo estalinista. Más cuando las víctimas de la pandemia agonizan en soledad y en soledad son sepultados envueltos en una mortaja de ausencia bajo el mármol frío del Registro.… Seguir leyendo »
Si un virus se propaga a través de gotículas respiratorias expulsadas por la nariz y la boca no parece aventurado suponer que cualquier protección facial será de utilidad para contener el contagio, en la doble vertiente de la salvaguarda personal y de evitar que un portador de la enfermedad contamine a un individuo sano. De hecho, la adecuada dotación de mascarillas (cubrebocas o barbijos, como se dice en los países hispanoamericanos) y otros equipos de autopreservación ha sido en los momentos álgidos de la emergencia la reclamación más candente de los profesionales sanitarios, conscientes del peligro al que los somete el permanente contacto con pacientes infectados.… Seguir leyendo »
El miércoles por la noche me avisaron del periódico: "Va a salir Pablo Iglesias en Telecinco a las nueve menos cuarto". Miré el reloj y puse el televisor. Eran las 20.44 y aún sigo sin creer lo que vi y escuché. Había un señor con mofletes vivarachos, de aspecto desaliñado, con gafas e incipiente barba blanca, preguntándole a una señora flaca de mediana edad: "¿Te gusta tirarte pedos?". Ella le contestó que no y él repitió varias veces la palabra y dejó una nueva pregunta, flotando ante millones de espectadores: "¿Y entonces por dónde sacas los gases?".
Sin solución de continuidad, entró la careta del informativo y Pedro Piqueras, con traje y corbata negro, acordes a las circunstancias, informó con su empaque y buena dicción de siempre, que ese día habían muerto en España 864 personas por el coronavirus, lo que situaba el cómputo fatídico por encima de los 9.200.… Seguir leyendo »
LA Constitución, como es notorio, proclama entre los derechos fundamentales el que tiene por objeto la «reunión pacífica y sin armas», es decir, el de manifestarse, o sea, salir a la calle -que es de todos- para quejarse de algo, casi siempre tal o cual hazaña de los políticos que nos ha tocado sufrir. Pero hay que avisar con antelación de diez días al gestor de la calle -en casi toda España, las Delegaciones del Gobierno- para que vistas las circunstancias concurrentes -de qué se quieren quejar en concreto y quiénes-, ese gestor pueda evaluar las consecuencias para el orden público y al cabo prohibir o autorizar.… Seguir leyendo »
La cuarentena rige para todos los españoles menos para uno que se llama Pablo Iglesias. El vicepresidente, que no soporta verse al margen del minigabinete de emergencia -aunque haya conseguido apartar de él a Carmen Calvo-, volvió a saltarse esta semana las reglas que obligan al resto de los ciudadanos para desempeñar una tarea tan esencial y urgente como dar una rueda de prensa. Preso del síndrome de abstinencia, necesitaba una dosis de protagonismo con la que marcar énfasis ideológico y aparentar una demostración de fuerza. Su pulso con el resto del Gobierno se ha convertido para él en una cuestión de supervivencia; siente que el estado de alarma constituye una oportunidad perfecta para desarrollar su programa de nacionalización económica encubierta pero no acaba de encontrar el modo de abrir hueco a su propia agenda.… Seguir leyendo »
Si el Gobierno hubiese podido encontrar en el coronavirus algún elemento susceptible de explotación propagandística, Pedro Sánchez se habría puesto al frente de una célula de crisis convenientemente retransmitida por Iván Redondo desde el búnker de La Moncloa, como aquella de Obama la noche en que los SEALS mataron a Bin Laden. Pero como la epidemia sólo puede dar disgustos, el Ejecutivo se ha refugiado en un silencio prudencial, parapetándose detrás de los expertos y dejando hablar a los que saben. Acaso por razones oblicuas, relacionadas con el miedo a resultar salpicado por consecuencias enojosas, ha adoptado una postura razonable, favorecida por la actitud colaborativa de una oposición que también ha de ocuparse en la sanidad autonómica de sus propias responsabilidades.… Seguir leyendo »
Un espectro recorre Europa, un huracán arrasa la península y no es el coronavirus. Nadie lo sabe tan bien como los ministros y ministras del PSOE, azotados por su ímpetu y desarbolados por su furia. Varios de ellos van diciéndolo por las esquinas: "Mírala, mírala, mírala". Es el huracán Irene.
