Pulso al Salón del Automóvil

De bien nacidos es ser agradecidos. La Administración está apoyando al sector del automóvil con un plan de ayudas, con la tramitación generosa de varios ERE de suspensión, con complicidad ante la posibilidad de adelantar el desarrollo del coche eléctrico. El PSOE y CiU introdujeron una enmienda en los Presupuestos Generales del Estado que da a la edición de este año del Salón del Automóvil un tratamiento fiscal de evento de interés general, tan generoso como el dado a las exposiciones universales e incluso a los Juegos Olímpicos, con la débil excusa de que se trata de su 90° aniversario. Si se hacen las cosas bien, la participación de las marcas puede salir gratis e incluso generar una bolsa que garantice la celebración del salón en el 2012.

El plan de rescate del sector financiero español es impecable. Las medidas están definidas con tiempo suficiente; las cantidades, bien calculadas, y puede decirse, con muy poco riesgo de equivocarse, que el colapso de liquidez está conjurado, y la Administración y el sector financiero parecen tenerlo todo controlado para afrontar con garantías la siguiente batalla que se avecina: la pérdida de solvencia de ciertas entidades por el incremento de la morosidad.

Al parecer, no ocurre así en el sector del automóvil. Yo soy de los que creen que el plan tiene defectos serios en su definición y que los recursos asignados son muy escasos, pero así no se hacen las cosas. No es justo darle una patada al Ministerio de Industria en las posaderas del salón.

En el sector financiero, la Administración se sienta con los que deciden y gracias a ello han trabajado codo con codo en la definición de un plan suficiente. En el mundo del auto-móvil, los interlocutores de la Administración son ejecutivos que, en general, bastante tienen con salvar su puesto. ¿Es esta una de las razones del plante? ¿No se atreven a decirles a sus jefes de fuera de España que este salón les sale gratis total? ¿Alguien se atreve, por el contrario, a oponerse al Salón de Ginebra, que se celebrará en marzo? ¿O al de Fráncfort, en septiembre? ¿Dejarán de viajar los ejecutivos españoles a estas citas ineludibles en ambas ciudades?

Por desgracia, en España los ejecutivos que vuelan alto en el panorama del automóvil se pueden contar con los dedos de una mano (y nos sobrarían). Sin duda, uno de ellos es el actual presidente de Anfac, Francisco García Sanz, responsable mundial de compras del grupo Volkswagen y presidente del consejo de administración de Seat. Para él, seguro que no es un problema explicar lo que ocurre en España, porque él sí es uno de los grandes jefes mundiales de Volkswagen.

Por eso prefiero interpretar que el comunicado de la Anfac es parte de una estrategia de negociación. García Sanz es antes comprador que presidente y, por tanto, experto en negociar hasta lograr lo que pretende: ayudas en lo industrial y un plan de incentivación de la compra simple y eficaz.

La coyuntura del sector de automoción es mala, pero peor es la situación estructural en nuestro país. En el futuro, las fábricas estarán o en países de bajo coste o en los paí- ses de las centrales. No somos ni una cosa ni la otra. Por eso es muy probable que este viento huracanado en forma de debacle de las ventas se lleve por delante varias de nuestras fábricas. Noticias como esta no ayudan en absoluto a que quienes deciden consideren que es España es un lugar en el que hay que continuar estando.

García Sanz está llamado a liderar el automóvil en España, y probablemente logre aunar a proveedores, fabricantes, importadores y concesionarios. Alguien de su perfil e influencia tiene la ocasión de oro para liderar un sector que aunque es global necesita personalidades locales. No puede permitir que la organización que preside haga desaparecer el salón de Barcelona, porque, así como es cierto que si se cierra una fábrica en esta crisis, ya no se volverá a abrir nunca más, si el salón no se celebra este año, puede que nunca más lo haga.

Tengo fe en la Administración catalana, en el presidente del salón, en los fabricantes y en Paco García Sanz, como hasta el Ministro de Industria le llama en público, mostrando la empatía que despierta un directivo muy humano, a pesar de su grandísimo poder. No puedo ni quiero creer que Seat, Nissan, Iveco y Mercedes, con intereses industriales en Catalunya, den la espalda a nuestro salón. No puedo ni quiero creer que la Asociación de Concesionarios de Catalunya no presione a sus fabricantes para dar un poco de vida a un mercado alicaído que con noticias como esta continuará cayendo en el abismo. No puedo ni quiero creer que Catalunya, una vez más, se resignará. Hay que agarrarse en estos momentos a cualquier hilo de esperanza como el tímido hablaremos de Seat.

El salón del Automóvil abrirá sus puertas del 9 al 17 de mayo. Si no se llega a un acuerdo antes de final del febrero, habrá que temerse lo peor. El daño será irreversible y en España solo quedará un salón, el de Madrid. Cierto es que las instalaciones de Ifema son mejores que las de nuestro coqueto, pero incómodo, Palacio Ferial de Montjuïc; cierto que muchas marcas tienen su sede en Madrid; que el salón, como la Fira, tiene mucho que mejorar. Pero por algo será que el de Barcelona es el único en España reconocido por la Organización Internacional de Constructores de Automóviles. Noventa años de historia no pueden terminar así.

De bien nacidos...

José Antonio Bueno, socio de Europraxis.