¿Reduce la pobreza la redistribución del ingreso?

Muchos izquierdistas desconfían de la idea de que el crecimiento económico ayuda a reducir la pobreza en los países en desarrollo. Ellos argumentan que las políticas orientadas al crecimiento tratan de aumentar el producto nacional bruto, y no tratan de aliviar la pobreza, y que la redistribución es la clave para la reducción de la pobreza. Estas afirmaciones, sin embargo, no han sido demostradas con pruebas fehacientes.

Desde la década de 1950, los economistas del desarrollo han entendido que el crecimiento del PIB no es sinónimo de mayor bienestar. Pero, incluso antes de su independencia, los líderes de la India consideraron el crecimiento como esencial para la reducción de la pobreza y el aumento del bienestar social. En términos económicos, el crecimiento fue un instrumento, no un objetivo; es decir, el medio por el cual los verdaderos objetivos, como ser la reducción de la pobreza y el avance social de las masas, se lograrían.

Un cuarto de siglo atrás, señalé las dos formas distintas en las que el crecimiento económico tendría dicho efecto. En primer lugar, el crecimiento atraería a los pobres hacia un empleo remunerado, y consecuentemente los ayudaría a salir de la pobreza. Mayores ingresos harían que ellos puedan aumentar su gasto personal en educación y salud (tal como parece haber sucedido en la India durante su reciente período de crecimiento acelerado).

En segundo lugar, el crecimiento aumenta los ingresos del Estado, lo que significa que el gobierno potencialmente se encuentra en posición de gastar más en salud y educación para los pobres. Por supuesto, esto no significa que un país, necesariamente, vaya a gastar más en estos ítems por el simple hecho de que se aumentaron sus ingresos, y, aún en caso de que eso sea cierto, puede ocurrir que los programas que dicho país elige para financiarlos no sean eficaces.

En ignorancia casi intencional del hecho de que el modelo centrado en el crecimiento sí ha funcionado una y otra vez, los escépticos defienden una alternativa de modelo de desarrollo "redistributivo", que creen que tendrá un mayor impacto en la reducción de la pobreza. Los críticos del modelo de crecimiento argumentan que es imprescindible redistribuir el ingreso y la riqueza tan pronto como sea posible. Afirman que el estado indio de Kerala y Bangladesh como país son ejemplos de lugares donde la redistribución, en contraposición al crecimiento, ha conducido hacia mejores resultados para los pobres en comparación con el resto de la India.

Sin embargo, como muestra el trabajo reciente de Arvind Panagariya, economista de la Universidad de Columbia, las estadísticas sociales de Kerala eran comparativamente mejores que las del resto del país, incluso antes de que se instituyera el actual modelo redistributivo. Además, Kerala se ha beneficiado enormemente de las remesas enviadas por sus trabajadores emigrantes en el Oriente Medio, un factor que no está relacionado a su política de redistribución. En cuanto a Bangladesh, el índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, que admito que es una fuente controversial, ubica a dicho país por debajo de la India.

En los países pobres, donde la cantidad de pobres supera a la de ricos por un gran margen, la redistribución aumentaría el consumo de los pobres sólo mínimamente; digamos, un chapati (pan indio) por día, y el incremento no sería sostenible en un contexto de bajos ingresos y alta población. En resumen, para la mayoría de los países en desarrollo, el crecimiento es la principal estrategia a fin de alcanzar el desarrollo inclusivo; es decir, el desarrollo que de manera consciente incluye a los miembros más pobres y marginados de la sociedad.

Sin embargo, la sostenibilidad política del modelo de crecimiento requiere tanto de un esfuerzo simbólico como de un esfuerzo material. Si bien el crecimiento realmente beneficia a los pobres, los ricos a menudo se benefician de manera desproporcionada. Así que, para mantener a los pobres comprometido con el sistema a medida que sus aspiraciones económicas se despiertan, se debería aconsejar a los ricos que disminuyan su consumo ostentoso.

Al mismo tiempo, y primordialmente, los pobres necesitan un mayor acceso a la educación a fin de aumentar sus oportunidades económicas y su movilidad social. “Menor exceso y mayor acceso” debe convertirse en el postulado que guíe la política de desarrollo.

Jagdish Bhagwati, catedrático distinguido de Economía y Derecho en la Universidad de Columbia y miembro principal en Economía Internacional en el Consejo sobre Relaciones Exteriores. Co-preside con el presidente Tarja Halonen de Finlandia el Grupo de Personalidades Eminentes de la UNCTAD sobre Países en Desarrollo en la Economía Mundial. Traducido del inglés por Rocío L. Barrientos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *