¿Por qué Beth no canta en catalán?

Por Ángel Sánchez, periodista (EL PERIODICO, 24/05/03):

Si este país --España-- fuera de verdad un Estado de las autonomías que se creyera que además del castellano --o español-- hay tres idiomas más --el gallego, el euskera y el catalán--, ya habría habido alguna edición del Festival de Eurovisión en que el representante de TVE hubiese cantado en otra lengua que no fuese la castellana. Han transcurrido casi 25 años de la Constitución y estamos igual, si no peor. Porque en la época de la transición a la democracia, las lenguas de las nacionalidades históricas despertaban una buena dosis de admiración, plasmada de manera manifiesta en la acogida de que gozaban los cantautores periféricos. Hoy en día, Joan Manuel Serrat, por ejemplo, apenas cuela alguna pieza en catalán en sus recitales peninsulares, porque la gente anda enfrascada en el idioma único más incluso que en el pensamiento único. Y, claro, no hace falta recordar lo que le sucedió a Raimon en la plaza de Las Ventas en 1997, 29 años después de su inolvidable recital de "aquell 18 de maig a Madrid".

EUROVISIÓN hubiese sido una excusa maravillosa para de mostrarle a los europeos que en España se puede cantar en gallego, euskera y catalán sin llegar al juicio final. Al que diga que "el euskera, mire usted, no hay quien lo entienda", habría que responderle que a un letón le da lo mismo que le canten en castellano que en vasco. O sea, que por ahí no van los tiros. Los tiros tienen que ver con la voluntad de construir una sociedad plurilingüe. Y, cada año que pasa, las lenguas minoritarias se resienten más en su lucha desigual con las mayoritarias. Ya lo decía el admirado Delibes: si en Catalunya no se potencia el catalán, menos se va a potenciar en Valladolid.

Pero hablemos de Beth. Ella es una excelente intérprete, domina varios géneros musicales y ofrece una imagen de joven poco convencional. Al mismo tiempo, por todo lo que se le ha escuchado y leído, es una persona que piensa en clave progresista y solidaria en un mundo insolidario y rácano. Además, exhibe ese aire europeo tan distante de la meseta de los agasajos postineros. Beth, catalana y catalanista del Bages y satisfecha de serlo, habría sido una estupenda representante en Eurovisión cantando en catalán. Ya, sí, las cosas no son fáciles, porque ahora el concurso ya es más una Operación Triunfo que otra cosa. Es decir, ya no es TVE la que elige el intérprete directamente, sino que, desde el año pasado, son los telespectadores los que votan al artista eurovisivo. No está el horno para ir soltando bollos catalanes. Ni gallegos. Ni mucho menos vascos, con perdón. Sin prisa, pero sin pausa, se ha conseguido que todo lo que no sea hablar en castellano (¿en cristiano?) no trascienda los límites de las televisiones autonómicas, que para eso están, dicen. Por eso la propia Beth tuvo que hablar castellano en la intimidad -- en vez de catalán-- para que pudieran emitirse imágenes suyas telefoneando a la familia, en los primeros días de Operación Triunfo.

ANTES DE BETH, en Eurovisión ha habido cierta presencia catalana. Recordemos a José Guardiola (Algo prodigioso, 1963); Salomé (Vivo cantando, 1969); Peret (Canta y sé feliz, 1974); Nina (Nacida para amar, 1989); Sergio Dalma (Bailar pegados, 1991), y a Marcos Llunas (Sin rencor, 1997). En 1968, había sido elegido Serrat, pero fue fulminado porque exigió cantar en catalán. Con Franco en El Pardo, aquello era impensable, lógicamente. Pero, 14 años después de muerto el dictador, participó Nina, actual candidata municipal de CiU en Lloret de Mar. Gobernaban los socialistas y de director general de RTVE estaba Luis Solana. Es verdad que en aquellos momentos el festival estaba bajo mínimos en popularidad, pero por eso mismo habría sido todo un detalle que Nina, miren ustedes por dónde, hubiese cantado en catalán. Seis años antes, en el primer eurofestival de la etapa socialista, había flamenqueado lo suyo la gitana Amaya con Quién maneja mi barca (cero points, por cierto), en lo que se interpretó como una evidente sinergia con los andaluces Felipe González y Guerra en la Moncloa. Aparte de la voluntad del Gobierno actual --tan exacerbadamente nacionalista español--, para que esta noche Beth pudiera cantar en catalán habría de haber una industria discográfica que no impusiera que los artistas como ella no graben en su primer disco ninguna canción en catalán por razones de mercado. Que en ésas estamos.