Retratos de la caravana migrante

Julio y Cindy viajaron a Tijuana desde El Salvador con su hijo, Vicente, y la madre de Julio. Dijeron que se quedarían en México si no pueden cruzar la frontera. crédito Russell Monk para The New York Times
Julio y Cindy viajaron a Tijuana desde El Salvador con su hijo, Vicente, y la madre de Julio. Dijeron que se quedarían en México si no pueden cruzar la frontera. crédito Russell Monk para The New York Times

¿Alguna otra palabra en 2018 fue responsable de tantas reacciones como “caravana”?

Una caravana es una agrupación de personas que viaja a través de una región hostil. Viajas en una caravana para protegerte; cuando te sientes vulnerable, viajar en grupo te hace sentir que sí tienes algo de poder. Pero no ha habido cómo proteger a la más reciente caravana de migrantes que han hecho el trayecto hacia el Estados Unidos de Donald Trump.

La opinión del presidente estadounidense Trump y de sus simpatizantes es que una caravana está compuesta de invasores y criminales. Que una caravana es portadora de drogas y enfermedades, que debe ser detenida a toda costa, incluso si eso significa que haya un cierre parcial del gobierno estadounidense.

Jennifer abandonó Honduras con su hija, Lucía. Dijo que la vida allá era muy difícil y se había vuelto cada vez más difícil debido a la persistente violencia. Credit Russell Monk para The New York Times
Jennifer abandonó Honduras con su hija, Lucía. Dijo que la vida allá era muy difícil y se había vuelto cada vez más difícil debido a la persistente violencia. Credit Russell Monk para The New York Times

Como palabra, “caravana” es una contundente arma política, parte de un proyecto de varias décadas iniciado por grupos antiinmigrantes (NumbersUSA, el Centro de Estudios de Inmigración y la Federation for American Immigration Reform —o federación para la reforma migratoria—, por nombrar a algunos) que usan un vocabulario deshumanizador para describir a los migrantes de maneras infames y que provocan miedo hacia ellos. “Extranjeros ilegales” que dan a luz a “bebés ancla” tras llegar en una “caravana”. La mayor efectividad de este lenguaje es que sirve como una barrera. Dice: “Eres un extranjero, no eres en nada parecido a mí”. También es una fuente de desinformación, al decir que no es legal solicitar asilo. Estos términos fungen como un arma.

Para defender el uso de gas lacrimógeno contra integrantes de la caravana que viajaron desde Centroamérica a mediados del año, entre ellos a niños, el presidente Trump dijo: “Primero que nada, ese gas lacrimógeno es una forma leve del propio gas lacrimógeno, es muy seguro”. Después preguntó: “¿Por qué un padre corre hacia un área donde saben que el gas lacrimógeno se está dispersando y se va a dispersar y corren hacia allá con un niño?”.

Pues porque mientras los padres amen a sus hijos, correrán hacia cualquier cosa que tal vez, solo tal vez, les ofrezca una oportunidad de tener una mejor vida, incluso si eso significa herirlos mientras.

La historia de Estados Unidos es una historia de caravanas que llegan de diferentes partes del mundo. ¿Por qué tuvieron que marcharse? ¿Qué dejaron atrás cuando partieron? ¿Qué llevaron con ellos? ¿Cómo se aferraron a la esperanza?

Russell Monk es fotógrafo editorial y comercial. Tomó los retratos durante noviembre y diciembre de 2018. Jose Antonio Vargas es el autor de Dear America: Notes of an Undocumented Citizen.

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