Políticas públicas de integración en el sistema educativo español

Presentación del Seminario: Juan Manuel Eguiagaray, director del Laboratorio de la Fundación Alternativas.

En la Fundación Alternativas llevamos iniciativas diversas relacionadas con políticas públicas, y desde luego no es la menor la atención que dedicamos a los temas relacionados con la educación en sus diferentes vertientes, desde la educación universitaria hasta la educación básica, pasando también por la formación profesional. Nos parece que esta es una de las políticas públicas de más relevancia en cualquier país. Desde luego,desde una fundación que tiene un marcado carácter progresista, pensar en una sociedad en la que la formación de los ciudadanos no sea un elemento clave de la garantía de la igualdad y, al mismo tiempo, un factor importante también para el progreso social, sería una concepción sin duda alguna equivocada. Por lo tanto, no es extraño queesto ocupe bastante de nuestro tiempo, de nuestros esfuerzos y recursos.

Recientemente pusimos en marcha una iniciativa que nos parecía relevante en un Estado autonómico como el nuestro, y en el que somos conscientes de que todavía tenemos mucho camino que andar en muchos terrenos, pero sobre todo en materia de educación, para parecernos a los países más avanzados. Para conseguir objetivos como los que sin duda ambicionamos era importante disponer de indicadores adecuados quenos ayudaran a dilucidar si lo estábamos haciendo bien, mal o regular y, sobre todo, ver quiénes lo hacían mejor o peor; quiénes lo hacen mejor en el mundo en relación con España, quiénes lo hacen en España mejor entre unas comunidades autónomas y otras.Por eso pusimos en marcha un Observatorio de Alternativas en Educación, al que todos ustedes tienen libre acceso y en el que hay indicadores que no encontrarán en ningún otro lugar, porque son indicadores propios elaborados de la forma más rigurosa por unequipo de eminentes especialistas en la materia, que dirige el profesor Calero, al que después tendrán ocasión de escuchar. Esta es una iniciativa que quiere simbolizar nuestro compromiso con la educación.

Al hilo de ese compromiso y de esa actualización de indicadores nos hemos propuesto no solamente hacer cada año unos cuantos trabajos que puedan incidir en la materia y contribuir a la formulación y al debate sobre políticas públicas, sino también ser la ocasión para un encuentro entre, por un lado, los analistas, los académicos que trabajan sobre las políticas públicas en materia de educación; por otro, los responsables públicos, centrales y autonómicos; y al mismo tiempo, naturalmente, los profesionales del sector. Esto es lo que hemos querido hacer en este seminario, uniendo a estos tres grupos o colectivos: los profesionales del sector, los responsables políticos y los académicos que tienen ideas en relación con cómo están las cosas, las analizan, las someten a escrutinio y pueden darnos también algunos elementos para el debate.

¿Qué es lo que queríamos traer hoy a colación en este seminario? Principalmente un tema que es importante en nuestro país. España ha pasado en muy poco tiempo de ser un país de emigración histórica a convertirse en un país con una tasa importante de inmigración. Probablemente, somos ya el décimo país en el mundo con más número absoluto de inmigrantes, y en los últimos años el crecimiento de la inmigración ha sido real mente espectacular, probablemente una de las tasas más altas del mundo. La excepcionalidad española, que hace unos días se comentaba en uno de nuestros principales medios de comunicación, en relación con el proceso de la inmigración, tiene que ver con muchas cosas. Seguro que tiene que ver con lo que, al menos antes de la crisis, era un relativo intenso crecimiento económico; pero es muy probable que tenga que ver también con una determinada concepción de España como país con razonable capacidad de aceptar personas que vienen de otros lugares, lo mismo que nosotros en elpasado fuimos un país que expulsaba población y que trataba de encontrar acomodo vital para sus ciudadanos en otros lugares. España tiene un razonable nivel de servicios públicos. Algunos de estos servicios, como el de la educación, como el de la sanidad u otros, es posible que sean un factor también de enorme atractivo, dada la facilidad de acceso a ellos que tienen las personas que vienen a buscar su vida entre nosotros.

Pero, naturalmente, cuando se producen movimientos de la intensidad del que se estáproduciendo o del que se ha venido produciendo en nuestro país surgen problemas de muy diverso tipo. Algunos problemas son culturales, de integración de valores, de creencias, de costumbres, de modos de vida. Otros tienen que ver con la eventual disputa, posible o potencial, en el mercado de trabajo por unos puestos de trabajo opor otros. Es verdad, y somos conscientes, que la inmigración no solamente ha sido un factor económico de enorme trascendencia para el crecimiento de nuestro país, para la mejora de las cuentas de la Seguridad Social, para un montón de cosas que, si no, no se hubieran podido hacer. Pero hay que reconocer que cuando se producen situaciones de recesión como la actual, vuelven a plantearse problemas que anteriormente parecían  no ser objeto de preocupación. Hay, en todo caso, problemas específicos, los derivados de la integración social, de integración de personas que naturalmente quieren seguir viviendo de acuerdo con sus propias culturas de origen y al mismo tiempo formar parte de una sociedad nueva. Y hay problemas en la calidad de los servicios,sobre todo teniendo en cuenta que son los servicios públicos, y especialmente las instituciones de carácter público, las que con mayor intensidad acogen o están obligadas aprestar servicios garantizados para todos los residentes en nuestro país. Por eso, esto plantea problemas de muy diverso tipo: problemas a los profesionales que tienen que hacer frente a aulas en ocasiones abarrotadas; problemas para garantizar el cumplimiento de los currículos; problemas para garantizar niveles de calidad mínimamente aceptables; problemas para no generar divisiones indeseables entre centros de educación caracterizados por la presencia o por la ausencia de inmigrantes, y en ese sentido,por ser más o menos estigmatizados de acuerdo con determinados valores sociales.Yo creo que hay un buen número de problemas que merece la pena analizar y estudiar para ver cuáles son los retos que todo esto plantea, y cuáles pueden ser las mejores políticas públicas. Sin duda alguna, los prejuicios no son una buena compañía para hacerlos diagnósticos. El conocimiento y los datos sí pueden y deben serlo, y, por lo tanto,sobre la base de los datos disponibles y los mejores análisis, espero que el debate de esta jornada pueda ser una razonable e importante contribución al desarrollo de las políticas públicas en esta materia, lo mismo en el ámbito de la responsabilidad del Ministerio que en el ámbito de las responsabilidades de las comunidades autónomasque estarán también presentes a lo largo del seminario. Sin más, agradeciéndoles su presencia hoy aquí, y agradeciendo muy en especial al Ministerio de Educación el que haya querido ser coorganizador con la Fundación Alternativas de esta jornada y honrándonos con su presencia, le doy ya la palabra a Eva Almunia.

Leer ponencias (PDF).