Razones para crear una reserva de talento en ciberseguridad

En el Grupo Parlamentario Popular estamos trabajando una propuesta para constituir en España una reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad. Personas que dedican su vida profesional a mejorar las capacidades de ciberseguridad y ciberdefensa en España comenzaron a enviarnos ideas y sugerencias para poner en marcha esta interesante iniciativa. En España, el talento cibernético se encuentra muy disperso y sería de gran utilidad para el conjunto de nuestra sociedad disponer de él ante los ataques que comprometan la seguridad del dominio digital de nuestras administraciones públicas, infraestructuras críticas, ciudadanos o empresas. Entre otras, hemos seleccionado 6 razones por las que se debe impulsar dicha iniciativa:

1. Contar con los mejores. Hay personas con extraordinario talento que no desean formar parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o de las Fuerzas Armadas pero que estarían encantadas de aportar sus capacidades y habilidades en caso de emergencia. La figura del Reservista Voluntario la prevé la Constitución y es un ejemplo de cómo los civiles pueden incorporarse temporalmente a las Fuerzas Armadas y poner al servicio de los tres ejércitos sus conocimientos especializados como médicos, arquitectos, ingenieros y otros profesionales.

Pero los expertos y profesionales que trabajan en el dominio de Internet no encajan en el modelo clásico de la reserva voluntaria. Para ello, es necesario articular un mecanismo que dote a los profesionales de las herramientas necesarias que permitan una organización ágil a la hora de defender nuestras fronteras y nuestra soberanía en el dominio de internet.

2. Potenciar el sector. Una forma de apoyar este proyecto sería potenciar al máximo el sector de la ciberseguridad. En los próximos años, se necesitarán 900.000 profesionales cualificados para hacer frente a las amenazas en materia de seguridad de las tecnologías habilitadoras de la Cuarta Revolución Industrial; personas capaces de prevenir y solventar los problemas asociados a la transformación de los procesos en sectores como el industrial, financiero o sanitario. Por ello, la reserva estratégica de talento debe nutrirse de este incremento en la demanda de profesionales en el sector y de la mejora de sus condiciones laborales. Pertenecer a la reserva estratégica de talento en materia de ciberseguridad no debe ser un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar personal y profesionalmente en el ámbito civil, al tiempo que se pone la experiencia profesional al servicio de España.

3. Dignificar la profesión. No se trata de que el Estado pueda disponer de «voluntarios» sin retribución, sino de crear una red de profesionales bien retribuidos en la vida civil que expresen su voluntad de colaborar con España en momentos puntuales. Para el profesional será rentable, en términos personales y laborales, formar parte de esta reserva estratégica de talento, tanto por el reconocimiento, la retribución o las recompensas que pudiera obtener, como por la posibilidad de acceder a una formación especializada en el ámbito de la ciberseguridad, estar al día de las últimas amenazas y conocer la evolución de la lucha contra el cibercrimen.

El objetivo no es sustituir a los profesionales en materia de ciberseguridad que ya forman parte de la plantilla de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de las Fuerzas Armadas o de los servicios de inteligencia. Se trata de potenciar, mejorar y dotar de los medios necesarios para desarrollar su labor.

4. Conectar el ecosistema. Una de las características de la Cuarta Revolución Industrial es que el conocimiento y el talento se encuentra distribuido y disperso. Esta nueva Revolución hace posible la existencia de pequeños ecosistemas altamente innovadores que se han especializado en un campo concreto. En el caso de la ciberseguridad es fundamental crear una comunidad en la que todos los profesionales estén conectados entre sí y se permita disponer de información actualizada sobre la forma de combatir y prevenir las amenazas más recientes. Formar parte de este grupo significa disponer de una formación continua, con la mejor tecnología disponible, aportar valor al profesional y mejorar las capacidades de España ante cualquier amenaza exterior.

5. Controlar las amenazas. El mundo ha cambiado y las amenazas a los ciudadanos también. La seguridad física es importante pero no garantiza el correcto funcionamiento de un país, de una empresa, de una infraestructura. Incidentes como el WannaCry demuestran que pueden paralizarse hospitales o empresas en el dominio de internet. Ha llegado el momento de considerar Internet como un nuevo dominio en el que defender nuestras libertades y nuestros derechos. La reserva estratégica de talento supone un nuevo mecanismo para combatir estas nuevas amenazas. Una sociedad interconectada implica grandes riesgos que este proyecto podría mitigar parcial o totalmente.

6. Actualizar los sistemas. Cada día aparecen nuevos «parches» que solucionan vulnerabilidades desconocidas hasta la fecha. En la Cuarta Revolución Industrial es necesario estar actualizado para evitar riesgos y estar alerta para responder a dichas amenazas. El trabajo conjunto del sector público, del ámbito civil y del mando conjunto de ciberdefensa supondrá que nuestra red de ciberseguridad estará siempre actualizada y alerta.

En definitiva, defender nuestro país es también proteger a nuestras familias, a nuestros vecinos y a nosotros mismos.

Teodoro García Egea, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular.

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