Los más prominentes miembros del gobierno piden que nos fijemos en Irene Montero. Que la escuchemos (si en medio del rugido del vendaval somos capaces de oír algo). Que hablemos con ella (si su ametralladora verbal deja resquicio para colar alguna que otra palabra). Pero, sobre todo, que le dediquemos la atención que merece.… Seguir leyendo »
Cuando en una democracia como la española el poder gubernamental comienza a cuestionar a los medios críticos hay una amenaza seria de autoritarismo político que pone en peligro las libertades, empezando por la libertad de prensa y la libertad de expresión y opinión. Esa izquierda de dimensión universal que ha cargado contra el tic totalitario de Donald Trump por su fobia a la prensa crítica, que para el presidente de EEUU representa todo lo que no sea Fox News, parece contagiarse en España del coronavirus de la autocracia, lo cual es muy peligroso en tiempos de tanta poesía progresista. Quizás piensa la coalición de coaliciones, en un arrebato vírico de MeToo procedente de Venezuela, Bolivia, Cuba o China, que no hay limitación al ejercicio del poder por el sólo hecho de sumar una mayoría parlamentaria que le permite promulgar leyes que satisfagan las necesidades de quienes conforman ese bloque mayoritario, empezando por el separatismo condenado por sedición.… Seguir leyendo »
Hannah Arendt se quejaba con frecuencia de los malentendidos que provocaba su idea de la «banalidad del mal». A partir de las aclaraciones de la filósofa alemana, su significado se concreta en una advertencia sobre el peligro de hacerse el tonto ante ataques graves contra la convivencia democrática. Pues bien, las justificaciones del Gobierno de Sánchez e Iglesias sobre la mesa con los independentistas responden a ese esquema: hacerse los tontos.
En línea con la «banalidad» de Arendt –«y lo escandaloso es esta necedad»–, se difunde una narrativa plagada de «no pasa nada, todo está controlado» o «cómo va el PSOE a ceder frente a los secesionistas».… Seguir leyendo »
1. En la España constitucional han existido tres partidos que han defendido los principios de la izquierda democrática, a veces conocida como socialdemocracia y a veces, con mayor osadía dado el certificado de antecedentes penales de la cosa, como socialismo.
2. Esos tres partidos son el PSOE de Felipe González, UPyD y Ciudadanos.
3. El resto de lo que en España se ha llamado tradicionalmente "izquierda" no es más que izquierda no democrática, es decir comunismo.
4. También ese extraño híbrido de populismo, doctrina social falangista, modas altoburguesas de la identidad, filias castrenses bolivarianas y formas monárquicas que es Podemos.
La disposición a mentir ha resultado muy provechosa desde que el mundo es mundo. Hay un pasaje en la vida de san Agustín que lo ilustra bien. Es cuando Agustín, a la sazón un joven y prometedor abogado, toma consciencia de que sus éxitos en el foro se deben a su talento para convencer con su poderosa elocuencia, aunque la razón no esté de su parte. En rigor, lo que descubre el flamante orador imperial en Milán es que cuando el fin es ganar el debate a cualquier precio, la pasión por la verdad es un lastre.
Para el santo fue este un momento de crisis espiritual.… Seguir leyendo »
Tras vérsele el miércoles hundido en su escaño del Banco Azul de las Cortes, deslizándose ojeroso por el escurridero de sus supercherías, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, parecía un insomne que hubiera soportado «todas las noches de un día». Como el título de la obra que escenifica en Madrid Alberto Conejero, uno de los grandes dramaturgos del momento y finalista este año del Premio Valle Inclán de EL MUNDO y El Cultural. Fue incapaz de aclarar la índole real de su clandestina reunión –envuelta en la neblina de la nocturnidad y alevosía del aeropuerto de Barajas– con la vicepresidenta de la narcodictadura venezolana, Delcy Rodríguez, quien tenía prohibida su entrada en territorio europeo acusada de crímenes de lesa humanidad y de corrupción.… Seguir leyendo »
A muchos nos ha sorprendido el pacto de la izquierda con los nacionalistas, pues en Cataluña sólo viene a rescatarles de su profunda depresión. Además, una izquierda progresista nunca se uniría a reaccionarios. Sin embargo, quizá no sea casualidad que reiteren ese pacto en momentos históricos tan distintos como el presente, la Transición o la Segunda República.
El aglutinante de todos estos matrimonios es que comparten un cierto déficit en el respeto a la igualdad entre ciudadanos. Mientras que el nacionalismo es supremacista en lo étnico-cultural, mucha izquierda peca de superioridad moral. No les arredra que sus diferencias sean también notables.… Seguir leyendo »
Parecía que todos habíamos recibido el mensaje electoral y que con él las derechas dejarían a un lado la salmodia de la ilegitimidad del Gobierno para con ello justificar la crispación sin límites como forma de oposición. Y que con el alivio del desbloqueo del Ejecutivo se abriría paso también la dialéctica de oposición propia de una democracia madura como es la española.
Pero no ha sido así. Sin solución de continuidad, hemos pasado de cuestionar la legitimidad de la moción de censura contemplada en la Constitución a aplicársela a la investidura, al nuevo Gobierno y a cualquiera de sus primeras medidas.… Seguir leyendo »
Algunas medidas del programa de gobierno anunciadas por el presidente Sánchez (que han escandalizado a los partidos de derecha y, hasta antes de la investidura, al propio Sánchez) exigen entrar en un proceso constituyente, esto es, de creación de un nuevo pueblo. Los acuerdos para un diálogo bilateral, un referéndum en Cataluña, la desjudicialización (sic) de los delitos de algunos políticos catalanes o adaptar las estructuras del Estado a las identidades territoriales implican reformas constitucionales que no puede ser aprobadas al no disponer de las mayorías necesarias. Pero ello no significa que los partidos sostenedores del Gobierno renuncien a ellas. La forma de lograr el cumplimiento de esos acuerdos es entrar en un proceso constituyente que transforme el sujeto soberano, la sociedad española, y cree uno nuevo.… Seguir leyendo »
El retiro de ejercicios espirituales del Gobierno de Sánchez-Iglesias en Quintos de Mora es un intento de mitigar las tensiones producidas en la coalición en la que el presidente no puede pastorear al Gabinete como se ha venido haciendo desde 1982.
Las monarquías parlamentarias con Gobierno de Gabinete se caracterizan por ministros que poseen un peso político propio, son cabezas de corrientes o facciones y el primer ministro precisa un acuerdo, fruto de un debate y múltiples componendas para adoptar decisiones de gobierno. En el caso español, aunque formalmente existe un Gabinete o Gobierno, en la práctica, hasta ahora, la evolución de nuestro sistema político hace de los ministros unos secretarios de Despacho similares a los de la monarquía absoluta del Antiguo Régimen.… Seguir leyendo »
Desde que Joseph Nye estableciera su famosa teoría sobre el poder blando, las relaciones internacionales han sido escenario de un sinfín de desencuentros entre quienes consideran que es más importante la diplomacia de la seducción y los partidarios del palo y la zanahoria. El creciente deterioro de aquella ha permitido que el nuevo desorden mundial trate de organizarse más a base de amenazas y recompensas que de la atracción que pueda suscitar cada país a sus potenciales aliados. La pérdida de poder blando por parte de España en las regiones en que prioritariamente residen los intereses y las oportunidades de su liderazgo, Iberoamérica y la Unión Europea, amenaza con convertirse en una enfermedad crónica tras los bandazos, inexplicados e inexplicables, de una política exterior cada día más errática y cortoplacista.… Seguir leyendo »
El Gobierno de Sánchez-Iglesias representa para todos los demócratas europeos una enorme y frágil esperanza. También supone una oportunidad de aprendizaje, si es que de la historia y de la crónica se sabe aprender algo (por lo general, en cambio, suelen repetirse los errores cometidos por otros).
Es una esperanza porque va a contracorriente respecto a la marea de revanchismo de derechas, rayano en el prefascismo, que desde hace ya demasiados años parece extenderse incontenible por Occidente, con Orban en Hungría, Kaczynski en Polonia, Vox en España (propiciado por los años de Rajoy), AfD en Alemania, Salvini+Meloni en Italia, una Le Pen ya permanentemente competitiva en Francia, por no hablar de Holanda y de los países nórdicos, donde hasta ayer mismo estas derechas eran simplemente impensables (y sin mencionar a Trump, por supuesto).… Seguir leyendo »
Este Gobierno no es de progreso. No hablo solo de que esté asentado en la soberbia, la mentira y el desmentido como pilares de su discurso, sino de los ejes de su política.
El progreso de la vida humana -ni siquiera de este país- no puede estar marcado por la hemorragia reglamentista, la resurrección del nacionalismo, el estatismo, el recorte de las libertades, la voracidad fiscal y un más que evidente espíritu autoritario. Si a esto añadimos el feminismo y el ecologismo como excusas para la ingeniería social, para avanzar hacia algún tipo de socialismo del siglo XXI, el retroceso se completa.… Seguir leyendo »
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