Parar el 'procés' a la valenciana

A quienes desde hace tiempo denunciamos una deriva soberanista en el gobierno que administra el futuro de los valencianos se nos ha negado la mayor. Y aún así. ¿Es una exageración decir que hay un procés en la Comunidad Valenciana?

Pues habida cuenta de los hechos, mi respuesta es: en absoluto. Ya el 28 de octubre de 1990, El periódico de Catalunya filtró el documento que recogía la estrategia para aumentar la 'conciencia nacional' catalana y contemplaba el nuevo concepto de nación de los països catalans donde incluían a las tres provincias de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, y a decir de las evidencias sociales, esas intenciones no han permeado, todavía, en la conciencia social valenciana y, por lo tanto, no ha provocado la fractura y enfrentamiento social que conlleva el nacionalismo.

¿Por qué no ha funcionado esa estrategia?

En primer lugar, por la propia forma de ser de los valencianos. Nuestro sentimiento nos hace compartir los ideales comunes de España y de la Comunidad Valenciana con la misma intensidad. Pero, sobre todo, porque no contaban con los resortes primordiales para ello: unos medios públicos de comunicación serviles, un modelo educativo adoctrinador y una financiación ad hoc, tal y como contemplaba el documento en cuestión.

Sin embargo, con la llegada del Consell del Botànic al poder en 2015 (PSOE-Compromís-Podemos), se abre una nueva etapa en el procés a la valenciana. Las carteras de Educación, cultura y comunicación -la nueva televisión pública À Punt- cayeron, en el reparto de competencias, en poder del ala nacionalista del gobierno valenciano, un hecho que no es baladí.

Pero, ¿cuando comenzó el fenómeno? ¿De cuando data el Big Bang del procés valenciano?

Posiblemente fue en 1984, cuando se trasladó la señal de TV3 a la Comunidad Valenciana. Una emisión millonaria en bonos permitió que Acció Cultural del País Valencià y la Fundació Ramón Muntaner construyeran los repetidores necesarios para difundir en la Comunidad Valenciana la falacia de los països catalans.

¿Quienes fueron los actores de aquel desembarco?

Volvamos al modus operandi secesionista. Si en Cataluña, el procés se ha pilotado entre ANC y Òmnium Cultural, en la Comunidad Valenciana se creó Acció Cultural del País Valencià como entidad promotora del pancatalanismo en Valencia. Para la coordinación de todo el entramado catalanista se crea en 1990 la Fundación Raimon Lull como punto de encuentro, armonización y de puesta en común de los procesos de adoctrinamiento que se debían llevar en cada territorio. Y el fenómeno tuvo padrinos. Compromís en 2011 ayudó a Acció Cultural a pagar la multa por aquellos repetidores alegales de 1984 que retransmitían TV3.

Llegados a este punto cabe preguntarse, ¿quién ha pagado la fiesta? La respuesta es que el procés valenciano se ha regado con subvenciones públicas. Los gobiernos de la Generalitat de Cataluña han inyectado decenas de millones de euros durante décadas a Acció Cultural y su entorno. Sin embargo, en 2015, la llegada de Compromís al poder público valenciano supuso una mejora exponencial en las vías de financiación de este entramado en forma de ayudas a cargo de los presupuestos generales. Ya no es Cataluña sólo quien financia el procés valenciano. Ahora son las instituciones valencianas quienes pagan la fiesta de sus acciones a través de la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos valencianos.

¿Qué es Compromís?

Compromís es el brazo político del independentismo en Valencia al servicio de los mismos que diseñaron el documento de la conciencia nacional catalana. Es una coalición de varios partidos con el objetivo común de hacer una Comunidad Valenciana a medida de su procés. Los principales socios son Els Verds, el Bloc Nacionalista -mayoritario- e Iniciativa del Poblé Valencià, el partido de Mónica Oltra. Respecto al Bloc, sus intenciones son evidentes: según consta en el artículo 3 de sus estatutos, su misión es alcanzar la soberanía nacional junto al resto de los països catalans. Por su parte, el pequeño pero influyente partido Iniciativa aporta la radicalidad de su comunismo trasnochado.

¿Cuál es la estrategia de Compromís?

Pues parece clara. Los nacionalistas valencianos necesitan alterar la realidad valenciana y adaptarla a sus postulados replicando así el modelo que pretenden implantar ERC y PdCAT en Cataluña y su reto independentista. Ambos, durante décadas han adoctrinado en Cataluña para propiciar el enfrentamiento insaciable contra España. Y sólo hay que acudir a la hemeroteca, a Jordi Pujol cuando el caso Banca Catalana: “El Gobierno central ha hecho una jugada indigna”. Inauguró en 1984 ese “Espanya ens Roba” que derivó en su célebre "Una Catalunya independent és viable". Aquí, ya lo dijo Enric Morera -presidente actual del parlamento valenciano y coportavoz de Compromis- "L’estat espanyol no és viable". Que nunca nos diga nadie que no estábamos avisados.

Fernando Giner, portavoz autónomico de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana.

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