El condotiero Casado y el estropicio judicial
Es proverbial la fama de ladinos de los venecianos, así como su perspicacia para los negocios. Saben apretar hasta el límite sin poner en riesgo lo que les conviene, pues "el mercader que su trato no entiende, cierre la tienda". Pocas anécdotas tan ilustrativas como la del condotiero Bartolomé Colleoni. Legó su fortuna a Venecia a cambio de que la Serenísima le erigiera una estatua "en la plaza que se abre ante San Marcos". Remisa a cualquier atisbo de culto a la personalidad -el Dux sólo aparecía de hinojos en la moneda-, la autoridad ducal consintió por la bancarrota del Estado.… Seguir leyendo »