Jesús, el insolente
La causa de la muerte de Jesús, desde el punto de vista de la historia mundana, no fue un error ni el azar sino el cuestionamiento radical que Jesús hizo de la estima que las autoridades políticas y religiosas tenían de sí mismas más allá de lo debido; desde el punto de vista de la historia de la salvación, es fruto del designio divino. Su pasión molesta y sacude el mundo, interrumpe y tuerce el curso normal de las cosas mostrando las posibilidades alternativas entre los caminos cotidianos de las cosas. Jesús se hace inmediata historia sufriente en su pasión; siendo el mismo Dios, sufrió no sólo la agonía sino también la duda, el dolor infinito de sentir la separación de Dios y se tropezó con la incapacidad de entender los inescrutables caminos del Padre.… Seguir leyendo »