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Por Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza (EL PAÍS, 18/07/06):

El 20 de julio de 1936 el general Emilio Mola, principal organizador de la sublevación militar, llegó a Burgos, una ciudad que desde el domingo 18 vivía horas de fervor patriótico y religioso. Las campanas de la catedral volteaban anunciando a la población la llegada del general. "Escuadras tradicionalistas y fascistas", según contaba el Diario de Burgos del día siguiente, escoltaron a la comitiva hasta la sede de la Sexta División, en la plaza de Alonso Martínez. Instantes después acudió allí, a "cumplimentar" al general, el arzobispo de la diócesis, Manuel de Castro, acompañado de su secretario particular, el canónigo Alonso Hernández.…  Seguir leyendo »

Por Ángel Viñas (EL PAÍS, 18/07/06):

El 18 de julio fue un semifracaso para los sublevados y un semitriunfo para el Gobierno. Pronto se transformó en una guerra que duró tanto como la mitad del segundo conflicto mundial. Abandonados a su suerte, los rebeldes no hubieran podido imponerse. Las variables internacionales cambiaron de forma radical la naturaleza y perspectivas del conflicto. Franco recibió ultrarrápidamente apoyo material, político y diplomático de las potencias fascistas. Las potencias democráticas se retrajeron. La ayuda soviética, a partir de la mitad de octubre, puso a la República en condiciones de resistir. Es una historia que no se ha documentado todavía con el detenimiento que merece.…  Seguir leyendo »

Por Carlos E. Cué (EL PAÍS, 18/07/06):

Los nietos de los perdedores quieren recuperar la memoria de sus abuelos. En un movimiento que se reavivó alrededor del año 2000, bajo la mayoría absoluta del PP, centenares de jóvenes, en su mayoría nietos de vencidos y represaliados, han querido conocer y rehabilitar las historias trágicas de la guerra y la represión franquista. Han reabierto fosas comunes y han presionado en sus pueblos para que retiren las calles, los monumentos y las placas franquistas. La Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica calcula que hay más de 30.000 personas enterradas en las cunetas y fosas comunes de los cementerios.…  Seguir leyendo »

Por Nuria Tesón (EL PAÍS, 18/07/06):

Fue "sólo una idea de enamorado" lo que guió a Carlota O'Neill junto a su esposo, Virgilio Leret, capitán de la base de hidroaviones del Atalayón, en Melilla, aquel fatídico julio del 36. Eran un matrimonio joven (él 33 años, ella 31), tenían dos hijas pequeñas y muchas ganas de disfrutar de su amor allá donde pudieran. "Nadie, supongo, podía imaginar lo que pasaría: íbamos a ser testigos del inicio de la Guerra Civil", explica Carlota Leret O'Neill, la benjamina de la familia, desde Caracas (Venezuela), 70 años después.

La historia que unos pocos escribieron ha querido que sus nombres y los acontecimientos que vivieron se perdieran en el tiempo.…  Seguir leyendo »

Por Jorge M. Reverte (EL PAÍS, 18/07/06):

A las 8.30 del sábado 18 de julio de 1936, los españoles madrugadores que tuvieran una radio pudieron escuchar una nota del Gobierno que anunciaba un movimiento militar en Marruecos: "Una parte del Ejército que representa a España en Marruecos se ha levantado en armas contra la República".

Los periódicos no podían recoger aún las escasas y contradictorias noticias. Pero sí algunos de los acontecimientos que enmarcaban el comienzo de la sublevación militar. Muchos "sueltos" daban cuenta de detenciones de elementos falangistas o derechistas por todo el país en Jaén, en Gredos, en Madrid, en León...…  Seguir leyendo »

Por José Andrés Rojo (EL PAÍS, 18/07/06):

Entre las primeras decisiones que tomó José Giral cuando fue nombrado jefe de Gobierno de la República el 19 de julio de 1936, dos marcaron de manera decisiva los meses iniciales del conflicto. Una de ellas fue la de repartir armas al pueblo; la otra, licenciar al Ejército. A través de esta última medida, autorizó a todos los soldados a abandonar a los jefes que se habían rebelado contra el régimen legal. Fue un error: los oficiales rebeldes no obedecieron el decreto e impidieron que sus hombres dejaran sus puestos. Sí lo hicieron, en cambio, muchos de los que formaban las filas de muchas unidades que permanecieron inicialmente dudosas e, incluso, de algunas que se mantuvieron fieles a la República.…  Seguir leyendo »

Por Gabriel Cardona (EL PAÍS, 18/07/06):

Una conspiración estrictamente militar precedió al pronunciamiento de julio de 1936. Contaba con el apoyo generalizado de la derecha y el soporte económico de Juan March y otros personajes adinerados, sin olvidar que, a última hora, Gil Robles entregó 500.000 pesetas de la caja electoral de Acción Popular. No obstante, la organización y todas las decisiones operativas quedaron en manos de los generales, limitándose los civiles a ser sus colaboradores.

Entre los días 17 y 20 se alzaron 44 de las más importantes guarniciones españolas, pero sólo la mitad del Cuerpo de Seguridad y Asalto y de la Guardia Civil, cuyos mandos también eran militares.…  Seguir leyendo »

Por Paul Preston (EL PAÍS, 18/07/06):

Después de su intento sibilino durante la crisis del 17 al 19 de febrero de 1936 de impedir que el resultado de las elecciones no resultara en un Gobierno de izquierdas, no era de sorprender que cuando Manuel Azaña volvió a ocupar la presidencia del Gobierno, Franco fuera reemplazado como jefe del Estado Mayor. Fue enviado a las islas Canarias como comandante general, un destino casi tan importante como una región militar peninsular, pero lo percibió como una degradación y como un nuevo desaire por parte de Azaña. Antes de partir a Canarias, Franco se reunió con Mola, Varela, Fanjul, Orgaz y otros oficiales disidentes.…  Seguir leyendo »

Por Santos Juliá (EL PAÍS, 18/07/06):

En realidad, no fue el 18, fue el 17. Y no fue en España, sino en el Protectorado de Marruecos. Los militares que veníacon conspirando contra el Gobierno de la República no las tenían todas consigo, pues no faltaban notorios conspiradores que daban la impresión de nadar y guardar la ropa, entre ellos, el mismo general Franco, comandante militar de Canarias. Una profunda desconfianza, una permanente sospecha y algunos enfrentamientos a tiros habían enrarecido el aire de los cuarteles y obligado a posponer en varias ocasiones el día de la rebelión. El director, el general Mola, había exigido el empleo de la máxima dureza, o sea, fusilamiento con o sin consejo de guerra, contra quienes se opusieran a la acción una vez emprendida.…  Seguir leyendo »

Por J. M. Castells, J. G. Olascoaga, B. Bakaikoa, P. Ibarra y L. Bandrés, profesores de la UPV/EHU (EL CORREO DIGITAL, 18/07/06):

Sería sencillo referirnos al 18 de julio de 1936 con la simple exposición del rechazo y la calificación con un vituperio; lo mismo que es fácil el reduccionismo de una historia de buenos y malos, cuando en un fiel de la balanza se encuentra un gobierno legítimo -el régimen republicano ha sido el más democrático de la historia contemporánea española- y en el otro, una caterva de perjuros militares, eso sí, prevalidos del apoyo de la burguesía reaccionaria y de la misma Iglesia católica institucional que llegaría al extremo de calificar de 'cruzada' a la sangrienta guerra civil.…  Seguir leyendo »

Por José Andrés Rojo es autor de Vicente Rojo. Retrato de un general republicano (EL PAÍS, 17/07/06):

"La Historia que se está escribiendo es ficticia, falsa, amañada, deforme, inmoral, dogmáticamente perversa, fanáticamente cruel, políticamente turbia y ciega, socialmente demagógica", escribió el general Vicente Rojo en un texto de 1961 titulado Defensa de los militares profesionales, y que incluyó como anexo XXI en su Autobiografía. No hablaba por hablar: el severo diagnóstico que contiene esa frase se sostenía en su experiencia más inmediata.

El año 1957, el militar republicano había regresado a España después de un largo exilio que empezó, en su caso, el 9 de febrero de 1939 junto a las últimas tropas que cruzaron hacia Francia presionadas por el avance de sus enemigos sobre Cataluña.…  Seguir leyendo »

Por Daniel Reboredo, historiador (EL CORREO DIGITAL, 17/07/06):

Durante la Segunda República española la polarización de la política que se inició a finales del siglo XIX llegó a su máxima expresión y en la España de la época coincidieron la izquierda revolucionaria y la moderada, la derecha fascista, la republicana y la católica y monárquica, el nacionalismo periférico y el centro anticlerical. Catolicismo ultraconservador y anticlericalismo secular caracterizaron a una sociedad española que intentaba salir, desde principios del siglo XIX, de una tradición absolutista que, a diferencia de los países europeos más avanzados, lastraba aún al país manteniendo fuertes diferencias económicas entre ricos y pobres.…  Seguir leyendo »

Por Francisco González de Cos (GEES, 14/07/06):

El asunto de la Guerra Civil Española y del franquismo ha sido llevado al Parlamento Europeo hace unos días, dado que este mes de julio es el septuagésimo aniversario del Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936 contra el régimen del Frente Popular. Recientemente instaron a la eurocámara para que celebrara un debate sobre el asunto y lograr una condena moral del régimen del General Francisco Franco Bahamonde. La solicitud no fue aprobada en su día por mayoría, aunque se admitió que se pudiera hacer una declaración por parte de su presidente sobre la cuestión, junto con una ronda de declaraciones de diferentes grupos políticos.…  Seguir leyendo »

Por Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera, catedrático de Historia Contemporánea y autor del libro José Calvo Sotelo (EL MUNDO, 13/07/06):

En una reciente -y muy comentada- declaración, el presidente del Parlamento europeo, Josep Borrell, afirmaba que el 18 de julio de 1936 «parte del ejército español se alzó contra el legítimo Gobierno de la II República. [...] Se frustró así una gran esperanza».

La afirmación sería a todas luces cierta si el alzamiento se hubiera producido en abril de 1931, a los pocos días de implantarse el nuevo régimen republicano, cuando eran muchas las expectativas depositadas en él y apenas se habían producido incidentes que pintasen un futuro amenazador.…  Seguir leyendo »

By Antony Beevor, the author or 'The Battle for Spain: The Spanish Civil War 1936-1939', published by Weidenfeld & Nicolson (THE TIMES, 24/05/06):

Newly unearthed reports reveal how the Soviet Union was bent on destroying its allies in the Spanish Civil War.

FOR MANY PEOPLE in many countries, the heroic myth of the Spanish Republic is closely linked to the International Brigades. Nobody can doubt the idealism and self-sacrifice of the volunteers from 52 nations who went in the belief that they could defeat fascism in Spain, yet recent discoveries in Russian archives cast a chilling light on the Comintern organisers who threw away their lives so callously in futile attacks.Even…  Seguir leyendo »

Por Fanny Rubio, escritora (EL PAÍS, 23/05/06):

Cuando el proyecto de Ley de la Memoria Histórica puede ser enviado a las Cortes para regular medidas que reconozcan a las víctimas, de toda índole, de la Guerra Civil y del régimen franquista, y a la vez que el Congreso de los Diputados declara 2006 como Año de la Memoria Histórica, el gobierno municipal de la señora Rita Barberá construye nichos sobre las fosas comunes de los cementerios de Valencia. Llama la atención la coincidencia. En los sitios allanados de los cementerios General y Civil de Valencia reposaban los restos de muchas víctimas del franquismo y de otros disidentes políticos y religiosos de la historia española.…  Seguir leyendo »

Por Suso de Toro, escritor (EL PAÍS, 29/04/06):

"¿Quién sabe dónde?" preguntaba aquel programa de televisión al que acudían quienes buscaban a familiares desconocidos o desaparecidos. Las búsquedas más conmovedoras eran las de quien había crecido en hospicios o había sido adoptado y desconocía a su madre, a su padre. Necesitaba conocer, para poder querer, u odiar. Esas personas no lloraban una pérdida, sino que estaban torturadas por la falta, por el hueco de lo que nunca hubo. Y ese vacío infectaba toda su vida adulta. Su vida social y familiar era una simulación, ruido para ahogar un desgarrado grito silencioso.…  Seguir leyendo »

Por Miquel Porta Perales, escritor y crítico (ABC, 26/02/06):

Desde sus inicios, el nacionalismo catalán de derecha e izquierda está obsesionado por la recuperación de la memoria histórica. Ahora, con el tripartito, el proceso se ha acentuado y acelerado. Hoy, al ciudadano catalán, la recuperación del pasado le persigue por donde quiera que vaya. Si conecta el televisor o la radio, si escucha a los políticos y a determinados intelectuales, siente una voz inquisidora que le ordena: «Recupera la memoria histórica». Y si ese ciudadano leyera el decreto 2/2004 de 7 de enero, constataría que existe un Programa para la creación del Memorial Democrático con la finalidad de «recuperar y reivindicar la memoria histórica de la lucha por la democracia y difundir su conocimiento».…  Seguir leyendo »