Para que las europeas se sientan seguras

Desgraciadamente, el acoso sexual es un fenómeno mucho más extendido de lo que todos desearíamos. En España afecta a una de cada dos mujeres, con cifras muy similares en el resto de Europa. Además, según los datos sobre violencia de género de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en Europa una de cada veinte mujeres mayores de 15 años ha sufrido una violación, y en España casi una cuarta parte (22%) de ese mismo grupo de edad ha sufrido alguna forma de violencia física o sexual, y un tercio de ellas, violencia psicológica por parte de su pareja.

Muchos de esos casos ni siquiera se comunican, y son muchas las mujeres -una de cada cuatro, según las estimaciones- que sufren en silencio porque se avergüenzan de sí mismas y no quieren denunciarlo porque piensan que no servirá de nada. Sin embargo, como no basta con unas simples palabras de aliento, en la reunión de esta semana de los ministros de Justicia de la Unión Europea he exigido que demos una respuesta rotunda al problema de las víctimas de la violencia de género.

Evidentemente, el Derecho Penal varía de un Estado miembro a otro. Eso significa, por lo tanto, que un acto de violencia como es una violación se define y es juzgado de forma distinta en función del Estado miembro en el que se haya perpetrado el delito. Es decir, que las posibilidades de que el agresor de una víctima de violencia de género comparezca ante la justicia dependen del país en el que viva. Personalmente, es mi deseo hacer cuanto en mi mano esté para garantizar que las víctimas tengan idéntico acceso a la justicia en toda la UE.

En el mismo sentido, también he propuesto a los ministros de Justicia de los Veintiocho que la UE suscriba el Convenio del Consejo de Europa sobre Prevención y Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres y la Violencia Doméstica. Este convenio es el primer acuerdo a nivel europeo centrado en la violencia de género y la violencia doméstica. Es una herramienta muy eficaz, porque todos los países que la ratifiquen estarán jurídicamente obligados a proteger y a dar apoyo a las mujeres que sean víctimas de violencia. Además, tienen que crear líneas telefónicas directas, centros de acogida, servicios médicos y servicios de asesoramiento y asistencia jurídica gratuita. España ya ratificó este convenio en el 2014 y ha creado muchos de los instrumentos necesarios para proteger a las mujeres, pero ahora ha llegado el momento de dar un paso más y conseguir que también lo ratifique el resto de la UE.

Por ejemplo, si una mujer recibe un golpe o una paliza de su marido, la policía tendrá competencias para echar a ese hombre de casa por mucho que sea el propietario de la misma. Además, cualquier mujer que tema por su vida tendrá acceso a un número de asistencia telefónica gratuito, las 24 horas del día y los siete días de la semana, en el que recibir asesoramiento y protección inmediatos. Asimismo, toda víctima de una violación podrá acceder a un centro de asistencia en el que se le facilite asesoramiento, asistencia médica inmediata y la prestación de servicios de policía científica.

El convenio también se centra en la prevención. Hacer frente a los estereotipos de género y fomentar en la sociedad un cambio de mentalidad y de actitud con respecto a las niñas y a las mujeres puede salvar vidas y paliar el sufrimiento humano. Los países que hayan ratificado el convenio tendrán que educar y sensibilizar a toda la ciudadanía, niños y hombres incluidos, y formar a los profesionales que sea preciso para que puedan trabajar con mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género o corran el riesgo de serlo y colaborar estrechamente con las oenegés especializadas.

Hay que poner fin a toda una época en la que se ha hecho la vista gorda ante el acoso sexual y la violencia de género. Animo a cualquier mujer que haya sido víctima de un acoso sexual o de violencia de género a que sea valiente y acuda a la policía. Soy consciente de lo que supone ser víctima de violencia de género, y por eso lo repito una vez más: no basta con recibir unas simples palabras de aliento. Es hora de que toda nuestra sociedad reconozca la importancia de este problema y que la justicia penal de todos nuestros países colabore para que las mujeres se sientan seguras en nuestras calles, en su domicilio o en su lugar de trabajo. La adhesión de la UE al convenio garantizará una respuesta contundente a la violencia sexual y ofrecerá a las víctimas los instrumentos, el apoyo y el asesoramiento que necesitan con independencia del lugar de la UE en el que residan.

Vera Jourová, Comisaria europea de Justicia e Igualdad de Género.

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