Temerario y banal
La audacia es en política una inmejorable y necesaria virtud siempre y cuando no resulte temeraria entendiendo por tal -al menos en este caso- la que refiere la tercera acepción del diccionario de la Real Academia según la cual incurre en temeridad aquel que «dice, hace o piensa sin fundamento, razón o motivo». Hasta ahora, el arrojo del presidente del Gobierno -traducido en sus políticas radicales-parecía estar confiriéndole una aureola de dirigente inédito y referencial, pero a medida que sus apuestas han dejado ver el endeble entramado intelectual e ideológico en el que se sustentaban -apenas sin cálculo de consecuencias-, Rodríguez Zapatero comienza a ser percibido de modo diferente y, en todo caso, preocupado.… Seguir leyendo »