Después de Libia, Malí: deber de proteger, acto 2
La intervención francesa en Malí es una buena cosa al menos por cinco razones:
1. Supone un freno a la instauración de un Estado terrorista en el corazón de África y a las puertas de Europa. La respuesta de los interesados, su disciplina, lo que hemos descubierto sobre la sofisticación de su armamento y su capacidad para alcanzar a los aparatos en pleno vuelo acaban de demostrar, por si aún fuera necesario, que, en efecto, nos enfrentamos a un ejército del crimen. Organizado, entrenado, temible.
2. Desbarata el verdadero objetivo bélico de Ansar Dine más allá de Malí: reforzar las células islamistas que operan en Mauritania, al oeste, y en Níger, al este; enlazar, al sur, con los combatientes de Boko Haram, el movimiento islamista demencial que siembra la muerte en Nigeria; y cortar, así, la subregión mediante un eje del crimen que, sin la operación que nos ocupa, habría sido imposible romper.… Seguir leyendo »