Reformando a Francia

Antes de que haya terminado este año, el parlamento francés habrá llevado a cabo un reajuste integral del sistema de pensiones, algo esencial no sólo para colocar las finanzas públicas de Francia en una posición sólida y sostenible, sino también para apuntalar la confianza en la eurozona en 2014 y después. Es más, la manera en que se implementó la reforma es tan importante como la reforma misma.

Francia tiene una demografía más favorable que la mayoría de los otros países europeos. Sin embargo, hacía falta un esfuerzo mayor para fortalecer el sistema de pensiones de pago inmediato por el equivalente a un punto porcentual del PBI. El período de aporte, en consecuencia, aumentará gradualmente, alcanzando 43 años en 2035.

Este esfuerzo ha recibido una amplia aceptación pública porque era justo: aportarán jubilados y trabajadores por igual, así como las empresas y los hogares. Se habrán tenido en cuenta las necesidades financieras y también las sociales, mientras que se habrán abordado las deficiencias del sistema actual, beneficiando a las mujeres, a la gente que tiene carreras no continuas experimentadas, a quienes tienen ocupaciones especialmente extenuantes y a los pensionados de bajos ingresos.

Más importante aún, por primera vez, la reforma de las pensiones se ha llevado a cabo en Francia en una consulta constante con las asociaciones de empleadores y los sindicatos. Eran muchos los que esperaban una confrontación. Sin embargo, prevaleció una atmósfera de negociación constructiva.

En otras palabras, la clave del éxito ha sido una combinación de justicia, equilibrio y diálogo social. En septiembre, un funcionario prominente de la Unión Europea dijo en referencia a una medida propuesta: "¡Esta es una reforma al estilo francés!" Más allá de si la frase estaba pensada como una crítica, yo la consideré un elogio. Algunos en Europa piensan que la única buena reforma es la que hace daño. Esa no es mi visión: sí, se necesita una modernización en el contexto de un mundo cambiante, pero no tiene que causar divisiones.

El desafío para Europa es avanzar sin desmoronarse. Eso implica ofrecerles a los ciudadanos de Europa una sensación renovada de esperanza y oportunidad. Francia ha colaborado activamente para estabilizar la eurozona fomentando el progreso estructural, como el establecimiento de una unión bancaria europea. También necesitamos fortalecer la cohesión social en el continente. Ese es el objetivo de una integración basada en la solidaridad, como fue reclamado por el presidente François Hollande.

La revisión por parte del Consejo Europeo este mes de la Directiva sobre el Desplazamiento de Trabajadores, que se aplica a los empleados que son enviados a trabajar temporariamente a otro estado miembro de la UE, es un buen comienzo. Pero tenemos que ir más allá. El establecimiento de un salario mínimo a nivel de toda la UE enviaría una fuerte señal a los ciudadanos de que Europa es una realidad social.

En Francia, después de diez años de caída de los mercados de exportaciones, mi gobierno se ha embarcado en una estrategia audaz destinada a restablecer la competitividad de nuestro país. Este año, implementamos una reducción de los impuestos a la previsión social que representará aproximadamente un punto porcentual del PBI cuando se hayan completado todas las fases en 2016. Francia también ha emprendido reformas ambiciosas para reducir el dualismo del mercado laboral y brindarles una mayor flexibilidad a los empleadores así como una mayor seguridad a los empleados.

Es más, la inminente reforma de las pensiones es el corolario de 18 meses de avances significativos hacia una consolidación fiscal que ha mejorado la efectividad del gasto público a la vez que financió nuestras prioridades: educación, la transición a una economía con un menor uso de carbono, empleo, atención médica y seguridad. Nuestros esfuerzos no han tenido precedentes, lo que resultó en una reducción del déficit correspondiente al 1,5% del PBI en 2012, 1,7% en 2013 y un estimado 0,9% en 2014. Para 2015, la reducción del déficit dependerá enteramente de los recortes del gasto.

Si bien hemos respondido a emergencias en este período, no hemos sacrificado nuestra capacidad para forzar la adopción de más reformas en el futuro. De hecho, el restablecimiento del diálogo social como una herramienta con la cual forjar un consenso duradero representa un profundo cambio cultural que es un buen augurio para este tipo de esfuerzos.

Muchos de estos esfuerzos ya están en marcha: una reforma integral de la capacitación vocacional, un marco para adoptar nuevas fuentes de energía y, por último aunque no menos importante, un reajuste total de nuestro sistema tributario a favor de la creación de empleos y el crecimiento.

En definitiva, nos juzgarán en base a la eficiencia económica y la justicia social de nuestras reformas. Nuestra tarea consiste en demostrar nuestra capacidad para reformar el gobierno, ofrecer servicios públicos de alta calidad -por ejemplo, educación y atención médica- para todos a un costo razonable y controlar el gasto público a fin de restablecer nuestra capacidad para reducir los impuestos sin obstruir la reducción de la deuda.

Mi ambición es la creación de un "nuevo modelo francés" que tenga como eje la solidaridad sustentable, en el que todos los ciudadanos sean conscientes de lo que le deben a los demás. Un modelo de estas características -en el cual el gobierno fomenta las iniciativas privadas y está dedicado a regular las principales transiciones económicas y ambientales de nuestro tiempo- ofrece una oportunidad para todos, sustentándose a la vez en el poder de la acción colectiva.

Es gracias a estos valores, a la conciencia crítica de qué pueden lograr las fortalezas individuales y colectivas en conjunto, que Francia siempre ha encontrado los recursos necesarios para reconstruir y modernizar. Si somos honestos con nosotros mismos, y abiertos al mundo, haremos que nuestra voz se oiga en Europa y más allá.

Jean-Marc Ayrault is Prime Minister of France.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *